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En la naturaleza está una de las claves para impulsar la economía de forma sostenible. Uno de los ejemplos más importantes está en Sudáfrica, donde las plantas exóticas invasoras generaron daños en los ecosistemas e, incluso, pusieron en peligro las actividades económicas, la seguridad hídrica y el suelo. Para contrarrestar sus efectos se elaboró un plan en el que las soluciones basadas en la naturaleza contribuyeron a eliminar estos ejemplares y restaurar la vegetación nativa. (Lea: La naturaleza, un aliado ante la crisis económica que dejó el COVID-19)
Durante este proceso surgió el programa Working for Water (WfW), liderado por el Departamento de Medio Ambiente. Un proyecto que además de contribuir en la restauración de los ecosistemas, ayudó a disminuir las tasas de desempleo. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este programa ofrece contratos a corto plazo a la población local para eliminar especies invasoras de captaciones de agua clave, aumentando la disponibilidad de agua, por ejemplo.
Este tipo de trabajos, que contribuyen directamente a la sostenibilidad ambiental, se conocen como empleos verdes, y en la actual coyuntura una estrategia de reactivación basada en ellos es primordial. La OIT considera que en la transición hacia una economía de cero emisiones, para 2030, en América Latina y el Caribe se destruirán 7,5 millones de empleos en el sector de la electricidad que se genera a partir de combustibles fósiles, su extracción y la producción de alimentos de origen animal.
Y, ante la pérdida de empleos tradicionales, surgirán nuevas oportunidades mediante la creación de 22,5 millones de puestos de trabajo en los sectores de la agricultura, la producción de alimentos de origen vegetal, las energías renovables, la silvicultura, la construcción y la manufactura. En Colombia, la economía circular, los sectores energético, hídrico y de aprovechamiento de residuos, lideran la lista de oportunidades de trabajo verde.
¿Qué son los empleos verdes?
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) los define como los empleos que contribuyen directamente a la sostenibilidad ambiental, ya sea produciendo bienes ambientales o haciendo un uso más eficiente de los recursos naturales. Pese a que aún representan una parte reducida de la economía de la mayoría de los países de América Latina, son fundamentales para el éxito de la transición en todos los sectores de la economía.
Ana Belén Sánchez, especialista para América Latina y el Caribe en Empleo Verde de la OIT, señaló que este tipo de empleos se deben garantizar con condiciones dignas, “como igualdad de oportunidades para hombres y mujeres; respeto de derechos laborales; posibilidades de seguir creciendo. Por ejemplo, en el reciclaje hay personas que se dedican a separar la basura y luego la venden para obtener recursos, pero no tienen contratos decentes o acceso a la seguridad social”, añadió. (Puede leer: ¿Qué tan sostenible ha sido la reactivación económica de Colombia?)
La OIT explicó que en la transición hacia la sostenibilidad ambiental se conformarán muchos más empleos verdes. Sin embargo, también existe el riesgo de que se cree espacio para los trabajadores informales o para aquellos negocios que siguen contaminando. “Estos trabajos se caracterizan por desarrollar actividades económicas que ayuden a proteger el medio ambiente, a reducir la contaminación, a luchar contra el cambio climático o a adaptarse a sus impactos”, dice Sánchez.
¿Por qué son necesarios en la reactivación económica?
La crisis por el coronavirus incrementó la crisis climática y avivó la económica. De acuerdo con el Banco Mundial, la economía global se redujo en un 5,2 % durante 2020, siendo la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Para disminuir el impacto, varios países elaboraron planes de reactivación, pero el índice Vivid Economics alertó que la mayoría excluyeron el tema ambiental: “16 de las economías del G20 tienen impactos netos negativos”, dice el texto.
Garantizar la protección del medio ambiente es clave para la reactivación. Vanessa Pérez-Cirera, subdirectora de Clima y Energía de WWF Internacional, comentó que “cerca de 1.200 millones de puestos de trabajo en sectores como la agricultura, la pesca, la silvicultura y el turismo dependen de la gestión eficaz y la sostenibilidad de ecosistemas saludables (...). En términos de recuperación verde, sobre todo climática, algunos de los países que van a la cabeza son la Unión Europea, Reino Unido, Francia y Alemania”. Sin embargo, los países de América Latina son los que tienen mayores oportunidades en cuanto a recuperación verde basada en ecosistemas”.
Pérez-Cirera puntualizó que algunas de las soluciones basadas en la naturaleza que tienen la mayor posibilidad de generar empleos verdes incluyen la reforestación, el control de la desertificación, el manejo de humedales, la forestería comunitaria, la agroforestería, el control de incendios o la aforestación de corredores urbanos. “Para dar algunas pistas, este tipo de actividades nos podrían generar hasta 675 empleos permanentes por cada millón de dólares invertidos. Una de las cifras más altas entre las distintas opciones de recuperación económica, generando además diversos beneficios a la población en su conjunto”, añadió la experta. (Le puede interesar: Desregulación ambiental, uno de los riesgos de la reactivación económica)
¿Cuáles son los empleos que podrían impulsar esa reactivación verde, justa y resiliente en Colombia?
El Ministerio del Trabajo aclaró que el país tiene sectores con mucho potencial para desarrollar una reactivación verde, justa y resiliente. En la Política de Crecimiento Verde y en la Misión de Crecimiento Verde se establecieron cuatro líneas estratégicas que son claves. La primera es la economía circular, que se caracteriza por ser aquellas operaciones realizadas con el manejo integral de los residuos. También están las energías renovables.
Luego se enfoca en el aprovechamiento forestal, que consiste en la suma de las operaciones relacionadas con la tala de árboles y la extracción de sus tallos u otras partes utilizables para la elaboración de productos industriales. Y, por último, la bioeconomía, que es el conjunto de actividades económicas de las que se pueden obtener productos y servicios, generando valor económico, utilizando de manera ecoeficiente y sostenible los recursos de origen biológico.
“Se identifican con bastante potencial para generar empleos verdes con una estructura productiva amigable con el medio ambiente, los sectores de la industria manufacturera, el transporte, el almacenamiento, la construcción, la agricultura, la electricidad, el gas y el agua”, aseguró el Ministerio. El Sistema de Información Ambiental de Colombia registró, con corte a abril de 2020, que los negocios verdes generan en el país aproximadamente 21.053 empleos.
¿Cómo va Colombia en la implementación de empleos verdes?
Katia Flórez, jefa de la oficina de Negocios Verdes del Ministerio de Ambiente, aseguró que el concepto de Negocios Verdes en Colombia surgió como un eje estratégico de la Política de Producción y Consumo Sostenible elaborada por el Minambiente en 2010. El objetivo era generar un cambio en los patrones de producción y consumo hacia la sostenibilidad. Dos años después se expidió el Plan Nacional de Negocios Verdes para visibilizarlos y fomentarlos.
“El país ha identificado y verificado 2.581 negocios verdes, los cuales reportan 30.661 empleos generados, de los cuales, 42,4 % son mujeres y el 57,6 % hombres. Del total de estos negocios, 614 se encuentran ubicados en municipios PDET, generando más de 4.000 empleos” dijo Flórez. Según el DANE, para 2019 se estimó el número de empleos en actividades ambientales en 155.419. De este total, se estima que 85.722 (55,2 %) corresponden a empleos verdes. (Podría leer: Verde, justa y resiliente: claves para una recuperación económica pospandemia)
El biocomercio lidera la lista de los Negocios Verdes a nivel nacional, con 32 %. Allí destacan las iniciativas ecoturísticas. Con 29 %, el segundo lugar de la lista lo ocupa el sector agrícola, en el que resaltan iniciativas en las que la producción cuenta con enfoque orgánico o agroecológico, caracterizada por la exclusión de agroinsumos de síntesis química. Y en el tercer puesto, con el 21 %, están los negocios verdes relacionados con la agroindustria.