Cumaral le dijo No a la explotación petrolera
Con un contundente 97% de los votos, el pueblo del piedemonte llanero decidió en la consulta popular de este domingo que no quería que en su territorio se adelantará exploración ni explotación de hidrocarburos.
Redacción Medio ambiente
Este domingo, 7.703 cumaraleños salieron a las urnas para votar en la consulta popular convocada por su alcalde, miguel Caro, y por un comité cívico. Ante la pregunta, “¿Está usted de acuerdo, ciudadano cumaraleño, con que dentro de la jurisdicción del municipio de Cumaral (Meta) se ejecuten actividades de exploración sísmica, perforación exploratoria y producción de hidrocarburos?”, el 97% de los votantes respondieron No.
La consulta surgió después de que la empresa indochina Mansarovar llegara al municipio en junio de 2016, para hacer actividades de exploración en el Bloque Llanos 69, que el gobierno le había adjudicado en 2014. El bloque está conforomado por 22.000 de las 69.000 hectáreas que conforman al municipio del Meta, ubicado a 20 minutos de Villavicencio.
Desde su llegada, los empresarios de Mansarovar fueron rechazados por buena parte de la comunidad. Carolina Orduz, una de las líderes del comité que promovió el voto por el No, le comentó a El Espectador que el rechazo se debió a que ya en 2012 otra empresa había llegado al municipio para hacer las pruebas sísmicas de la etapa de exploración.
“En ese entonces, nadie puso oposición, porque no sabíamos las consecuencias. Pero luego, el 23 de diciembre de ese año, la comunidad contó 134 deslizamientos en la vereda Chepero Alto, en donde se había adelantado la mayor parte de la sísmica” le dijo Carlos Rodríguez, un campesino que hizo parte del comité que promovió el voto por el No en la cabecera y en las 12 veredas del municipio.
Además, según ganaderos de la zona, desde ese entonces, los aljibes (pozos en los que se saca el agua subterránea) cada vez había que cavarlos más hondo. César Díaz, nombrado veterinario del año en Meta y dueño de varios criaderos de pollos, cuenta que desde que se hicieron las primeras sísmicas en 2012, “hemos tenido que profundizar los aljibes en parte por eso, y en parte por todo el tema del cambio del clima”.
Por eso los ciudadanos empezaron a moverse para realizar una consulta, inspirados por la consulta popular que en 2013, prohibió la explotación petrolera en Tauramena (Casanare). Puerta a puerta, convocaron a los habitantes de las 12 veredas para votar el pasado 4 de junio, contra los intentos de la empresa Mansarovar (coadyuvados por el Ministerio de Minas y Energía) de frenar la iniciativa a través de una acción de tutela.
Fue así como lograron obtener el 97,04% de los votos, contra el 2,38% que votó por el Sí (es decir, 183 votos). Con esta decisión, no solo se frenarían las actividades petroleras de Mansarovar, sino que quedarían bloqueada la titulación, exploración y explotación de otros cuatro bloques petroleros en el municipio.
Este domingo, 7.703 cumaraleños salieron a las urnas para votar en la consulta popular convocada por su alcalde, miguel Caro, y por un comité cívico. Ante la pregunta, “¿Está usted de acuerdo, ciudadano cumaraleño, con que dentro de la jurisdicción del municipio de Cumaral (Meta) se ejecuten actividades de exploración sísmica, perforación exploratoria y producción de hidrocarburos?”, el 97% de los votantes respondieron No.
La consulta surgió después de que la empresa indochina Mansarovar llegara al municipio en junio de 2016, para hacer actividades de exploración en el Bloque Llanos 69, que el gobierno le había adjudicado en 2014. El bloque está conforomado por 22.000 de las 69.000 hectáreas que conforman al municipio del Meta, ubicado a 20 minutos de Villavicencio.
Desde su llegada, los empresarios de Mansarovar fueron rechazados por buena parte de la comunidad. Carolina Orduz, una de las líderes del comité que promovió el voto por el No, le comentó a El Espectador que el rechazo se debió a que ya en 2012 otra empresa había llegado al municipio para hacer las pruebas sísmicas de la etapa de exploración.
“En ese entonces, nadie puso oposición, porque no sabíamos las consecuencias. Pero luego, el 23 de diciembre de ese año, la comunidad contó 134 deslizamientos en la vereda Chepero Alto, en donde se había adelantado la mayor parte de la sísmica” le dijo Carlos Rodríguez, un campesino que hizo parte del comité que promovió el voto por el No en la cabecera y en las 12 veredas del municipio.
Además, según ganaderos de la zona, desde ese entonces, los aljibes (pozos en los que se saca el agua subterránea) cada vez había que cavarlos más hondo. César Díaz, nombrado veterinario del año en Meta y dueño de varios criaderos de pollos, cuenta que desde que se hicieron las primeras sísmicas en 2012, “hemos tenido que profundizar los aljibes en parte por eso, y en parte por todo el tema del cambio del clima”.
Por eso los ciudadanos empezaron a moverse para realizar una consulta, inspirados por la consulta popular que en 2013, prohibió la explotación petrolera en Tauramena (Casanare). Puerta a puerta, convocaron a los habitantes de las 12 veredas para votar el pasado 4 de junio, contra los intentos de la empresa Mansarovar (coadyuvados por el Ministerio de Minas y Energía) de frenar la iniciativa a través de una acción de tutela.
Fue así como lograron obtener el 97,04% de los votos, contra el 2,38% que votó por el Sí (es decir, 183 votos). Con esta decisión, no solo se frenarían las actividades petroleras de Mansarovar, sino que quedarían bloqueada la titulación, exploración y explotación de otros cuatro bloques petroleros en el municipio.