En video: redescubren a uno de los mamíferos más extraños del mundo
Este mamífero que pone huevos, tiene las espinas de un erizo, el hocico de un oso hormiguero y las patas de un topo, solo había sido visto una vez en 1961. Tras más de seis décadas, un equipo de científicos lo ubicó en las inhóspitas montañas Cíclopes en Indonesia.
El equidna de pico largo de Attenborough (Zaglossus attenboroughi) es un animal con muchas particularidades. La primera de ella es que es un monotrema, en términos científicos o, en palabras más sencillas, un mamífero que pone huevos, como los ornitorrincos. (Puede leer: En cuatro décadas, Colombia perdió en bosques un área tan grande como 27 veces Bogotá)
Su apariencia también lo hace un animal único: tiene las espinas de un erizo, el hocico de un oso hormiguero y las patas de un topo. “Por su aspecto híbrido, comparte su nombre con una criatura de la mitología griega que es mitad humana, mitad serpiente”, explica el biólogo británico, James Kempton.
La tercera particularidad y la que ha puesto a hablar al mundo de este animal en las últimas horas, es que solo había sido visto una vez por los científicos. Desde 1961, cuando fue grabado por única vez, no se tenía registro del equidna de pico largo de Attenborough. Hasta ahora, cuando un equipo de científicos lo ha redescubierto. (Le puede interesar: Octubre de este año fue el más caluroso de la historia)
Estos mamíferos, explica el departamento de Biología de la Universidad de Oxford (Inglaterra), son muy difíciles de encontrar “porque son nocturnos, viven en madrigueras y suelen ser muy tímidos”. Además, solo había sido visto en las montañas Cíclopes, ubicadas en la provincia de Papua, en Indonesia.
Este es un terreno descrito como “extremadamente inhóspito, con animales venenosos, sanguijuelas chupasangre, malaria, terremotos y un calor agotador”, según parte de la expedición que hizo parte del redescubrimiento. (También puede leer: Una erupción volcánica submarina creó una nueva isla en el Pacífico)
A pesar de las adversidades del terreno y del hecho de no tener registros de este animal en más de seis décadas, un equipo liderado por el biólogo Kempton, se internó durante varias semanas en las montañas. De esta expedición también hicieron parte la ONG indonesia Yayasan Pelayanan Papua Nenda (Yappenda), la Universidad de Cenderawasih (Uncen), la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Indonesia (Brin) y Re:Wild, una organización que busca animales que hace mucho no han sido avistados.
El equipo instaló más de 80 cámaras de rastreo y, durante las más de cuatro semanas que duró el trabajo de campo, subió varias veces a la montaña, escalando en el acumulado más de 11.000 metros, que es más que la cima del Everest. (Puede interesarle: Inventario global sobre cambio climático: ¿cómo venimos?)
Sin embargo, hacia el final de la expedición, a pesar de haber realizado el descubrimiento de otras especies, no tenían señales sobre el equidna de pico largo de Attenborough. El equipo tuvo que esperar hasta el último día para obtener las imágenes que estaban persiguiendo. En tres cortos videos se observa al animal, que es calificado como “uno de los mamíferos más insólitos del mundo”, por el equipo de científicos.
“El descubrimiento es el resultado de mucho trabajo y más de tres años y medio de planificación. Una razón clave de nuestro éxito es que, con la ayuda de Yappenda hemos pasado años entablando una relación con la comunidad de Yongsu Sapari, un pueblo de la costa norte de los montes Cíclopes”, señaló el biólogo Kempton. Gracias a este trabajo, la comunidad le compartió a los investigadores los secretos para moverse en la zona y llegar a lugares a los que nadie había ido.
Kempton aseguró que con el redescubrimiento de la equidna de pico largo de Attenborough, se llame la atención sobre la necesidad de conservar las montañas Cíclopes y de la Nueva Guinea indonesia. (Le puede interesar: El número de especies en peligro de extinción llegaría a los 2 millones: ONU)
Durante la expedición, los científicos también avistaron al melero de Mayr, un ave que estaba perdida para la ciencia desde 2008. Además, describieron por primera vez varias animales, como un camarón que habita en el suelo y los árboles, arañas ciegas y un escorpión látigo.
El equidna de pico largo de Attenborough (Zaglossus attenboroughi) es un animal con muchas particularidades. La primera de ella es que es un monotrema, en términos científicos o, en palabras más sencillas, un mamífero que pone huevos, como los ornitorrincos. (Puede leer: En cuatro décadas, Colombia perdió en bosques un área tan grande como 27 veces Bogotá)
Su apariencia también lo hace un animal único: tiene las espinas de un erizo, el hocico de un oso hormiguero y las patas de un topo. “Por su aspecto híbrido, comparte su nombre con una criatura de la mitología griega que es mitad humana, mitad serpiente”, explica el biólogo británico, James Kempton.
La tercera particularidad y la que ha puesto a hablar al mundo de este animal en las últimas horas, es que solo había sido visto una vez por los científicos. Desde 1961, cuando fue grabado por única vez, no se tenía registro del equidna de pico largo de Attenborough. Hasta ahora, cuando un equipo de científicos lo ha redescubierto. (Le puede interesar: Octubre de este año fue el más caluroso de la historia)
Estos mamíferos, explica el departamento de Biología de la Universidad de Oxford (Inglaterra), son muy difíciles de encontrar “porque son nocturnos, viven en madrigueras y suelen ser muy tímidos”. Además, solo había sido visto en las montañas Cíclopes, ubicadas en la provincia de Papua, en Indonesia.
Este es un terreno descrito como “extremadamente inhóspito, con animales venenosos, sanguijuelas chupasangre, malaria, terremotos y un calor agotador”, según parte de la expedición que hizo parte del redescubrimiento. (También puede leer: Una erupción volcánica submarina creó una nueva isla en el Pacífico)
A pesar de las adversidades del terreno y del hecho de no tener registros de este animal en más de seis décadas, un equipo liderado por el biólogo Kempton, se internó durante varias semanas en las montañas. De esta expedición también hicieron parte la ONG indonesia Yayasan Pelayanan Papua Nenda (Yappenda), la Universidad de Cenderawasih (Uncen), la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Indonesia (Brin) y Re:Wild, una organización que busca animales que hace mucho no han sido avistados.
El equipo instaló más de 80 cámaras de rastreo y, durante las más de cuatro semanas que duró el trabajo de campo, subió varias veces a la montaña, escalando en el acumulado más de 11.000 metros, que es más que la cima del Everest. (Puede interesarle: Inventario global sobre cambio climático: ¿cómo venimos?)
Sin embargo, hacia el final de la expedición, a pesar de haber realizado el descubrimiento de otras especies, no tenían señales sobre el equidna de pico largo de Attenborough. El equipo tuvo que esperar hasta el último día para obtener las imágenes que estaban persiguiendo. En tres cortos videos se observa al animal, que es calificado como “uno de los mamíferos más insólitos del mundo”, por el equipo de científicos.
“El descubrimiento es el resultado de mucho trabajo y más de tres años y medio de planificación. Una razón clave de nuestro éxito es que, con la ayuda de Yappenda hemos pasado años entablando una relación con la comunidad de Yongsu Sapari, un pueblo de la costa norte de los montes Cíclopes”, señaló el biólogo Kempton. Gracias a este trabajo, la comunidad le compartió a los investigadores los secretos para moverse en la zona y llegar a lugares a los que nadie había ido.
Kempton aseguró que con el redescubrimiento de la equidna de pico largo de Attenborough, se llame la atención sobre la necesidad de conservar las montañas Cíclopes y de la Nueva Guinea indonesia. (Le puede interesar: El número de especies en peligro de extinción llegaría a los 2 millones: ONU)
Durante la expedición, los científicos también avistaron al melero de Mayr, un ave que estaba perdida para la ciencia desde 2008. Además, describieron por primera vez varias animales, como un camarón que habita en el suelo y los árboles, arañas ciegas y un escorpión látigo.