“El Llamado de la Montaña”
Este movimiento nació en 2006, en el Eje Cafetero, cuando cinco ecoaldeas de varias regiones del país convocaron una “reunión familiar” para intercambiar experiencias y aprendizajes de la vida en el campo.
Juan Carlos Rocha Pardo*
Muchas personas han soñado con dejar el caos citadino para llevar una vida en el campo. Una visión pasajera que llega de repente mientras se está apretado en Transmilenio, atrapado en un trancón o confinado en un cubículo. No son pocos quienes lo han vuelto realidad. En Colombia existen numerosas iniciativas que procuran estilos de vida alternativos, muchas de ellas articuladas entre sí, que se reúnen una vez al año en “El Llamado de la Montaña”, con el fin de compartir las vicisitudes de la aventura, organizarse como red y recordar que no son los únicos embarcados en este sueño, cada vez más común y necesario. (Le puede interesar: Indígenas, afros y campesinos se unen para cuidar el agua en una ecoaldea)
“El Llamado de la Montaña” nació en 2006, en las montañas del Eje Cafetero, cuando cinco ecoaldeas de varias regiones del país (Pachamama, Anthakarana, Amandaris, Atlántida y Aldea Feliz) convocaron una “reunión familiar” para intercambiar experiencias y aprendizajes de la nueva vida en el campo que habían emprendido años atrás.
La pequeña reunión creció rápidamente, se conformó la Red Colombiana de Ecoaldeas Renace y se convocó a un nuevo llamado, que se realizó dos años después en Aldea Feliz, a dos horas de Bogotá.
En la versión del 2012, realizada en la ecoaldea Atlántida, en el Cauca, se convocaron otras redes de ecoaldeas del continente y organizaciones de diferentes ámbitos que promueven la sustentabilidad, y se conformó el Consejo de Asentamientos Sustentables de América Latina (CASA), con el objetivo de conectarse con iniciativas diferentes a las ecoaldeas que, con su propio enfoque, también buscan promover y practicar estilos de vida sustentables (enfoque rural, urbano, nómada, educativo o de red, por ejemplo). (Puede leer: ¿Cuáles son las ciudades más sostenibles del mundo?)
Así, son ya catorce los llamados realizados en distintos lugares del país, donde también florecen iniciativas semejantes, pasando por Mocoa, Cauca, San Agustín o los Llanos orientales, entre otros; ampliando los horizontes del encuentro ante la diversidad de propuestas alternativas y sustentables que emergen como respuesta a la crisis de la civilización que atraviesa la humanidad.
Durante estos años, “El Llamado de la Montaña” ha sido pequeño, mediano y grande, reuniendo de 60 a 500 personas. En los primeros días de 2020 —del 3 al 9 de enero—, se realizará el Proyecto Gaia, en Santa Sofía, Boyacá (a quince kilómetros de Villa de Leyva), donde hace seis años se empezó a construir un nuevo sueño.
Serán siete días de convivencia entre neorrurales, profesionales urbanos, representantes y miembros de movimientos sociales, comunidades campesinas, grupos indígenas y afrodescendientes, así como científicos, artistas, filósofos, empresarios, expertos en temas de visión mundial y, en resumen, personas que han atendido el llamado de la montaña; quienes compartirán diversas actividades, desde asambleas para reflexionar y planear acciones ante el contexto actual, hasta ferias de trueque, talleres, presentaciones culturales, fiestas y, sobre todo, conversaciones bajo la sombra de algún árbol, junto al río o la fogata, acerca de las anécdotas que surgen al construir la casa con las manos, cultivar los propios alimentos, educar a los hijos, recuperar la medicina natural, hacerse cargo de sus residuos o apreciar la restauración de los bosques que los rodean.
“Los asentamientos sustentables son la prueba de que se puede vivir más despacio, cuidando el agua y los bosques, regenerando el suelo, implementando tecnologías y ecotecnias en pro de la vida. Somos territorios en donde los derechos de la madre Tierra son reales, se viven, somos redes de mingueros, cuidadores de semillas y artistas del buen vivir”, explica Yuluka, una de las organizadoras de la presente edición.
En momentos en que el descontento se toma las calles de las ciudades de Colombia y el mundo, la montaña hace un llamado para pasar a la acción y no quedarse esperando a que el Gobierno solucione los múltiples problemas que nos aquejan. “Nuestra protesta es nuestra propuesta”, dice Beatriz Arjona, otra de las organizadoras, recogiendo la letra de una canción que escuchó en alguno de los recorridos que ha realizado por las ecoaldeas del mundo.
Para los ecoaldeanos, la humanidad ya tiene los conocimientos y las herramientas necesarias para llevar un estilo de vida en armonía con la naturaleza. En “El Llamado de la Montaña” se reunirán muchas voluntades que han emprendido esa búsqueda, con sus dificultades y contradicciones, pero con la firme convicción de que existen otras formas de vivir, donde todos tenemos algo que aportar.
*Periodista y fundador de IBI-Tekoa, Aldea de la Tierra. Más información en: www.llamadodelamontaña.org.
Cel. WhatsApp: 300 4929 864.
Muchas personas han soñado con dejar el caos citadino para llevar una vida en el campo. Una visión pasajera que llega de repente mientras se está apretado en Transmilenio, atrapado en un trancón o confinado en un cubículo. No son pocos quienes lo han vuelto realidad. En Colombia existen numerosas iniciativas que procuran estilos de vida alternativos, muchas de ellas articuladas entre sí, que se reúnen una vez al año en “El Llamado de la Montaña”, con el fin de compartir las vicisitudes de la aventura, organizarse como red y recordar que no son los únicos embarcados en este sueño, cada vez más común y necesario. (Le puede interesar: Indígenas, afros y campesinos se unen para cuidar el agua en una ecoaldea)
“El Llamado de la Montaña” nació en 2006, en las montañas del Eje Cafetero, cuando cinco ecoaldeas de varias regiones del país (Pachamama, Anthakarana, Amandaris, Atlántida y Aldea Feliz) convocaron una “reunión familiar” para intercambiar experiencias y aprendizajes de la nueva vida en el campo que habían emprendido años atrás.
La pequeña reunión creció rápidamente, se conformó la Red Colombiana de Ecoaldeas Renace y se convocó a un nuevo llamado, que se realizó dos años después en Aldea Feliz, a dos horas de Bogotá.
En la versión del 2012, realizada en la ecoaldea Atlántida, en el Cauca, se convocaron otras redes de ecoaldeas del continente y organizaciones de diferentes ámbitos que promueven la sustentabilidad, y se conformó el Consejo de Asentamientos Sustentables de América Latina (CASA), con el objetivo de conectarse con iniciativas diferentes a las ecoaldeas que, con su propio enfoque, también buscan promover y practicar estilos de vida sustentables (enfoque rural, urbano, nómada, educativo o de red, por ejemplo). (Puede leer: ¿Cuáles son las ciudades más sostenibles del mundo?)
Así, son ya catorce los llamados realizados en distintos lugares del país, donde también florecen iniciativas semejantes, pasando por Mocoa, Cauca, San Agustín o los Llanos orientales, entre otros; ampliando los horizontes del encuentro ante la diversidad de propuestas alternativas y sustentables que emergen como respuesta a la crisis de la civilización que atraviesa la humanidad.
Durante estos años, “El Llamado de la Montaña” ha sido pequeño, mediano y grande, reuniendo de 60 a 500 personas. En los primeros días de 2020 —del 3 al 9 de enero—, se realizará el Proyecto Gaia, en Santa Sofía, Boyacá (a quince kilómetros de Villa de Leyva), donde hace seis años se empezó a construir un nuevo sueño.
Serán siete días de convivencia entre neorrurales, profesionales urbanos, representantes y miembros de movimientos sociales, comunidades campesinas, grupos indígenas y afrodescendientes, así como científicos, artistas, filósofos, empresarios, expertos en temas de visión mundial y, en resumen, personas que han atendido el llamado de la montaña; quienes compartirán diversas actividades, desde asambleas para reflexionar y planear acciones ante el contexto actual, hasta ferias de trueque, talleres, presentaciones culturales, fiestas y, sobre todo, conversaciones bajo la sombra de algún árbol, junto al río o la fogata, acerca de las anécdotas que surgen al construir la casa con las manos, cultivar los propios alimentos, educar a los hijos, recuperar la medicina natural, hacerse cargo de sus residuos o apreciar la restauración de los bosques que los rodean.
“Los asentamientos sustentables son la prueba de que se puede vivir más despacio, cuidando el agua y los bosques, regenerando el suelo, implementando tecnologías y ecotecnias en pro de la vida. Somos territorios en donde los derechos de la madre Tierra son reales, se viven, somos redes de mingueros, cuidadores de semillas y artistas del buen vivir”, explica Yuluka, una de las organizadoras de la presente edición.
En momentos en que el descontento se toma las calles de las ciudades de Colombia y el mundo, la montaña hace un llamado para pasar a la acción y no quedarse esperando a que el Gobierno solucione los múltiples problemas que nos aquejan. “Nuestra protesta es nuestra propuesta”, dice Beatriz Arjona, otra de las organizadoras, recogiendo la letra de una canción que escuchó en alguno de los recorridos que ha realizado por las ecoaldeas del mundo.
Para los ecoaldeanos, la humanidad ya tiene los conocimientos y las herramientas necesarias para llevar un estilo de vida en armonía con la naturaleza. En “El Llamado de la Montaña” se reunirán muchas voluntades que han emprendido esa búsqueda, con sus dificultades y contradicciones, pero con la firme convicción de que existen otras formas de vivir, donde todos tenemos algo que aportar.
*Periodista y fundador de IBI-Tekoa, Aldea de la Tierra. Más información en: www.llamadodelamontaña.org.
Cel. WhatsApp: 300 4929 864.