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Por primera vez en diez años, la silla de los negociadores de Estados Unidos en la conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP) ha permanecido vacía. La delegación, que está a cargo del gobierno de Donald Trump, nunca llegó para acordar, juntos a otros 195 países, el manual de reglas que regirá el Acuerdo de París, alcanzado hace dos años por todas las naciones del mundo para frenar el cambio climático. (Lea: El mundo aumenta de nuevo sus emisiones de CO2)
Esto, a raíz de la retirada que anunció Trump en junio pasado, al calificar el Acuerdo de París como "desventajoso" para el país que lidera. Trump, asimismo, se ha autodenominado como un negacionista del cambio climático y puso buena parte de su gabinete en manos de empresarios de las industrias del carbón y el petróleo.
Semanas antes del inicio del encuentro mundial en Bonn (Alemania), el gobierno estadounidense canceló tres de los cuatro eventos que tenía programados para desarrollar en su pequeño stand. Y, este domingo, el gobierno del único país que no quiere hacer parte del Acuerdo, cambió, sin dar explicación alguna, el tema del único panel que habían conservado en una programación de más de 100 eventos sobre cambio climático.
A pesar de conservar a los panelistas invitados, el evento dejó atrás las energías renovables para hablar sobre “el futuro prometedor” de las energías proveniente de la quema carbón y el petróleo, que incontables estudios científicos han demostrado es la principal actividad causante de la acumulación de gases que calientan la superficie de la tierra, aumentando las temperaturas globales y creando un clima inestable y extremo.
“El Rol de los combustibles fósiles y el poder nuclear más eficiente y limpio en la mitigación del clima” es el nuevo nombre de la conferencia en la cual, según el programa oficial, se hablará sobre “el papel clave de los Estados Unidos en la reducción de emisiones a través de combustibles fósiles más limpios y eficientes”.
Si bien en el sitio oficial de la Conferencia que actualmente se celebra en Bonn todavía no está disponible el panel completo de los expertos que traerá la delegación enviada por el presidente Donald Trump, el diario New York Times reportó que serían presuntamente grandes industriales de la industria de combustibles fósiles: Peabody Energy, una compañía de carbón; NuScale Power, una firma de ingeniería nuclear y Tellurian, una exportadora de gas natural.
La otra delegación gringa
Entretanto, al otro lado de la conferencia se alza un enorme domo imflabe que, bajo el hastag #WeAreStillIn (#SeguimosAdentro) agrupa a 227 ciudades y nueve estados norteamericanos que han expresado su voluntad de seguir implementando acciones para frenar el cambio climático.
Allí, a lo largo de las semanas de la Conferencia, universidades y gobiernos subnacionales han desarrollado una extrensa agenda sobre cambio climático. El sábado en la mañana, lanzaron el primer informe del "America's Pledge", una coalisión de grandes empresas, ciudades y estados, que nació tras el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París.
En el informe se reveló que hay cerca de 2.500 entidades no federales que están haciendo algo para reducir sus emisiones de carbono, y que, sumadas, tienen un PIB anual de $10 billones de dólares, lo que los convertiría en la tercera economía más grande del mundo.
Sobre esta situación sui generis, Patricia Espinoza, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, señaló que "la doble delegación estadounidense es un fenómeno si bien con un caracter de política interna, demuestra que las autoridades subnacionales son conscientes de que juegan un rol importante, y de que tienen muchísimas oportunidades por delante".