Cuantifican el combustible fósil utilizable para limitar calentamiento global
Una tercera parte de las reservas de petróleo deberían permanecer intactas en los próximos 40 años.
EFE
Una tercera parte de las reservas de petróleo, la mitad de las de gas y más del 80 % de las reservas de carbón actuales deben permanecer intactas en los próximos 40 años a fin de limitar a 2ºC el calentamiento global, publica hoy la revista "Nature".
De acuerdo con el estudio, estas son las condiciones que permitirían tener una probabilidad del 50 % de cumplir el objetivo oficial de limitar el calentamiento global a esos 2ºC por encima de los niveles previos a la industrialización.
El análisis, realizado por un equipo encabezado por Christopher McGlade, del University College London, muestra que, para cumplir con el objetivo climático del siglo XXI, es necesario restringir el uso de los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) en esas proporciones.
Los científicos cuantificaron la distribución regional de crudo, carbón y gas que tendría que haber bajo tierra para cumplir con la meta, acordada mediante consenso internacional.
Por ejemplo, en el caso de Oriente Medio, aunque utilice más del 60 % de sus reservas de petróleo, debería dejar más de 260 millones de barriles bajo el suelo.
Según los cálculos de los expertos, Estados Unidos y Australia "no podrían utilizar más del 10 % de sus reservas de carbón", a fin de limitar las emisiones de dióxido de carbono y reducir el impacto del cambio climático. Canadá solo podría utilizar un 25 % de sus reservas de crudo y sus depósitos bituminosos.
Por su parte, la explotación de recursos de gas no convencionales, como el gas de lutita, debería estar "severamente limitada" en China, India, África y Oriente Medio y, en menor medida, en Estados Unidos, para alcanzar los objetivos medioambientales.
Los autores de la investigación cuestionan el compromiso de los Gobiernos para lograr los objetivos de calentamiento del planeta, a juzgar por sus inversiones en el sector energético en sus territorios.
También subrayan que la explotación de nuevos recursos de combustible fósil en lugares como el Ártico "es incompatible" con los esfuerzos por limitar el cambio climático.
Una tercera parte de las reservas de petróleo, la mitad de las de gas y más del 80 % de las reservas de carbón actuales deben permanecer intactas en los próximos 40 años a fin de limitar a 2ºC el calentamiento global, publica hoy la revista "Nature".
De acuerdo con el estudio, estas son las condiciones que permitirían tener una probabilidad del 50 % de cumplir el objetivo oficial de limitar el calentamiento global a esos 2ºC por encima de los niveles previos a la industrialización.
El análisis, realizado por un equipo encabezado por Christopher McGlade, del University College London, muestra que, para cumplir con el objetivo climático del siglo XXI, es necesario restringir el uso de los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) en esas proporciones.
Los científicos cuantificaron la distribución regional de crudo, carbón y gas que tendría que haber bajo tierra para cumplir con la meta, acordada mediante consenso internacional.
Por ejemplo, en el caso de Oriente Medio, aunque utilice más del 60 % de sus reservas de petróleo, debería dejar más de 260 millones de barriles bajo el suelo.
Según los cálculos de los expertos, Estados Unidos y Australia "no podrían utilizar más del 10 % de sus reservas de carbón", a fin de limitar las emisiones de dióxido de carbono y reducir el impacto del cambio climático. Canadá solo podría utilizar un 25 % de sus reservas de crudo y sus depósitos bituminosos.
Por su parte, la explotación de recursos de gas no convencionales, como el gas de lutita, debería estar "severamente limitada" en China, India, África y Oriente Medio y, en menor medida, en Estados Unidos, para alcanzar los objetivos medioambientales.
Los autores de la investigación cuestionan el compromiso de los Gobiernos para lograr los objetivos de calentamiento del planeta, a juzgar por sus inversiones en el sector energético en sus territorios.
También subrayan que la explotación de nuevos recursos de combustible fósil en lugares como el Ártico "es incompatible" con los esfuerzos por limitar el cambio climático.