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Aunque la organización del Mundial de Catar lo ha intentado hacerlo pasar por el más sostenible de la historia, un informe de la ONG Carbon Market Watch advirtió hace unos meses sobre los dudosos proyectos que la organización ha financiado, por medio de bonos de carbono, que hacen parte de esos esfuerzos de pasar por “verdes”. (Lea: Las dudas que deja Catar para ser el Mundial más sostenible de la historia)
Este tipo de controversias entran en lo que ha sido denominado como greenwashing, lavado verde o ecoblanqueo. Bruno Giambeluca, coordinador de la campaña de Clima y energía de Greenpeace, explicó en una entrevista con El Espectador que el greenwashing es una suerte de “campaña de marketing que lo que busca es hacer parecer que estás abordando un problema o estás haciéndote cargo de una situación ambiental cuando en realidad no estás solucionando un problema de fondo. Puede ser aplicado al mundial, pero también a muchas cosas que pasan en el día a día: el uso de plásticos en compañías de carros que quieren decirnos que un carro es sostenible cuando en realidad usa combustibles fósiles, por ejemplo”.
Pero esos controversiales proyectos no son lo único que preocupa a los expertos. Los pronósticos de Energy Monitor, que desde 2010 analiza las emisiones de las Copas del Mundo y los Juegos Olímpicos, apuntan que el Mundial de Catar tendrá la huella ambiental más alta, incluso superando las emisiones de los Juegos Olímpicos de Verano de Río en 2016, considerados hasta ahora los menos sostenibles de la historia. (Lea: En una ciudad de Nueva Zelanda “caen” tres millones de botellas de plástico al año)
A esta conclusión sobre los Juegos de Río también había llegado el estudio Una evaluación de la sostenibilidad de los Juegos Olímpicos, publicado en la revista Nature el año pasado. Seguido a Río, estarían los juegos de Tokio con 3 millones de toneladas de CO2, aunque el Energy Monitor pone en tercer lugar a los Olímpicos de Londres con 3.4 millones de toneladas.
Según los análisis del Energy Monitor, mientras que los Juegos de Río emitieron 3.6 millones de toneladas de CO2, se estima que el Mundial de Catar emitará 3.63 millones de toneladas de CO2. (Lea: Pasada la mitad de la COP15, falta mucho para un acuerdo que salve la biodiversidad)
La mitad de estas emisiones se deben a los más de los 150 vuelos que llevarían a los turistas al mundial; el 25 % a construcción de infraestructura (como ocho estadios) y más del 20 % a los alojamientos.
Sin embargo, según Carbon Market Watch, los 3,6 millones de toneladas de dióxido de carbono pueden estar por debajo de los niveles reales de emisiones de este encuentro futbolero. Cálculos de esta ONG estiman que las emisiones de Catar podrían alcanzar las 5 millones de toneladas.
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