El G20 incumple promesas de reducción de emisiones, dice un análisis de “Nature”
Un análisis publicado en la revista Nature afirma que apenas el 6% de los 14 billones de dólares que el G20 ha destinado para la recuperación económica de la pandemia es “verde”. Con esas cifras, además, será imposible cumplir la meta de cero emisiones para 2050, pactada en la Cop26.
Aunque los gastos públicos en la pandemia se concentraron en la financiación de los sistemas de salud, los países del G20 también habrían incentivado el crecimiento de las industrias de combustibles fósiles.
Un análisis publicado en la revista Nature afirma que apenas el 6% del presupuesto total (14 billones de dólares) del G20 para la recuperación económica de la pandemia ha sido “verde”. “Pero aún, casi el 3% de los fondos de estímulo se han centrado en actividades que probablemente aumenten las emisiones globales, como el subsidio a la industria del carbón. Y ha habido pocos cambios en las estrategias a medida que las naciones han pasado del modo de rescate económico durante los cierres a la recuperación, a medida que las tiendas y otros negocios han reabierto”, señala el estudio. (Lea: Levantarán una ciudad junto a uno de los ríos más contaminados, pero ¿a qué costo?)
En una entrevista con el periódico The Guardian, Jonas Nahm, autor del estudio y profesor en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, afirmó que “el gasto dirigido a la recuperación económica podría haber mejorado significativamente nuestras posibilidades de permanecer dentro de los 1,5 °C -del calentamiento global- y colectivamente hemos perdido esa oportunidad. Es decepcionante que los gobiernos aún no comprendan por completo que el crecimiento económico, la prosperidad y la reducción de emisiones son en realidad complementarios”.
Estados Unidos, por ejemplo, ha aprobado una parte de sus incentivos “verdes” y otra aún no sale del Congreso. Mientras tanto, países como la India y Sudáfrica han gastado entre 11.000 y 14.000 millones de dólares en la industria del carbón y en electricidad. China, por su lado, aumentó su producción y uso del carbón: solo en 2021, el país asiático aumentó en un 4.7% el consumo del carbón. (Lea: China aumentará consumo de carbón pese al compromiso de reducir emisiones)
En el caso del Reino Unido, el país destinó el 10% de sus incentivos económicos a la reducción de emisiones, pese al compromiso que adquirió en la Cop26 de “reconstruir de una manera ecológica” la crisis por la pandemia.
Por otro lado un poco más esperanzador, la Unión Europea invirtió el 30% de sus incentivos económicos en una agenda “verde”. (Le puede interesar: El mundo gasta 1,8 billones de dólares al año en subsidios que dañan el ambiente)
Según Nature, la recuperación de esta pandemia ha generado más emisiones que la crisis financiera de 2008. En ese entonces, el 16% del presupuesto de reactivación del G20, es decir, alrededor de $520 mil millones de dólares de $3,25 billones, se invirtió en incentivos para la reducción de emisiones.
Y aunque en la Cop26 se pactó el compromiso de emisiones cero para 2050, el análisis advierte que con las tasas actuales de inversión no se alcanzará esa meta.
Aunque los gastos públicos en la pandemia se concentraron en la financiación de los sistemas de salud, los países del G20 también habrían incentivado el crecimiento de las industrias de combustibles fósiles.
Un análisis publicado en la revista Nature afirma que apenas el 6% del presupuesto total (14 billones de dólares) del G20 para la recuperación económica de la pandemia ha sido “verde”. “Pero aún, casi el 3% de los fondos de estímulo se han centrado en actividades que probablemente aumenten las emisiones globales, como el subsidio a la industria del carbón. Y ha habido pocos cambios en las estrategias a medida que las naciones han pasado del modo de rescate económico durante los cierres a la recuperación, a medida que las tiendas y otros negocios han reabierto”, señala el estudio. (Lea: Levantarán una ciudad junto a uno de los ríos más contaminados, pero ¿a qué costo?)
En una entrevista con el periódico The Guardian, Jonas Nahm, autor del estudio y profesor en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, afirmó que “el gasto dirigido a la recuperación económica podría haber mejorado significativamente nuestras posibilidades de permanecer dentro de los 1,5 °C -del calentamiento global- y colectivamente hemos perdido esa oportunidad. Es decepcionante que los gobiernos aún no comprendan por completo que el crecimiento económico, la prosperidad y la reducción de emisiones son en realidad complementarios”.
Estados Unidos, por ejemplo, ha aprobado una parte de sus incentivos “verdes” y otra aún no sale del Congreso. Mientras tanto, países como la India y Sudáfrica han gastado entre 11.000 y 14.000 millones de dólares en la industria del carbón y en electricidad. China, por su lado, aumentó su producción y uso del carbón: solo en 2021, el país asiático aumentó en un 4.7% el consumo del carbón. (Lea: China aumentará consumo de carbón pese al compromiso de reducir emisiones)
En el caso del Reino Unido, el país destinó el 10% de sus incentivos económicos a la reducción de emisiones, pese al compromiso que adquirió en la Cop26 de “reconstruir de una manera ecológica” la crisis por la pandemia.
Por otro lado un poco más esperanzador, la Unión Europea invirtió el 30% de sus incentivos económicos en una agenda “verde”. (Le puede interesar: El mundo gasta 1,8 billones de dólares al año en subsidios que dañan el ambiente)
Según Nature, la recuperación de esta pandemia ha generado más emisiones que la crisis financiera de 2008. En ese entonces, el 16% del presupuesto de reactivación del G20, es decir, alrededor de $520 mil millones de dólares de $3,25 billones, se invirtió en incentivos para la reducción de emisiones.
Y aunque en la Cop26 se pactó el compromiso de emisiones cero para 2050, el análisis advierte que con las tasas actuales de inversión no se alcanzará esa meta.