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Una fuente hídrica con niveles de mercurio superiores a 2 partículas por billón (ppb) no puede ser utilizada para potabilización, pero en ríos de Colombia se han encontrado niveles de hasta 36 ppb. El Pacífico aportó casi el 40% del oro que el país produce, con una proporción oro/mercurio de 1:4 (cuatro partes de mercurio utilizadas por cada parte de oro obtenido), cuando en países como Perú, que triplican la producción de oro de Colombia, la proporción es 1:1.
El experto Farith Díaz, ngeniero químico de la Universidad de Antioquia, es especialista en procesos físico-químicos con énfasis en mercurio y co-director de Clean Water Science Network para América Latina, estuvo junto a los también expertos en hidrología Dayana Agudelo y Ricardo Torres en la transmisión en vivo “Salud ambiental de Cuarentena musical Pacífico y Caribe”. Allí, sugirió que es necesario cumplir los planes de acción y leyes que regulan el uso de mercurio, dialogar con mineros informales, legalizarlos, e invertir en la protección y remediación de ecosistemas contaminados con mercurio. Y combatir el mercado ilegal de mercurio.
¿Existe un diagnóstico nacional de la contaminación de fuentes hídricas por mercurio?
No existe un diagnóstico enfocado solamente en mercurio, pero sí hay datos puntuales de su presencia en algunos ríos del país.
El decreto 1594 de 1998 dice que si una fuente hídrica tiene niveles de mercurio por encima de los 2 μg/L (microgramos por litro) o 2 ppb (partículas por billón), no puede ser utilizada para potabilización.
Sin embargo, en el río Cabí, que abastece el acueducto de Quibdó, se encontró una vez mercurio por encima de los 3 ppb. En la ciénaga de Ayapel, según publicó El Espectador en 2013, se encontró un nivel de mercurio cercano a los 5 ppb.
Asimismo, en el 2014, el IDEAM encontró niveles de mercurio superiores a 2 ppb en suelos, sedimentos y fuentes hídricas como el río Marmato, en Caldas; el río Nechí, en Antioquia; el río Magdalena en su paso Calamar, Bolívar; el río Guachal, en Palmira, entre otros.
Incluso el IDEAM reportó mercurio en el río Taraira en Amazonas con valores de 33 y 67 partes por billón.
Entonces sí hace falta un diagnóstico exclusivo sobre niveles de mercurio en los ríos del país, sobre todo en regiones impactadas por la minería aurífera y cerca de bocatomas de acueductos.
¿Hay una política nacional de prevención y control de la contaminación de fuentes hídricas por mercurio?
En el país tenemos planes de acción y nuevas leyes como la 1658 de 2013, que buscan reducir y en lo posible eliminar el uso de mercurio en la minería en Colombia y, además, controlar su venta, transporte y uso industrial. Esto se hace para cumplir el Convenio de Minamata, que entró en vigor el 2017 y que Colombia ratificó el año pasado.
Si cumplimos estos planes de acción y si el gobierno hace cumplir las leyes, seguramente vamos a minimizar o prevenir la contaminación con mercurio en el país.
¿Cuál es la situación general en el Pacífico en materia de contaminación de fuentes hídricas por mercurio?
En la última década, el oro que se produce en Colombia provino principalmente de 5 departamentos: Antioquia (46%), Chocó (28%), Bolívar (7%), Nariño (5.8%) y Cauca (5%). Es decir, el pacífico aportó casi el 40% del oro que el país produce.
Por otra parte, se estima que en Colombia la proporción global oro/mercurio ha sido de 1:4. Es decir que por cada parte de oro obtenido se utilizan cuatro partes de mercurio. Si comparamos ese dato con Perú, que produce tres veces más oro que Colombia, allá la proporción global es 1:1.
Esto indica que el uso de mercurio en Colombia está o ha estado fuera de control principalmente en Antioquia, sur de Bolívar, Chocó, Nariño y Cauca. Es un panorama preocupante que viene desde hace décadas.
¿Cuáles serían tres pasos necesarios para enfrentar con mayor eficacia desde el nivel territorial, la academia y el gobierno nacional la problemática de la contaminación de fuentes hídricas por mercurio?
En lugar de pasos, yo diría más bien que se deben enfrentar retos que son muy complejos, como la presencia de grupos ilegales en este negocio y el mercado ilegal del mercurio que se está abriendo en el país.
Además, es necesario dialogar con mineros informales, legalizarlos, e invertir en la protección y remediación de ecosistemas contaminados con mercurio.