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Entre 2012 y 2022, la Armada Colombiana incautó más de 334 toneladas de pesca ilegal. Carne de tiburones, rayas, quimeras y otras especies hicieron parte de las capturas que, en su mayoría, se realizaron en las islas de Gorgona y Malpelo, en el Pacífico.
Allí, según el Ministerio de Defensa, “converge un multicrimen ambiental” en el que pescadores ilegales y taladores de árboles juegan un papel clave (Lea también: ¿Qué significa que la OMS haya puesto fin a emergencia sanitaria global por covid-19?).
“En materia ambiental nosotros hicimos un mapeo de delitos ambientales entre el año 2012 y 2022 y, por ejemplo, en el tema de pesca ilegal fueron más de 334 toneladas incautadas, muchas de ellas en el Pacífico Colombiano, especialmente en esas áreas generales en los alrededores de las islas de Malpelo y Gorgona”, afirmó el capitán de Navío, Javier Augusto Bermúdez, comandante de Guardacostas de la Armada de Colombia (No se pierda: La lucha en el Caribe por salvar el tití cabeciblanco).
En este mismo periodo, más de 30.000 especies de fauna también fueron incautadas junto a 210 mil troncos de árboles fruto de la tala indiscriminada.
La fauna en mares como el Caribe también está seriamente amenazada, señaló Bermúdez. En ríos como el Orinoco, cuya cuenca comparte Colombia con Venezuela, las toninas o delfines rosados están siendo atrapados, según ONGs.
En Colombia, la pesca ilegal es castigada con hasta nueve años de cárcel. La caza comercial y artesanal de tiburones cuyas aletas son vendidas en el mercado asiático es particularmente perseguida.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pesca ilegal es responsable de la pérdida de 11 a 26 millones de toneladas anuales de peces, lo que equivale a entre 10.000 a 23.000 millones de dólares.
En Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo, hay más de 1.400 especies que viven en el agua dulce y al menos 2.000 en los mares, según el Instituto Humboldt.