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Un estudio publicado en la revista Current Biology demostró que cuando los delfines copulan, en periodos no reproductivos, las hembras sienten placer.
Para este estudio se recolectaron los clítoris extirpados de 11 hembras Tursiops truncatus (o nariz de botella) de todas las edades, que fallecieron de forma natural. Se revisaron las fibras nerviosas así como el tejido eréctil de este órgano, que se ubica en la entrada de la abertura de la vagina, evidenciando que el clítoris cuenta con grandes terminaciones nerviosas debajo de la piel, con más de medio milímetro de diámetro aproximadamente. (Le puede interesar: De una isla del Caribe al plato de sushi: el millonario negocio de pescar anguilas)
Sabiendo que los delfines mantienen relaciones sexuales no sólo para la reproducción sino para establecer o solidificar lazos sociales, se presumía que el clítoris de las hembras fuera funcional, además de que su tamaño supondría una estimulación inevitable durante la copulación. El estudio afirma que “es difícil determinar una respuesta de placer sexual en animales que no son aptos para el examen neuroconductual, pero la investigación del clítoris puede dilucidar la evidencia de la funcionalidad (...). Nuestras observaciones sugieren que el clítoris de los delfines tiene espacios eréctiles bien desarrollados, es muy sensible a la estimulación táctil y probablemente sea funcional”.
Además, se encontró que durante las relaciones hembra-hembra de los delfines, la estimulación del clítoris también resulta importante y se hace mediante el frote de este con el hocico o las aletas. El estudio sugiere que “las delfines hembra probablemente experimentan placer cuando se estimula el clítoris durante la cópula, el comportamiento homosexual y la masturbación”. (Lea: Calentamiento del agua tiene en peligro a las anchoas)
Este examen anatómico concluyó que existen similitudes entre el clítoris de las hembras delfín con el “de otras especies conocidas por tener placer sexual, incluidos los humanos”. Son similares en que tienen un tejido que mantiene la forma del tejido eréctil cuando está lleno de sangre, los terminales libres nerviosos que llegan debajo de la piel y otras estructuras sensoriales asociadas con el placer, sin embargo, la principal diferencia es que el clítoris de los delfines hembra no cuenta con cuerpos nerviosos abrazando la vagina como sí el clítoris humano.