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¿Cree que entiende a su gato cuando maúlla? Quizá está muy equivocado

Una investigación sugiere que los humanos no comprenden tan bien como creen el lenguaje de los gatos, a pesar de la popularidad de los felinos y su presencia global. El estudio se basa en una evaluación de videos de gatos con comportamientos visuales y vocales, donde los participantes tuvieron dificultades para interpretar señales específicas, especialmente las relacionadas con el descontento de los gatos.

01 de marzo de 2024 - 05:26 p. m.
En conjunto, los participantes del estudio decodificaron la información emitida como señales bimodales (visuales y vocales) mejor que las señales unimodales visuales y vocales.
En conjunto, los participantes del estudio decodificaron la información emitida como señales bimodales (visuales y vocales) mejor que las señales unimodales visuales y vocales.
Foto: Freepik

Las redes sociales están llenas de videos graciosos donde aparecen personas escuchando el maullido de sus gatos e interpretándolo de muchas maneras. Que tienen hambre, que quieren mimos, que quieren entrar o salir de un lugar, o que están bien o están enojados. Los humanos creen que entienden a sus gatos, pero es posible que la mayoría no lo esté haciendo. Una nueva investigación publicada en la revista científica Applied Animal Behavior Science concluye que los humanos se equivocan mucho en esa labor.

A pesar de la popularidad de los gatos y de que hoy están, prácticamente, en todos los continentes, el entendimiento sobre el comportamiento de estos animales sigue teniendo algunos vacíos importantes. “La capacidad de las personas para leer esta especie aparentemente “inescrutable” ha atraído una investigación insignificante”, se puede leer en el estudio recién publicado. De hecho, los autores creen que la mayoría de investigaciones sobre la comunicación entre humanos y gatos se han centrado en las capacidades sociocognitivas de los gatos y no tanto en la capacidad de los humanos para comprender las señales comunicativas de los gatos. Por eso, se proponen arrojar alguna luz sobre ese tema.

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Para hacerlo, los científicos recopilaron videos de gatos a través de las redes sociales. Se les pidió a las personas enviar videos de sus gatos expresando comportamientos que involucraran señales tanto visuales como vocales. De los 63 vídeos recopilados, se seleccionaron 30 para asignarlos a 5 categorías: Contentamiento (estado de felicidad); Descontento (estado de infelicidad); Solicitud (ya sea de comida o de atención humana); Comportamiento depredador (cuando un pájaro o un insecto capta su atención y los gatos quedan fascinados con la presa, emitiendo un chirrido, un pío o un castañeteo de dientes); y comportamiento agonístico (comportamiento asociado a amenaza o agresión).

Diez especialistas en comportamiento felino calificaron a ciegas esas 30 grabaciones de vídeo de gatos seleccionadas. A través de un cuestionario, se les pidió que identificaran los comportamientos expresados por los gatos en los vídeos. Para cada vídeo, se les dieron 6 opciones: podían elegir entre las 5 categorías predefinidas y mencionadas anteriormente, o sugerir otra interpretación del comportamiento. Esta fue una prueba preliminar que los videos tenían que pasar: fueron seleccionados aquellos cuya definición despertó más de un 80% de acuerdo entre todos los expertos. Algo interesante es que los vídeos pertenecientes a la categoría de “comportamiento agonístico” generalmente no lograron alcanzar el 80% de acuerdo.

De esa primera prueba salieron entonces elegidos unos 24 videos. Se montaron como vídeos sin sonido (modalidad visual), vídeos negros con el sonido (modalidad vocal) o vídeos completos (modalidad visual y vocal). Con esos clips, se reclutó a 630 participantes humanos para participar en la prueba principal a través de un cuestionario en línea publicado en las redes sociales. Los participantes se ofrecieron como voluntarios para examinar 24 grabaciones de vídeo y/o sonido de gatos y clasificarlas en las cuatro categorías de comportamiento validadas en la prueba preliminar. No hubo recomendación ni límite de duración de la prueba online, cada participante podía ir viendo los videos a su propio ritmo.

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La investigación señala que se agregaron dos opciones más para que los participantes eligieran: “comportamiento de juego” o “No sé”. También se pidió a los participantes que calificaran la intensidad del comportamiento del 1 al 5, siendo 1 una intensidad muy baja y 5 muy alta. Finalmente, se pidió a los participantes que calificaran la valencia emocional percibida del gato del 1 al 5, siendo 1 un estado emocional muy negativo y 5 un estado emocional muy positivo.

En conjunto, los participantes del estudio decodificaron la información emitida como señales bimodales (visuales y vocales) mejor que las señales unimodales visuales y vocales. Por ejemplo, dice el estudio, está bien informado que el ronroneo se puede exhibir para expresar satisfacción, pero también en situaciones estresantes o dolorosas. “Al acariciar al gato que está tumbado en su regazo sin mirarlo (por ejemplo, mientras mira televisión), si su gato ronronea, las personas pueden verse tentadas a pensar que está expresando bienestar. Sin embargo, observando más de cerca las señales visuales de los gatos, se pueden observar signos de estrés o malestar: piel enrollada (enrollamiento de la piel en la zona dorsal lumbar), movimiento de la cola, orejas hacia atrás, midriasis, etc”, se puede leer en la investigación.

Solo la lectura de la señal visual y vocal puede dar información precisa sobre la valencia emocional del gato. “Por lo tanto, es importante recalcar a los dueños y cuidadores de gatos que se deben considerar tanto las señales visuales como vocales al interpretar la comunicación de los gatos”, dice el estudio, es decir, no solo quedarse en el ronroneo, sino fijarse visualmente en cómo el gato está emitiendo ese sonido. Los investigadores también encontraron que el comportamiento de satisfacción recibió las calificaciones más precisas, mientras que el descontento fue el comportamiento más difícil de identificar correctamente.

Para los científicos, esto concuerda con otros hallazgos de estudios pasados que señalan que los humanos tienen más probabilidades de identificar correctamente estados emocionales positivos que negativos, según las expresiones de comportamiento de los gatos. “Sin embargo, comprender los estados emocionales negativos de los gatos es esencial para mejorar la convivencia entre humanos y gatos, permitiendo un mejor respeto por la integridad de los gatos”, dicen los autores. Algo interesante es que la edad de los participantes influyó en su identificación precisa del comportamiento de los gatos: los participantes más jóvenes obtuvieron mejores puntuaciones que los participantes de mayor edad.

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“Como mensaje para llevar a casa, nos gustaría señalar dos recomendaciones principales para los dueños y cuidadores de gatos. Recomendación 1 : tenga en cuenta una combinación de señales visuales y vocales para una comprensión más precisa de la valencia emocional de un gato. Recomendación 2 : centrarse en reconocer los signos de descontento en los gatos. El descontento fue el comportamiento más difícil de identificar correctamente, pero es una de las categorías más importantes para evaluar el bienestar de los gatos. Una gran difusión de datos científicos entre el público no especializado ayudará a los dueños y cuidadores de mascotas a optimizar el bienestar de los gatos”, concluyen los investigadores en su estudio.

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