Los pangolines son mamíferos que pertenecen a la familia Pholidota. Se caracterizan por tener el cuerpo cubierto de escamas hechas de queratina, la misma sustancia que compone las uñas y el cabello de los humanos. Estas escamas les sirven como protección contra los depredadores; cuando se sienten amenazados, se enrollan en una bola, exponiendo solo sus escamas duras. Tienen un cuerpo alargado y una cola fuerte, se alimentan principalmente de hormigas y termitas y están en peligro de extinción debido a la caza y el comercio ilegal. Son cazados por su carne, considerada una delicia en algunas culturas, y por sus escamas, que se utilizan en la medicina tradicional de varias culturas.
A pesar de ser uno de los animales más traficados en el mundo, se carece de un conocimiento detallado de la distribución de los pangolines en África occidental. Se sospecha, sin embargo, que se han producido muchas extinciones locales. El último avistamiento documentado de un pangolín gigante en Senegal se produjo en el Parque Nacional Niokolo-Koba (NKNP) y se remonta a 1999. Sin embargo, tras un amplio estudio con cámaras trampa realizado en el NKNP en 2023, un grupo de investigadores acaba de presentar pruebas fotográficas de que los pangolines gigantes siguen estando presentes en el parque. “Estos redescubrimientos no solo subrayan la importancia de los inventarios sistemáticos de la biodiversidad, sino también el valor crítico de las grandes áreas protegidas de África occidental”, dice la investigación.
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Los autores del estudio hacen parte de la ONG Panthera, una organización fundada para la protección de los felinos hace un par de décadas, y por la Dirección de Parques Nacionales de Senegal (DPN), dirigido por Mouhamadou Ndiaye. El Parque Nacional Niokolo-Koba es uno de los parques nacionales de África occidental, ubicado en el sureste de Senegal. Este parque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, abarca una vasta área de sabanas, bosques, y ríos, y es hogar de una rica biodiversidad. Aquí se encuentran especies emblemáticas como leones, elefantes, chimpancés, hipopótamos, y numerosas especies de aves. Además, el parque es conocido por sus paisajes impresionantes y su importancia ecológica.
Mouhamadou Ndiaye y el equipo de parques nacionales de Senegal instalaron más de 200 cámaras trampa con el propósito de supervisar los esfuerzos de conservación que se llevan a cabo en este parque. Las cámaras funcionan las 24 horas del día en todas las condiciones climáticas para capturar la actividad de la vida silvestre. Marina Drouilly, coordinadora regional de África occidental y central para estudios de vida silvestre en Panthera, explicó en una columna en The Conversation que los dispositivos se activan cada vez que pasa un animal. “Los investigadores suelen estar muy entusiasmados cuando llega el momento de recoger las cámaras, ansiosos por descubrir qué especies y comportamientos han sido fotografiados. A veces, en el corazón de estos parques se esconden verdaderos tesoros”, cuenta allí Drouilly.
El pasado 28 de diciembre de 2023, Mouhamadou Ndiaye revisó una tarjeta de memoria de una de las cámaras. “Esperaba ver imágenes de un jabalí, un leopardo o un león. En cambio, se sorprendió al encontrar un animal de gran tamaño, con escamas, una cola larga y un hocico fino. “¡Es un pangolín gigante!”, exclamó”, recuerda Drouilly. Existen ocho especies de pangolines, distribuidas entre Asia y África. En Asia, se encuentran el pangolín chino, el pangolín de la India, el pangolín de Sunda y el pangolín de las Filipinas, cada uno adaptado a sus respectivos hábitats y dietas. En África, hacen presencia el pangolín de cola larga, el pangolín de vientre blanco y el pangolín de Temminck , que habitan en diversas regiones del continente.
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Además, está también el pangolín gigante, conocido científicamente como Smutsia gigantea. También se le llama pangolín de cola corta o pangolín gigante de cola corta. Este pangolín es el mayor de las especies africanas y se distingue por su gran tamaño y su cuerpo robusto. Habita en las selvas y bosques de África Central y Occidental, donde se alimenta principalmente de insectos, como hormigas y termitas. La identificación que hizo el equipo en Senegal fue verificada por el resto del equipo y por miembros del grupo de especialistas en pangolines de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La especie no había sido documentada en Senegal desde 1999, y no se había capturado evidencia fotográfica desde 1967. Los investigadores la habían considerado localmente extinta, especialmente porque cinco estudios extensos realizados en el parque entre 2019 y 2022 no habían logrado detectar su presencia, cuenta Drouilly. Este avistamiento puede tener importantes repercusiones, según la experta. En primer lugar, y desde un punto de vista científico y ecológico, “este redescubrimiento mejora nuestra comprensión de la biodiversidad del parque y ofrece nuevas oportunidades para la investigación sobre la ecología, el comportamiento y la genética de las especies, además de impulsar iniciativas de conservación”.
Desde una perspectiva económica, este redescubrimiento puede dar lugar a un aumento de los subsidios y la financiación del parque para proteger la especie.
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