Esta es la cantidad de basura que generamos en un año
Una investigación calculó cuál es el impacto material de vivir una vida digna, cubriendo las necesidades esenciales para una persona en el mundo actual.
Para cada persona existe una concepción diferente sobre lo que es vivir bien. Para algunos será fundamental tener una casa o un apartamento más grande o más pequeño que el promedio, tener un carro lujoso, un celular con la última tecnología o viajar. (Le puede interesar: “Hemos abierto las puertas del infierno”: el llamado de la ONU sobre la crisis climática)
Pero, vivir una vida digna requiere de satisfacer algunas necesidades que, más allá de los lujos que cada quien quiera añadir, son esenciales. A diario las personas deben comer tres veces al día, vivir en una casa, movilizarse en transporte público o carro, tener un trabajo, tener ropa, hacer actividades de ocio, entre otras cosas. Esto para tener una vida, por decirlo de alguna manera, suficiente.
¿Alguna vez se ha preguntado cuántos residuos genera tener esa vida? Está claro que tener lujos y niveles altos de consumo genera grandes impactos ambientales, como los aviones privados o las grandes mansiones. Pero, poco se sabe sobre lo que implica llevar una vida digna con lo necesario para cumplir con nuestras necesidades.
Un grupo de investigadores se hizo esta pregunta y calculó el impacto material que tiene vivir de esta manera. Sus hallazgos fueron publicados en la revista científica Environmental Science & Technology. (Le recomendamos: ¿Por qué el cambio climático afectará en mayor medida a mujeres y niñas?)
Para esto consideraron un estándar creado en 2018 llamado Niveles de Vida Dignos, en el que se establecen algunas condiciones materiales para tener una vida digna. Los autores consideraron aspectos como el refugio, la nutrición, la ropa, la higiene, la educación, la atención sanitaria, la comunicación, la movilidad y los servicios colectivos (los que se comparten con otras personas).
De acuerdo con la investigación, una vida implica consumir un espacio de 15 metros cuadrados al año en refugio. Esto no quiere decir que se trate de una vivienda de este tamaño, sino que en promedio es el espacio que ocupa una persona con las necesidades de vivir dignamente en una casa.
En comida, por ejemplo, una dieta digna requiere de 2084 kilocalorías al día, lo que al año representa cantidades como 22 kilogramos (kg) de carne roja, 270 kg de papa, 179 kg de leche, 39 metros cúbicos de gas, entre otras. (También puede leer: Líderes de países más contaminantes no asistieron a la cumbre sobre acción climática)
En ropa, se usan 2,4 kg al año, en higiene se usan 50 litros de agua al día y en transporte más de 8.000 toneladas-kilómetro, una medida que estima el impacto del transporte.
Con todo esto, que visto así podría ser mucho, pero (de nuevo) es apenas lo que se necesita para vivir dignamente, el estudio concluye que una persona necesitaría generar seis toneladas de residuos en el año.
Si se hacen algunos ajustes en el estilo de vida, como vivir en una casa con varias personas, utilizar el transporte público o la bicicleta y teniendo una dieta vegana, ese impacto podría reducirse a tres toneladas en el año. (Le puede interesar: Colombia respalda fondo internacional para la adaptación climática)
Sin embargo, las cifras a nivel mundial muestran que cada vez son más usuales los hogares unipersonales, algo que incremente no solo el impacto de la vivienda, sino también de la alimentación y la higiene. Con estándares un poco más altos, pero aun dentro de lo necesario para vivir dignamente, el impacto sería de 14 toneladas al año.
Los investigadores consideran importante tener estas mediciones en cuenta para ajustar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las metas climáticas a 2030, pues hay retos en la transición energética que también requieren de muchos materiales y podrían incrementar ese impacto.
Por ejemplo, algunas fuentes de energía renovable, como la solar o la eólica “requieren entre seis y 40 veces más cobre que las tecnologías convencionales de combustibles fósiles”, explican.
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Para cada persona existe una concepción diferente sobre lo que es vivir bien. Para algunos será fundamental tener una casa o un apartamento más grande o más pequeño que el promedio, tener un carro lujoso, un celular con la última tecnología o viajar. (Le puede interesar: “Hemos abierto las puertas del infierno”: el llamado de la ONU sobre la crisis climática)
Pero, vivir una vida digna requiere de satisfacer algunas necesidades que, más allá de los lujos que cada quien quiera añadir, son esenciales. A diario las personas deben comer tres veces al día, vivir en una casa, movilizarse en transporte público o carro, tener un trabajo, tener ropa, hacer actividades de ocio, entre otras cosas. Esto para tener una vida, por decirlo de alguna manera, suficiente.
¿Alguna vez se ha preguntado cuántos residuos genera tener esa vida? Está claro que tener lujos y niveles altos de consumo genera grandes impactos ambientales, como los aviones privados o las grandes mansiones. Pero, poco se sabe sobre lo que implica llevar una vida digna con lo necesario para cumplir con nuestras necesidades.
Un grupo de investigadores se hizo esta pregunta y calculó el impacto material que tiene vivir de esta manera. Sus hallazgos fueron publicados en la revista científica Environmental Science & Technology. (Le recomendamos: ¿Por qué el cambio climático afectará en mayor medida a mujeres y niñas?)
Para esto consideraron un estándar creado en 2018 llamado Niveles de Vida Dignos, en el que se establecen algunas condiciones materiales para tener una vida digna. Los autores consideraron aspectos como el refugio, la nutrición, la ropa, la higiene, la educación, la atención sanitaria, la comunicación, la movilidad y los servicios colectivos (los que se comparten con otras personas).
De acuerdo con la investigación, una vida implica consumir un espacio de 15 metros cuadrados al año en refugio. Esto no quiere decir que se trate de una vivienda de este tamaño, sino que en promedio es el espacio que ocupa una persona con las necesidades de vivir dignamente en una casa.
En comida, por ejemplo, una dieta digna requiere de 2084 kilocalorías al día, lo que al año representa cantidades como 22 kilogramos (kg) de carne roja, 270 kg de papa, 179 kg de leche, 39 metros cúbicos de gas, entre otras. (También puede leer: Líderes de países más contaminantes no asistieron a la cumbre sobre acción climática)
En ropa, se usan 2,4 kg al año, en higiene se usan 50 litros de agua al día y en transporte más de 8.000 toneladas-kilómetro, una medida que estima el impacto del transporte.
Con todo esto, que visto así podría ser mucho, pero (de nuevo) es apenas lo que se necesita para vivir dignamente, el estudio concluye que una persona necesitaría generar seis toneladas de residuos en el año.
Si se hacen algunos ajustes en el estilo de vida, como vivir en una casa con varias personas, utilizar el transporte público o la bicicleta y teniendo una dieta vegana, ese impacto podría reducirse a tres toneladas en el año. (Le puede interesar: Colombia respalda fondo internacional para la adaptación climática)
Sin embargo, las cifras a nivel mundial muestran que cada vez son más usuales los hogares unipersonales, algo que incremente no solo el impacto de la vivienda, sino también de la alimentación y la higiene. Con estándares un poco más altos, pero aun dentro de lo necesario para vivir dignamente, el impacto sería de 14 toneladas al año.
Los investigadores consideran importante tener estas mediciones en cuenta para ajustar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las metas climáticas a 2030, pues hay retos en la transición energética que también requieren de muchos materiales y podrían incrementar ese impacto.
Por ejemplo, algunas fuentes de energía renovable, como la solar o la eólica “requieren entre seis y 40 veces más cobre que las tecnologías convencionales de combustibles fósiles”, explican.
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