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Recientemente, la Fundación Parque Jaime Duque anunció que después de 12 años había nacido un ejemplar de un Cóndor de los Andes (Vultur gryphus). Este nacimiento es parte del Plan Nacional de Conservación del Cóndor Andino, el cual tiene como propósito salvaguardar esta especie, de la que quedan 150 ejemplares en vida silvestre en Colombia.
Tras varios intentos, en la Fundación Parque Jaime Duque nació el 29 de julio a las 6:30 pm el polluelo y es el resultado de un proceso de incubación artificial, de acuerdo con la entidad. Esto, añaden en un comunicado, se debe a que el macho de la pareja de cóndores rompió accidentalmente un primer huevo el 20 de abril de 2023.
“Nuestro equipo decidió en esta segunda postura, intervenir y trasladar el segundo huevo a una incubadora artificial, donde fue cuidadosamente monitoreado y cuidado hasta su eclosión”, explicaron en el comunicado.
Según los investigadores, cuidar los huevos de este polluelo es una ardua labor, pues primero es necesario controlar la temperatura, la humedad y el tiempo de rotación. Luego, se debe mantener controlados los patógenos en el ambiente y se debe realizar un monitoreo diario, que es el paso fundamental para el equipo.
Esto, básicamente, consiste en pesar todos los días el huevo y en realizar una proyección del peso. “Estos son factores que garantiza una correcta formación del embrión”, dice Fernando Castro, coordinador en Conservación e Investigación de la Fundación Parque Jaime Duque.
El equipo ahora se encarga de monitorear de cerca al polluelo para asegurar que reciba los cuidados necesarios durante estas primeras semanas, las cuales son críticas. Cuando el polluelo cumpla dos meses, será trasladado a un hábitat acondicionado en el cerro Tibitó, en la Reserva Natural Bioparque Wakatá y, finalmente, a los dos años, se espera que cuente con todas las condiciones necesarias para su liberación.
Desde 2012 se puso en marcha este plan, que tiene como una de sus principales líneas estratégicas la conservación exsitu, es decir, son estrategias fuera de su hábitat natural. Aunque el programa fue creado en 2006 por el Ministerio de Ambiente, solo hasta 2012 comenzó a funcionar cuando algunas instituciones, de la mano del ministerio, establecieron el Programa Nacional de Conservación exsitu y de cría en cautiverio con fines de liberación de esta especie.
De este programa hacen parte la Fundación Parque Jaime Duque, el zoológico Santafe de Medellín y el Aviario Nacional de Colombia en Barú. Luego de superar este primer traspié, el plan enfrentó otro tropiezo: En Colombia no había cóndores cautivos para repoblar. De hecho, en ese entonces, la población del país era de aproximadamente 60 ejemplares.
La única esperanza de continuar el proceso fue buscar a un aliado internacional. El chileno Eduardo Pavez, del Centro de Rehabilitación de Aves y de la Unión de Ornitólogos de ese país, se convirtió en ese socio. Después de tres años de gestiones, logró traer a las primeras tres parejas de cóndores andinos. Cada una de estas parejas fue distribuida en estos puntos.
En 2019, en el aviario de Barú había nacido otro polluelo como parte de este programa. Sin embargo, terminó falleciendo por una enfermedad pulmonar.
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