Transformar la ganadería, la tarea de Colombia para reducir las emisiones de metano
En la cumbre climática, que terminó hace una semana, se anunció que más de 150 países se han comprometido a reducir un 30 % las emisiones de metano para 2030. Quedan dudas sobre cómo se detectarán las grandes fugas del gas y si el sector ganadero se logrará transformar.
María Camila Bonilla
Hace unos días finalizó la cumbre anual sobre cambio climático más importante, la COP27. El encuentro culminó con un texto de acuerdo final, donde el compromiso más destacado fue la creación de un fondo para los “daños y pérdidas” que causa el cambio climático.
Sin embargo, la mayoría de medios pasaron por alto uno de los acuerdos que más se destacaron en la cumbre climática pasada (COP26): el Compromiso Mundial del Metano (GMP, por su sigla en inglés), un potente gas de efecto invernadero (GEI). Este pacto, firmado por más de 100 países en 2021, busca reducir las emisiones de metano en un 30 % para 2030.
Los países que lideran el GMP estiman que, de lograrse este objetivo, la temperatura global podría disminuir al menos 0,2° C entre 2040 y 2070. Puede parecer una cifra pequeña, pero de ser así sería un gran aporte a cumplir la meta climática más importante: limitar el aumento de la temperatura del mundo por debajo de los 1,5° C para 2100. Hasta ahora la temperatura ha subido 1,1° C por encima de los niveles preindustriales.
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¿Cuál fue el avance en este compromiso al cierre de la cumbre climática de este año? Tal vez de los anuncios más repetidos durante la conferencia es que ya cuenta con las firmas de más de 150 países, aunque todavía hay tres grandes ausentes: China, India y Rusia, que están entre los cinco países que más emiten metano.
“El metano es un gas sobre el que podemos hacer algo, podemos reducirlo haciendo cosas simples en varios sectores”, dijo en la cumbre de este año Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea.¿Qué acciones se tienen que hacer para disminuir las emisiones de metano? ¿Es fácil llevarlas a cabo? ¿Es cierto que bajar las emisiones de metano es la forma más rápida de mitigar el calentamiento global?
¿De dónde vienen las emisiones de metano?
El metano es uno de los gases con mayor potencial de generar calentamiento global. Aunque este gas solo dura unos 10 años en la atmósfera, es mucho más potente que el dióxido de carbono (CO2). Benjamín Quesada, climatólogo y profesor del programa de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario, explica que “una molécula de metano contribuye alrededor de 25 veces al calentamiento que una molécula de CO2 en un período de 100 años”.
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Las emisiones de este gas vienen, en su mayoría, de los sectores de la energía, agricultura y la disposición de residuos sólidos, indica Quesada. El sector de la energía, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), es responsable del 40 % de las emisiones de metano. ¿Por qué?
Durante los procesos de exploración y explotación de gas natural y petróleo a veces hay emisiones fugitivas, que se pueden dar por las actividades de producción o por fugas. En el caso del metano, explica Jonathan Sánchez, ingeniero químico y especialista sectorial y corporativo en cambio climático y biodiversidad en WWF, a lo largo de la cadena de transporte del gas natural se pueden presentar fugas de metano desde motores, tanques de almacenamiento y tuberías.
Las actividades de mantenimiento y fallas en los tubos con gas natural, además, emiten metano, agrega Carlos Adrián Correa, ingeniero electricista y director de la maestría en energía y sostenibilidad de la Universidad Javeriana. “Evitar las emisiones en las fallas, que son difíciles de prevenir, es difícil”, indica.
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Pero también se presentan emisiones cuando se extrae petróleo, ya que un poco de gas está “pegado” al crudo. Para eliminarlo, este pasa por un proceso llamado quema de gas, que resulta en emisiones de metano. “Por ejemplo, después de extraer el petróleo se mete a un tanque. Ahí el petróleo ‘respira’, por decirlo así, y bota más metano y, por temas de seguridad, se abren unas válvulas y se bota el gas al aire”, explica Sánchez.
Este año la AIE informó que estas emisiones relacionadas con actividades de la industria de producción de gas natural y petróleo podrían ser aproximadamente un 70 % mayores de lo que se ha reportado. El infrarregistro de las emisiones es “un problema que ya se ha detectado”, indica Correa, de la Javeriana. La razón detrás de los problemas de detección se relaciona con la metodología para llevar los registros de las emisiones.
¿Cómo medir bien las emisiones?
Lograr rastrear correctamente dónde se generan las grandes fugas de metano y cuál es la industria o empresa responsable es uno de los grandes retos para el Compromiso Mundial por el Metano. Para tratar de solucionar este problema, este año, en la COP27, la ONU anunció el lanzamiento del Sistema de Alerta y Respuesta de Metano (MARS, por su sigla en inglés), una plataforma que utilizará datos de satélites para identificar grandes emisiones de ese elemento.
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Después de identificar puntos calientes de emisiones de metano y de atribuirlas a una fuente, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente “notificará a los gobiernos y empresas sobre las emisiones, ya sea directamente o a través de socios, para que la entidad responsable pueda tomar las medidas apropiadas”, explica la ONU.
Sánchez, de WWF, indica que el uso de estas tecnologías debería ser el camino para reducir las emisiones, aunque reconoce que también pueden tener limitaciones. La AIE explicó este año que las tecnologías satelitales tienen problemas para analizar datos en “áreas en alta mar, cadenas montañosas, regiones nevadas o cubiertas de hielo y en latitudes altas”. Sus observaciones se pueden afectar si ciertas zonas están cubiertas de nubes, como sucede en países con bosques densos o en regiones ecuatoriales.
La ganadería, el gran desafío
Según el último reporte disponible de las emisiones de GEI de Colombia, la ganadería es un sector responsable del 64 % de las emisiones de metano (la energía es culpable del 12,3 %). Una sola vaca puede llegar a producir entre 69 y 119 kilogramos de metano al año.
Esto significa que el país se debe enfocar en cómo reducir las emisiones en ese sector. Pero, hasta el momento, no hay un plan específico para hacerlo, a diferencia de lo que ya sucede en los sectores de hidrocarburos y vivienda, asevera Sánchez. “Hay estudios sobre cómo mejorar los alimentos, la genética, el manejo de pasturas para mitigar las emisiones, pero alcanzar la meta de reducir las emisiones en un 30 % es bastante ambicioso; el desafío será encontrar la forma de hacerlo y revisar cuáles son las alternativas”, dice.
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Sin embargo, el Compromiso Mundial por el Metano está atrasado en definir caminos para lograr esta disminución. Hasta la cumbre climática de este año se establecieron algunas acciones para mitigar las emisiones de metano en el sector agrícola. Por ejemplo, se anunció que, en cabeza del Green Climate Fund, una serie de organizaciones dará US$3,5 millones para proyectos que ayudarán a la transición de los sistemas lecheros a iniciativas menos contaminantes en Kenia, Ruanda, Tanzania y Uganda.
Hace unos días finalizó la cumbre anual sobre cambio climático más importante, la COP27. El encuentro culminó con un texto de acuerdo final, donde el compromiso más destacado fue la creación de un fondo para los “daños y pérdidas” que causa el cambio climático.
Sin embargo, la mayoría de medios pasaron por alto uno de los acuerdos que más se destacaron en la cumbre climática pasada (COP26): el Compromiso Mundial del Metano (GMP, por su sigla en inglés), un potente gas de efecto invernadero (GEI). Este pacto, firmado por más de 100 países en 2021, busca reducir las emisiones de metano en un 30 % para 2030.
Los países que lideran el GMP estiman que, de lograrse este objetivo, la temperatura global podría disminuir al menos 0,2° C entre 2040 y 2070. Puede parecer una cifra pequeña, pero de ser así sería un gran aporte a cumplir la meta climática más importante: limitar el aumento de la temperatura del mundo por debajo de los 1,5° C para 2100. Hasta ahora la temperatura ha subido 1,1° C por encima de los niveles preindustriales.
Puede ver: ¿Qué pasa cuando los ciclones y los incendios se encuentran?
¿Cuál fue el avance en este compromiso al cierre de la cumbre climática de este año? Tal vez de los anuncios más repetidos durante la conferencia es que ya cuenta con las firmas de más de 150 países, aunque todavía hay tres grandes ausentes: China, India y Rusia, que están entre los cinco países que más emiten metano.
“El metano es un gas sobre el que podemos hacer algo, podemos reducirlo haciendo cosas simples en varios sectores”, dijo en la cumbre de este año Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea.¿Qué acciones se tienen que hacer para disminuir las emisiones de metano? ¿Es fácil llevarlas a cabo? ¿Es cierto que bajar las emisiones de metano es la forma más rápida de mitigar el calentamiento global?
¿De dónde vienen las emisiones de metano?
El metano es uno de los gases con mayor potencial de generar calentamiento global. Aunque este gas solo dura unos 10 años en la atmósfera, es mucho más potente que el dióxido de carbono (CO2). Benjamín Quesada, climatólogo y profesor del programa de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario, explica que “una molécula de metano contribuye alrededor de 25 veces al calentamiento que una molécula de CO2 en un período de 100 años”.
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Las emisiones de este gas vienen, en su mayoría, de los sectores de la energía, agricultura y la disposición de residuos sólidos, indica Quesada. El sector de la energía, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), es responsable del 40 % de las emisiones de metano. ¿Por qué?
Durante los procesos de exploración y explotación de gas natural y petróleo a veces hay emisiones fugitivas, que se pueden dar por las actividades de producción o por fugas. En el caso del metano, explica Jonathan Sánchez, ingeniero químico y especialista sectorial y corporativo en cambio climático y biodiversidad en WWF, a lo largo de la cadena de transporte del gas natural se pueden presentar fugas de metano desde motores, tanques de almacenamiento y tuberías.
Las actividades de mantenimiento y fallas en los tubos con gas natural, además, emiten metano, agrega Carlos Adrián Correa, ingeniero electricista y director de la maestría en energía y sostenibilidad de la Universidad Javeriana. “Evitar las emisiones en las fallas, que son difíciles de prevenir, es difícil”, indica.
Puede ver: Obras en Gorgona: un debate sobre lo complejo de proteger áreas marinas
Pero también se presentan emisiones cuando se extrae petróleo, ya que un poco de gas está “pegado” al crudo. Para eliminarlo, este pasa por un proceso llamado quema de gas, que resulta en emisiones de metano. “Por ejemplo, después de extraer el petróleo se mete a un tanque. Ahí el petróleo ‘respira’, por decirlo así, y bota más metano y, por temas de seguridad, se abren unas válvulas y se bota el gas al aire”, explica Sánchez.
Este año la AIE informó que estas emisiones relacionadas con actividades de la industria de producción de gas natural y petróleo podrían ser aproximadamente un 70 % mayores de lo que se ha reportado. El infrarregistro de las emisiones es “un problema que ya se ha detectado”, indica Correa, de la Javeriana. La razón detrás de los problemas de detección se relaciona con la metodología para llevar los registros de las emisiones.
¿Cómo medir bien las emisiones?
Lograr rastrear correctamente dónde se generan las grandes fugas de metano y cuál es la industria o empresa responsable es uno de los grandes retos para el Compromiso Mundial por el Metano. Para tratar de solucionar este problema, este año, en la COP27, la ONU anunció el lanzamiento del Sistema de Alerta y Respuesta de Metano (MARS, por su sigla en inglés), una plataforma que utilizará datos de satélites para identificar grandes emisiones de ese elemento.
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Después de identificar puntos calientes de emisiones de metano y de atribuirlas a una fuente, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente “notificará a los gobiernos y empresas sobre las emisiones, ya sea directamente o a través de socios, para que la entidad responsable pueda tomar las medidas apropiadas”, explica la ONU.
Sánchez, de WWF, indica que el uso de estas tecnologías debería ser el camino para reducir las emisiones, aunque reconoce que también pueden tener limitaciones. La AIE explicó este año que las tecnologías satelitales tienen problemas para analizar datos en “áreas en alta mar, cadenas montañosas, regiones nevadas o cubiertas de hielo y en latitudes altas”. Sus observaciones se pueden afectar si ciertas zonas están cubiertas de nubes, como sucede en países con bosques densos o en regiones ecuatoriales.
La ganadería, el gran desafío
Según el último reporte disponible de las emisiones de GEI de Colombia, la ganadería es un sector responsable del 64 % de las emisiones de metano (la energía es culpable del 12,3 %). Una sola vaca puede llegar a producir entre 69 y 119 kilogramos de metano al año.
Esto significa que el país se debe enfocar en cómo reducir las emisiones en ese sector. Pero, hasta el momento, no hay un plan específico para hacerlo, a diferencia de lo que ya sucede en los sectores de hidrocarburos y vivienda, asevera Sánchez. “Hay estudios sobre cómo mejorar los alimentos, la genética, el manejo de pasturas para mitigar las emisiones, pero alcanzar la meta de reducir las emisiones en un 30 % es bastante ambicioso; el desafío será encontrar la forma de hacerlo y revisar cuáles son las alternativas”, dice.
Puede ver: Encuentran raro fósil de león americano por la sequía en el río Misisipi
Sin embargo, el Compromiso Mundial por el Metano está atrasado en definir caminos para lograr esta disminución. Hasta la cumbre climática de este año se establecieron algunas acciones para mitigar las emisiones de metano en el sector agrícola. Por ejemplo, se anunció que, en cabeza del Green Climate Fund, una serie de organizaciones dará US$3,5 millones para proyectos que ayudarán a la transición de los sistemas lecheros a iniciativas menos contaminantes en Kenia, Ruanda, Tanzania y Uganda.