Encuentran micro plásticos en el intestino humano
Científicos de Austria analizaron las heces de ocho personas de distintos países. Los más comunes fueron el propileno, básico en los envases de leches y jugos, y el PET, del que están hechas las botellas.
-Redacción Medio Ambiente
Primero fue el anuncio de que los micro plásticos podrían encontrarse casi que en cualquier muestra de agua del mar. Luego, se supo que había rastros de plásticos en los peces e, incluso el plancton, y ahora, finalmente, nos llegó el turno. Investigadores de la Universidad Médica de Viena (Austria) y de la agencia estatal para el medio ambiente del mismo país, encontraron micro plásticos en el intestino de distintas personas del mundo. (Lea: Microplásticos, la amenaza imperceptible que vive en el mar)
Aunque se trata de un estudio de pequeña magnitud, ya que sólo incluyó a ocho voluntarios es bastante diciente. Según explicaron los científicos durante el congreso de gastroenterología en Viena, donde presentaron los resultados, fue buscar rastros de 10 tipos de plásticos en las heces de las ocho personas que, además, eran de países bastante distantes: Finlandia, Polonia, Países Bajos, Reino Unido, Italia, Rusia, Japón y Austria.
A ellos se les pidió que comieran y tomaran lo de siempre durante una semana, pero que lo fueran anotando en su diario. Después, los investigadores tomaban las muestras de las heces y las analizaron. Así, de los 10 plásticos buscados, encontraron nueve de ellos.
“Los más comunes fueron el propileno, básico en los envases de leches y zumos, y el PET, del que están hechas la mayoría de las botellas de plástico. La longitud de las partículas oscilaba entre las 50 y las 500 micras. Y, de media, los investigadores encontraron 20 micro plásticos por cada 10 gramos de materia fecal”, explica el periódico El País de España. Además, agrega que “por el diario que llevaron los participantes, se sabe que todos consumieron algún alimento envasado y al menos seis comieron pescado. Pero la investigación no pudo determinar el origen de las partículas halladas en las muestras”.
De nuevo, aunque se trata de una muestra mínima, este sería el primer estudio que demuestra que los micro plásticos también están llegando al humano. Malas noticias, que no son del todo sorprendentes, pues en 2015 un estudio realizado por la Universidad de Georgia (Estados Unidos), calculó que, cada año, el mundo tira ocho millones de toneladas de plástico al año. (Lea acá: El mundo tira ocho millones de toneladas de plástico al mar cada año)
Pero, además, los científicos han advertido que el verdadero riesgo de esta situación no son las botellas o bolsas que son visibles en el agua y que de alguna manera podemos recoger, sino el micro plástico que se va esparciendo silenciosamente en el mar a través de los años.
La sal de mar, los microorganismos y la luz del sol van degradando el plástico en pequeñas partículas, que pueden llegar a tener el tamaña de una milésima parte de un milímetro de longitud, y son invisibles. Son diminutas, tanto así, que se ha demostrado que el plancton las confunde con comida.
Y una vez entran al organismo del plancton, afectan a toda la cadena alimenticia. Así, hasta llegar al intestino humano, como lo acaban de comprobar los científicos de Austria. (Lea acá: El 90 % de la sal de cocina contiene microplásticos)
Primero fue el anuncio de que los micro plásticos podrían encontrarse casi que en cualquier muestra de agua del mar. Luego, se supo que había rastros de plásticos en los peces e, incluso el plancton, y ahora, finalmente, nos llegó el turno. Investigadores de la Universidad Médica de Viena (Austria) y de la agencia estatal para el medio ambiente del mismo país, encontraron micro plásticos en el intestino de distintas personas del mundo. (Lea: Microplásticos, la amenaza imperceptible que vive en el mar)
Aunque se trata de un estudio de pequeña magnitud, ya que sólo incluyó a ocho voluntarios es bastante diciente. Según explicaron los científicos durante el congreso de gastroenterología en Viena, donde presentaron los resultados, fue buscar rastros de 10 tipos de plásticos en las heces de las ocho personas que, además, eran de países bastante distantes: Finlandia, Polonia, Países Bajos, Reino Unido, Italia, Rusia, Japón y Austria.
A ellos se les pidió que comieran y tomaran lo de siempre durante una semana, pero que lo fueran anotando en su diario. Después, los investigadores tomaban las muestras de las heces y las analizaron. Así, de los 10 plásticos buscados, encontraron nueve de ellos.
“Los más comunes fueron el propileno, básico en los envases de leches y zumos, y el PET, del que están hechas la mayoría de las botellas de plástico. La longitud de las partículas oscilaba entre las 50 y las 500 micras. Y, de media, los investigadores encontraron 20 micro plásticos por cada 10 gramos de materia fecal”, explica el periódico El País de España. Además, agrega que “por el diario que llevaron los participantes, se sabe que todos consumieron algún alimento envasado y al menos seis comieron pescado. Pero la investigación no pudo determinar el origen de las partículas halladas en las muestras”.
De nuevo, aunque se trata de una muestra mínima, este sería el primer estudio que demuestra que los micro plásticos también están llegando al humano. Malas noticias, que no son del todo sorprendentes, pues en 2015 un estudio realizado por la Universidad de Georgia (Estados Unidos), calculó que, cada año, el mundo tira ocho millones de toneladas de plástico al año. (Lea acá: El mundo tira ocho millones de toneladas de plástico al mar cada año)
Pero, además, los científicos han advertido que el verdadero riesgo de esta situación no son las botellas o bolsas que son visibles en el agua y que de alguna manera podemos recoger, sino el micro plástico que se va esparciendo silenciosamente en el mar a través de los años.
La sal de mar, los microorganismos y la luz del sol van degradando el plástico en pequeñas partículas, que pueden llegar a tener el tamaña de una milésima parte de un milímetro de longitud, y son invisibles. Son diminutas, tanto así, que se ha demostrado que el plancton las confunde con comida.
Y una vez entran al organismo del plancton, afectan a toda la cadena alimenticia. Así, hasta llegar al intestino humano, como lo acaban de comprobar los científicos de Austria. (Lea acá: El 90 % de la sal de cocina contiene microplásticos)