“El país no está preparado para el próximo fenómeno de La Niña”: subdirector de UNGRD
En los próximos meses, se espera que empiece la temporada de lluvias en el país y con esta el riesgo de inundaciones y la pérdida de vidas. La entidad encargada de prevenir y atender los desastres se encuentra, hace meses, en el ojo del huracán por escándalos de corrupción. El subdirector de la entidad habló con El Espectador sobre cómo se preparan y los retos que hay en el camino.
Fernan Fortich
A pocas semanas de que se anunciara el inicio de la transición para el fin del fenómeno de El Niño en 2024, en Colombia ya se vive otra época de riesgo relacionada con el clima: la primera temporada de lluvias del 2024, que inició en mayo y se extenderá por varias semanas, y la posible llegada del fenómeno de La Niña, que iniciaría en agosto.
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A pocas semanas de que se anunciara el inicio de la transición para el fin del fenómeno de El Niño en 2024, en Colombia ya se vive otra época de riesgo relacionada con el clima: la primera temporada de lluvias del 2024, que inició en mayo y se extenderá por varias semanas, y la posible llegada del fenómeno de La Niña, que iniciaría en agosto.
Para ponerlo en perspectiva, el último reporte del Ministerio de Ambiente indica que en el país hay 669 municipios en riesgo por deslizamientos de tierra, de estos, 186 municipios de 21 departamentos están en alerta roja.
Con el aumento de las precipitaciones, son varios los riesgos que se enfrentan en el país: incrementa la posibilidad de derrumbes, aumentan los niveles de los ríos y la amenaza de inundaciones y, entre otros, se incrementa la posibilidad de desastres que ponen riesgo vidas, así como pérdidas económicas.
Las autoridades departamentales ya han emitido alertas y su preocupación por la falta, hasta ahora, de medidas por parte del Gobierno Nacional. Por ejemplo, desde Chocó, la gobernadora, Nubia Carolina Córdoba, pidió que en el país se instalen Puestos de Mando Unificado (PMU) antes de que se registren los desastres.
“Hoy estamos preparándonos para La Niña, y si El Niño nos costó 40 muertos y 3 inundaciones, yo no quiero imaginarme qué puede ser una temporada de lluvias para el Chocó. Ya los niveles de los ríos son altos, con cifras que indican una posibilidad de inundaciones en el Bajo Atrato. Nuestra propuesta es que se planifiquen acciones desde las entidades nacionales de la mano con las autoridades locales”, indicó Córdoba.
En el país, la entidad a cargo de la prevención y atención de las emergencias es la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), la cual ha estado en los últimos meses en el ojo del huracán por los escándalos de corrupción que han afectado la atención de los damnificados, algo que ha puesto en duda su capacidad para enfrentar y prevenir los desastres en el país.
Lo cierto es que la UNGRD da un panorama poco alentador: “el país no está preparado para enfrentar la temporada de lluvias”. Así lo asegura el subdirector general de la Unidad, Rafael Cruz, quien conversó con El Espectador sobre las acciones que adelanta la entidad para atender el fenómeno de La Niña, cómo se está articulando en el nivel local, y cómo se evitará que los recursos de la atención de emergencias no terminen en líos de corrupción.
Se nos acerca el fenómeno de La Niña, luego de una costosa época de sequía. ¿Está preparado el país para otra temporada de emergencias? ¿Cuáles son los puntos más críticos?
Es cierto que el país no está preparado para afrontar el próximo fenómeno de La Niña. Desafortunadamente, la dirección anterior no quiso enfocarse en una estrategia de reducción del riesgo y de prevención, sino que prefería esperar a que ocurriera el desastre para poder actuar; y ahora no tenemos el tiempo para la etapa preventiva. El daño que le hicieron a la UNGRD con el mal manejo de recursos, lo vamos a compensar trabajando con la participación de las comunidades como parte del sistema y, ojalá, llegando hasta la implementación de los planes familiares. Es decir, haciendo comprender el principio de corresponsabilidad a cada habitante del territorio colombiano.
Para enfrentar esta situación, desde la UNGRD adelantamos un análisis de los eventos históricos, desde 1950 a 2023, que se han generado en circunstancias climáticas similares. Este estudio nos permite determinar dónde vamos a requerir una mayor atención. Por ejemplo, la región Andina siempre es donde más eventos de remoción en masa e inundaciones se generan.
¿Cuáles son los principales retos para atender las emergencias en las regiones?
Nos encontramos frente a una de las temporadas de lluvias normal dentro de los aspectos climáticos del país, pero con un fenómeno de La Niña del que es incierto su dimensión en el contexto de la variabilidad climática. A esto se suma que Colombia, con sus diversos microclimas, tendrá el reto de implementar de manera correcta la gestión del riesgo y de responder a cada situación de manera armonizada.
Los otros desafíos están relacionados con que los municipios apropien y actualicen sus estrategias de respuestas, así como de los recursos para la preparación, y que no dejen todo a la nación. Las entidades territoriales tienen que equiparse de manera acorde a los escenarios de riesgo, hemos detectado que, a veces, se compra sin revisar las situaciones de riesgo en el territorio. Finalmente, es fundamental fortalecer la organización comunitaria para la gestión del riesgo y que se articulen con las estrategias de respuesta municipal.
¿Cómo se va a controlar el gasto para la atención de emergencias en el país en los próximos meses?
Eso es algo para lo que nos estamos preparando, tanto como para las lluvias. Para esto estamos desarrollando un plan nacional para responder a las necesidades que pueden generarse en los próximos meses. Por nuestra parte, iniciamos el proceso de elaboración de un plan que nos permitirá estar seguros al momento de tomar decisiones de ordenación del gasto y poder distribuir los recursos de manera eficiente y eficaz.
Ahora, también es responsabilidad de los departamentos y municipios revisar sus Fondos Territoriales de Gestión del Riesgo para tener las capacidades de respuesta rápida y autónoma antes de recurrir al apoyo nacional. De igual manera, invitamos a los entes territoriales a revisar los seguros y pólizas de sus equipamientos e infraestructura, para no generar duplicidad de gasto en caso de un posible desastre.
Uno de los principales anuncios bajo la nueva dirección de la UNGRD es la formulación del Plan Departamental Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres. ¿Cómo avanza esta meta?
Desde la UNGRD nos encontramos elaborándolo y está compuesto por cinco fases de: alistamiento, preparación, respuesta, recuperación, y evaluación del Plan. Actualmente, nos encontramos en la fase de alistamiento y parte de la etapa de preparación, en este punto estamos recopilando la información de las necesidades, posibles respuestas y presupuesto.
Es importante señalar que se inicia con esto una etapa de articulación, la cual consiste en que cada entidad territorial, sectorial y nacional siga los lineamientos de formulación del plan dentro de sus competencias, incluida la UNGRD, quien cumple doble función: por un lado, formulará el plan de la Unidad, y, por el otro, consolida el plan del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo.
Vale la pena indicar que, a pesar de que el Sistema viene funcionando desde la Ley 1523, la nueva dirección se encuentra afianzando la articulación del sistema, en razón a la entrada de los nuevos alcaldes y gobernadores que se posesionaron al comienzo de este año.
¿Qué acciones está realizando y realizará la UNGRD para prevenir los desastres por lluvias en el país?
Las acciones puntuales serán resultado de la formulación del Plan y del trabajo con los coordinadores departamentales y las organizaciones comunitarias. Sin embargo, desde la nueva dirección ya venimos desarrollando acciones. En primer lugar, definimos mecanismos de coordinación y fortalecimiento entre los integrantes del Sistema para la preparación, respuesta y recuperación, junto con una identificación de las capacidades propias y de los entes territoriales.
Asimismo, estamos articulando las acciones de la UNGRD con los Planes Departamentales y Sectoriales para la preparación, respuesta y recuperación ante la segunda temporada seca y la segunda temporada de lluvias.
Una de las preocupaciones que han dejado los escándalos recientes de la Unidad es la desarticulación entre las diferentes subdirecciones o secretarías que, en parte, facilitaron los presuntos actos de corrupción. ¿Qué se está haciendo al respecto?
La Unidad tiene una robusta capacidad técnica y profesionales muy buenos. Sin embargo, las anteriores direcciones desarticularon las subdirecciones técnicas de la entidad, dificultando los procesos. Hemos consolidado un plan de trabajo interno en el que cada área y grupo de trabajo hiciera, desde su competencia, un aporte al plan que venimos desarrollando.
Varios gobernantes locales han hecho llamados a una mejor articulación de la Unidad con los territorios. ¿Cómo se está avanzando en esta materia?
La gestión del riesgo siempre debe trabajarse como Sistema y esto significa la coordinación con los departamentos y municipios para poder construir de manera armónica los planes. Para esto hemos adelantado algunas recomendaciones para que las entidades territoriales puedan avanzar con los procesos de preparación y entre todos podamos estar listos para responder a cualquier desastre durante esta temporada.
Le solicitamos a los departamentos que articulen con los actores municipales, con el fin de poder contar con las necesidades de las entidades locales de respuesta y recuperación de desastres. De esta manera, el Plan Nacional puede determinar cómo actuar en cada caso. Esperamos poder llevar a cabo pronto el primer gran encuentro con los coordinadores departamentales.
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