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Las ganancias de 28 de las grandes empresas productoras de petróleo y gas del mundo fueron lucrativas durante el primer trimestre de 2022, en comparación con el mismo período del 2021, concluyó un reportaje del diario The Guardian. Estas compañías ganaron cerca de 100 billones de dólares entre enero y marzo de este año, y varias tuvieron un incremento de ganancias de más del 100% con respecto al primer trimestre de 2021.
La lista de empresas que analizó el medio inglés incluye compañías como Chevron, Exxon, Shell, BP, Coterra Energy y Equinor. Las ganancia de Coterra Energy aumentaron en un 449% y hubo otras cinco empresas que incrementaron sus ingresos en más de un 300%. La explicación detrás de este crecimiento es que, por la invasión rusa a Ucrania, los precios del petróleo han aumentado también.
El desempeño de Shell, indicó Ben Van Beurden, director ejecutivo de la compañía, a The Guardian “ha sido ayudado por la macro y la macro se ha visto afectada por la guerra en Ucrania”. Agregó que esta situación significa que “tenemos una mejor empresa, tenemos un mejor desempeño y sí, de hecho, nuestros accionistas también se beneficiarán de eso”.
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Solo la semana pasada, António Guterres, secretario general de la ONU, dijo en una rueda de prensa que “Los principales emisores deben reducir drásticamente las emisiones, a partir de ahora. Esto significa acelerar el final de nuestra adicción a los combustibles fósiles y acelerar el despliegue de energía renovable limpia”. A principios del año pasado, la Agencia Internacional de Energía también había dicho que no puede haber nuevos campos de petróleo o gas, o minas de carbón, si el mundo quiere alcanzar cero emisiones netas de calefacción de plantas para 2050.
El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió que el sector energético, primer generador de emisiones de gases de efecto invernadero, debe cambiar. El Grupo indicó que se debe lograr la “reducción en el uso general de combustibles fósiles, ampliar el despliegue de energía de baja emisiones, migrar a portadores de energía alternativa y lograr la eficiencia y conservación de la energía”. Para 2030, el consumo de carbón debe caer entre 67 y 83% si queremos mantenernos en los escenarios que nos lleven a no superar un aumento de temperatura de 1.5°C para finales de siglo, la temperatura meta que se planteó en el Acuerdo de París.
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