El dinosaurio que habló en la ONU sobre extinción y cambio climático
El animal, animado con técnicas CGI, es protagonista de una campaña del organismo a días del inicio de la cumbre sobre clima COP26 en Glasgow.
Su ingreso a la sala de intervenciones de la ONU causa inmediata alarma. Todos los asistentes, los líderes del mundo y delegaciones de los países más y menos industrializados del mundo, giran la cabeza. Frankie, como se hace llamar, avanza decidido, resoplando de vez en vez y divisando a su alrededor. Llega al atril y tras un intercambio gracioso con el personal de seguridad, se dispone a hablar. Toma el micrófono, saluda.
“Sé un par de cosas sobre la extinción. Pensarías que esto sería obvio, extinguirse es algo malo. Al menos teníamos un asteroide, ¿cuál es tu excusa?”, pregunta. Frankie es protagonista de una campaña que lanzó la ONU, a pocos días de que comience la decisiva cumbre climática COP 26 en Glasgow, Reino Unido.
Mientras las agencias medioambientales publican informes que no hacen más que señalar que el mundo está al borde del abismo climático, el organismo envía un mensaje de alerta bastante contundente: una especie extinta se dirige a otra que, a luz de la ciencia, puede sufrir el mismo destino si continúa con sus acciones. “Te diriges a un desastre climático y, sin embargo, cada año los gobiernos gastan cientos de miles de millones de fondos públicos en subsidios a los combustibles fósiles”, dice el dinosaurio.
Puede ver: COP26: breve guía para entender por qué todos hablan de cambio climático
Imagínense, apunta con sorna, “que hubiéramos gastado cientos de miles de millones de dólares al año subvencionando meteoritos gigantes”. La campaña es un intento más del organismo de describir la importancia de la COP26 y la necesidad de que la humanidad entienda el riesgo al que se está enfrentando.
Hace apenas un par de días la ONU señaló que los nuevos compromisos de los países son insuficientes para frenar la emisión de gases de efecto invernadero, que podrían causar este siglo una subida de la temperatura del planeta de 2,7 grados -por encima del objetivo de 1,5 grados respecto a la era preindustrial-
A medida que se acerca la crucial cita, los temores de que no se llegue a un acuerdo lo suficientemente ambicioso crecen. Los gobiernos “no están a la altura””, insiste el secretario general de la ONU Antonio Guterres, señalando con el dedo al G20, que representa tres cuartas partes de las emisiones mundiales y celebra una cumbre este fin de semana en Roma.
Puede ver: Temperatura del planeta podría subir 2,7 grados durante este siglo
“Es absolutamente central que todos los países del G20 presenten antes de Glasgow o en Glasgow contribuciones compatibles con +1,5 °C”, señaló Guterres, “profundamente preocupado” ante la cercanía de la COP26. Lo mismo se oye del lado de lo organizadores británicos. “Estoy preocupado porque esto podría salir mal”, declaró el lunes el primer ministro Boris Johnson, sin perder las esperanzas.
Su ingreso a la sala de intervenciones de la ONU causa inmediata alarma. Todos los asistentes, los líderes del mundo y delegaciones de los países más y menos industrializados del mundo, giran la cabeza. Frankie, como se hace llamar, avanza decidido, resoplando de vez en vez y divisando a su alrededor. Llega al atril y tras un intercambio gracioso con el personal de seguridad, se dispone a hablar. Toma el micrófono, saluda.
“Sé un par de cosas sobre la extinción. Pensarías que esto sería obvio, extinguirse es algo malo. Al menos teníamos un asteroide, ¿cuál es tu excusa?”, pregunta. Frankie es protagonista de una campaña que lanzó la ONU, a pocos días de que comience la decisiva cumbre climática COP 26 en Glasgow, Reino Unido.
Mientras las agencias medioambientales publican informes que no hacen más que señalar que el mundo está al borde del abismo climático, el organismo envía un mensaje de alerta bastante contundente: una especie extinta se dirige a otra que, a luz de la ciencia, puede sufrir el mismo destino si continúa con sus acciones. “Te diriges a un desastre climático y, sin embargo, cada año los gobiernos gastan cientos de miles de millones de fondos públicos en subsidios a los combustibles fósiles”, dice el dinosaurio.
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Imagínense, apunta con sorna, “que hubiéramos gastado cientos de miles de millones de dólares al año subvencionando meteoritos gigantes”. La campaña es un intento más del organismo de describir la importancia de la COP26 y la necesidad de que la humanidad entienda el riesgo al que se está enfrentando.
Hace apenas un par de días la ONU señaló que los nuevos compromisos de los países son insuficientes para frenar la emisión de gases de efecto invernadero, que podrían causar este siglo una subida de la temperatura del planeta de 2,7 grados -por encima del objetivo de 1,5 grados respecto a la era preindustrial-
A medida que se acerca la crucial cita, los temores de que no se llegue a un acuerdo lo suficientemente ambicioso crecen. Los gobiernos “no están a la altura””, insiste el secretario general de la ONU Antonio Guterres, señalando con el dedo al G20, que representa tres cuartas partes de las emisiones mundiales y celebra una cumbre este fin de semana en Roma.
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“Es absolutamente central que todos los países del G20 presenten antes de Glasgow o en Glasgow contribuciones compatibles con +1,5 °C”, señaló Guterres, “profundamente preocupado” ante la cercanía de la COP26. Lo mismo se oye del lado de lo organizadores británicos. “Estoy preocupado porque esto podría salir mal”, declaró el lunes el primer ministro Boris Johnson, sin perder las esperanzas.