El decálogo que propone la “Coalición ecológica” a los candidatos a la Presidencia
La Coalición Ecológica Nacional de Colombia construye un decálogo de 10 consideraciones que envía a los candidatos a la Presidencia en Colombia.
Colombia vivirá en 2022 elecciones generales a Congreso y Presidencia. Aunque lo hará algunos meses después de la realización de la cumbre climática COP26 (entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre de 2021). Ambas citas se darán en un momento clave del planeta: las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a las que se vienen comprometiendo los Estados se están quedando cortas para limitar el incremento de la temperatura global, así lo ha señalado la ONU.
El organismo ha pedido mayor compromiso político en los países.
En ese marco nació la Coalición Ecológica Nacional de Colombia, un grupo de ambientalistas de todas las profesiones que se ha propuesto que el tema ambiental gane presencia dentro de las políticas públicas y privadas. Recientemente la coalición ha trabajado un documento de diez consideraciones en el que señala los puntos más importantes en este tema que deben tener en cuenta los candidatos a la presidencia y al Congreso de Colombia en sus planes de acción.
Puede ver: Las cartas que jugará Colombia en la cumbre del cambio climático
El decálogo, que se le enviará a los candidatos, trata asuntos como la deforestación, la protección del agua, la descarbonización, los modelos de urbanización en las llamadas “Eco-Ciudades” y el tráfico de fauna. A continuación, el documento completo:
“La Coalición Ecológica Nacional (CEN) propone a los candidatos al Congreso y a los precandidatos a la Presidencia de la República de Colombia, que incluyan en su agenda ambiental y visión estratégica, al menos los siguientes diez (10) puntos centrales:
1. Protección a la vida en todas sus formas
Los colombianos de todos los orígenes, etnias y territorios, en igualdad de derechos, deben ser protegidos por el Estado. Esta obligación se hace extensiva a toda vida animal y vegetal en nuestras regiones. El cambio climático se considera el mayor riesgo para la vida en el planeta.
2. Modelo para la Sostenibilidad
El modelo de desarrollo actual no es sostenible. Es urgente buscar un equilibrio entre el crecimiento económico, las dinámicas de la población y de la naturaleza, con equidad entre la tierra y sus riquezas. Estos principios deben reflejarse en el Presupuesto General de la Nación, asignando recursos para la población más vulnerable que interactúa con el medio ambiente, así como para la ciencia, la transición energética y la descarbonización de la economía. El desarrollo tecnológico, la educación ambiental, los modelos agrosilvopastoriles, el cuidado del agua y sus ecosistemas dependientes como los páramos y humedales, al igual que la amazonia, la orinoquia, las regiones andina y caribe, y el Chocó biogeográfico; tanto como la salud pública, la justicia y la paz son parte integral de la sostenibilidad.
3. Tráfico de gente, fauna y zoonosis
El maltrato a la naturaleza, a los territorios comunitarios (i.e. indígenas y afrocolombianos), así como las amenazas a especies de fauna y flora, a los recursos de suelos y aire, son delitos ambientales en Colombia. El tráfico de personas, animales, drogas y armas debe cesar inmediatamente. La interrelación violenta de humanos con animales lleva al deterioro de ecosistemas naturales y a la propagación de pandemias.
4. Deforestación, reforestación y restauración ecológica
La pérdida de ecosistemas acuáticos y boscosos, debido a la ganadería extensiva, especulación de tierras ociosas, lavado de activos, extracción de minerales y narcotráfico, son una catástrofe ecológica global. Es obligación detener la pérdida de los bosques y humedales, promoviendo acciones de restauración y reforestación, para que todas las formas de vida humana, animal y vegetal se mantengan en equilibrio.
5. Equidad, pobreza y género
La desigualdad social incrementa el uso desaforado de recursos naturales, genera formas de contaminación, desplazamiento de poblaciones y maltrato entre géneros. La lucha contra la pobreza multidimensional es un pilar del desarrollo sostenible.
6. Territorios del agua
Colombia contiene un 30 % de su territorio continental en humedales. El agua que los nutre viene cargada de basuras, sedimentos y alta toxicidad. Este deterioro de ecosistemas acuáticos obliga a la protección de las cuencas fluviales, en particular del río Magdalena, eje central del territorio y fuente de ingresos de miles de pescadores. De nuestra riqueza hídrica se abastecen todos los sectores productivos, las ciudades y la biodiversidad, ahora en peligro de degradación sin retorno.
7. Mares, costas y pobladores
Los efectos de la deforestación afectan las costas del Caribe y el océano Pacífico. La contaminación y sedimentación de los ríos genera impactos para la vida animal marina, amenaza la seguridad alimentaria de las regiones y genera efluentes submarinos tóxicos. Los residuos líquidos y sólidos sin tratar, producto de la actividad agrícola y urbanística, están envenenando el potencial marino y costero Colombia.
8. Transformación productiva, tenencia de la tierra y conflictos agrarios
Una tarea inaplazable es transformar el modelo actual de ganadería extensiva por sistemas agrosilvopastoriles, con ganadería regenerativa, disminuyendo áreas deforestadas y devastadas por incendios y mal uso del suelo. La agroecología y la agricultura regenerativa deben ser promovidas por el Estado nacional. La industria debe aumentar su inversión en ciencia y tecnología para aumentar el valor agregado agroindustrial. La reducción de la inequidad rural es paso central para dar acceso integral al uso sostenible del suelo nacional, encaminada a una reforma rural integral.
9. Descarbonización y matriz energética
Avanzar aceleradamente en la transición energética aprovechando la riqueza nacional del sol, vientos, mareas y residuos orgánicos, mediante modelos novedosos de economía circular, buscando la carbono-neutralidad.
10. Eco-Ciudades
Hay evidencia de crecientes movimientos de población, con la reducción de habitantes urbanos. La planificación ambiental del territorio debe reducir las amenazas multi-dimensionales y los riesgos climáticos para garantizar equidad en el bienestar de la población urbana. Las relaciones vivienda-trabajo se deben acortar, los medios de transporte se deben electrificar, se deben ampliar las zonas verdes y limitar las fronteras de la urbanización.
Las eco-ciudades deben cuidar sus regiones proveedoras de agua, zonas de reserva forestal, aprovechando las aguas lluvias, dando tratamiento a las aguas residuales y al reciclaje, en todas las dimensiones, hasta lograr la meta de Basura cero”.
Colombia vivirá en 2022 elecciones generales a Congreso y Presidencia. Aunque lo hará algunos meses después de la realización de la cumbre climática COP26 (entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre de 2021). Ambas citas se darán en un momento clave del planeta: las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a las que se vienen comprometiendo los Estados se están quedando cortas para limitar el incremento de la temperatura global, así lo ha señalado la ONU.
El organismo ha pedido mayor compromiso político en los países.
En ese marco nació la Coalición Ecológica Nacional de Colombia, un grupo de ambientalistas de todas las profesiones que se ha propuesto que el tema ambiental gane presencia dentro de las políticas públicas y privadas. Recientemente la coalición ha trabajado un documento de diez consideraciones en el que señala los puntos más importantes en este tema que deben tener en cuenta los candidatos a la presidencia y al Congreso de Colombia en sus planes de acción.
Puede ver: Las cartas que jugará Colombia en la cumbre del cambio climático
El decálogo, que se le enviará a los candidatos, trata asuntos como la deforestación, la protección del agua, la descarbonización, los modelos de urbanización en las llamadas “Eco-Ciudades” y el tráfico de fauna. A continuación, el documento completo:
“La Coalición Ecológica Nacional (CEN) propone a los candidatos al Congreso y a los precandidatos a la Presidencia de la República de Colombia, que incluyan en su agenda ambiental y visión estratégica, al menos los siguientes diez (10) puntos centrales:
1. Protección a la vida en todas sus formas
Los colombianos de todos los orígenes, etnias y territorios, en igualdad de derechos, deben ser protegidos por el Estado. Esta obligación se hace extensiva a toda vida animal y vegetal en nuestras regiones. El cambio climático se considera el mayor riesgo para la vida en el planeta.
2. Modelo para la Sostenibilidad
El modelo de desarrollo actual no es sostenible. Es urgente buscar un equilibrio entre el crecimiento económico, las dinámicas de la población y de la naturaleza, con equidad entre la tierra y sus riquezas. Estos principios deben reflejarse en el Presupuesto General de la Nación, asignando recursos para la población más vulnerable que interactúa con el medio ambiente, así como para la ciencia, la transición energética y la descarbonización de la economía. El desarrollo tecnológico, la educación ambiental, los modelos agrosilvopastoriles, el cuidado del agua y sus ecosistemas dependientes como los páramos y humedales, al igual que la amazonia, la orinoquia, las regiones andina y caribe, y el Chocó biogeográfico; tanto como la salud pública, la justicia y la paz son parte integral de la sostenibilidad.
3. Tráfico de gente, fauna y zoonosis
El maltrato a la naturaleza, a los territorios comunitarios (i.e. indígenas y afrocolombianos), así como las amenazas a especies de fauna y flora, a los recursos de suelos y aire, son delitos ambientales en Colombia. El tráfico de personas, animales, drogas y armas debe cesar inmediatamente. La interrelación violenta de humanos con animales lleva al deterioro de ecosistemas naturales y a la propagación de pandemias.
4. Deforestación, reforestación y restauración ecológica
La pérdida de ecosistemas acuáticos y boscosos, debido a la ganadería extensiva, especulación de tierras ociosas, lavado de activos, extracción de minerales y narcotráfico, son una catástrofe ecológica global. Es obligación detener la pérdida de los bosques y humedales, promoviendo acciones de restauración y reforestación, para que todas las formas de vida humana, animal y vegetal se mantengan en equilibrio.
5. Equidad, pobreza y género
La desigualdad social incrementa el uso desaforado de recursos naturales, genera formas de contaminación, desplazamiento de poblaciones y maltrato entre géneros. La lucha contra la pobreza multidimensional es un pilar del desarrollo sostenible.
6. Territorios del agua
Colombia contiene un 30 % de su territorio continental en humedales. El agua que los nutre viene cargada de basuras, sedimentos y alta toxicidad. Este deterioro de ecosistemas acuáticos obliga a la protección de las cuencas fluviales, en particular del río Magdalena, eje central del territorio y fuente de ingresos de miles de pescadores. De nuestra riqueza hídrica se abastecen todos los sectores productivos, las ciudades y la biodiversidad, ahora en peligro de degradación sin retorno.
7. Mares, costas y pobladores
Los efectos de la deforestación afectan las costas del Caribe y el océano Pacífico. La contaminación y sedimentación de los ríos genera impactos para la vida animal marina, amenaza la seguridad alimentaria de las regiones y genera efluentes submarinos tóxicos. Los residuos líquidos y sólidos sin tratar, producto de la actividad agrícola y urbanística, están envenenando el potencial marino y costero Colombia.
8. Transformación productiva, tenencia de la tierra y conflictos agrarios
Una tarea inaplazable es transformar el modelo actual de ganadería extensiva por sistemas agrosilvopastoriles, con ganadería regenerativa, disminuyendo áreas deforestadas y devastadas por incendios y mal uso del suelo. La agroecología y la agricultura regenerativa deben ser promovidas por el Estado nacional. La industria debe aumentar su inversión en ciencia y tecnología para aumentar el valor agregado agroindustrial. La reducción de la inequidad rural es paso central para dar acceso integral al uso sostenible del suelo nacional, encaminada a una reforma rural integral.
9. Descarbonización y matriz energética
Avanzar aceleradamente en la transición energética aprovechando la riqueza nacional del sol, vientos, mareas y residuos orgánicos, mediante modelos novedosos de economía circular, buscando la carbono-neutralidad.
10. Eco-Ciudades
Hay evidencia de crecientes movimientos de población, con la reducción de habitantes urbanos. La planificación ambiental del territorio debe reducir las amenazas multi-dimensionales y los riesgos climáticos para garantizar equidad en el bienestar de la población urbana. Las relaciones vivienda-trabajo se deben acortar, los medios de transporte se deben electrificar, se deben ampliar las zonas verdes y limitar las fronteras de la urbanización.
Las eco-ciudades deben cuidar sus regiones proveedoras de agua, zonas de reserva forestal, aprovechando las aguas lluvias, dando tratamiento a las aguas residuales y al reciclaje, en todas las dimensiones, hasta lograr la meta de Basura cero”.