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Hace tan solo seis años, en 2018, varias organizaciones que trabajan en la Isla de Sombrero, que forma parte de Anguila, en el Caribe, estimaron que la población del lagarto sombrerero, un reptil en peligro crítico de extinción, era de menos de 100 individuos.
“En 2018, tras otro grave huracán, temimos que fuera el fin del lagarto terrestre del Sombrero —como también se conoce a este reptil—. Quedaban menos de 100 ejemplares y la isla estaba en ruinas”, recordó hace algunos días Farah Mukhida, directora ejecutiva del Anguilla National Trust.
Los problemas en la Isla de Sombrero son de larga data. A pesar de ser una zona de importancia mundial para la biodiversidad, en la isla ha habido una histórica extracción de fosfatos, además de ratones invasores y fuertes huracanes. Estos fenómenos tenían a la isla cerca del colapso ecológico.
En 2021, varias organizaciones de Anguila e internacionales, empezaron a realizar labores de conservación. Las principales acciones que adelantaron, fueron la eliminación de los roedores invasores y la plantación de especies autóctonas.
Tres años después, la isla del Sombrero ha sido declarada libre de plagas y se ha reforestado en una gran proporción. Al tiempo que se inició el proceso de conservación, distintas organizaciones, como Fauna y Flora, Anguilla National Trust y Re:wild, comenzaron una intervención para ayudar a la población del lagarto sombrerero.
Recientemente, tras un estudio adelantado por estas organizaciones, se estimó que la población del lagarto del Sombrero es de más de 1.600 individuos, “una rápida recuperación y un alentador signo de esperanza para el futuro de este raro reptil”, según afirmaron los responsables del trabajo.
Aunque Jenny Daltry, directora de la Alianza del Caribe, Fauna & Flora y Re:wild, celebró la recuperación del “descarado y carismático” lagarto, reconoció que aún queda un largo camino de trabajo. “Los efectos combinados de la pérdida de biodiversidad y el deterioro del clima se dejan sentir con mayor intensidad cada año en el Caribe y en todo el mundo. De hecho, todavía estamos ocupados ayudando a nuestros socios en Jamaica y San Vicente y las Granadinas a recuperarse de la devastación causada por el huracán Beryl a principios de este año”, señaló Daltry.
“La restauración de la isla del Sombrero no solo es importante para la fauna a corto plazo, sino que también es clave para aumentar la resistencia a los efectos del cambio climático y garantizar que la naturaleza pueda prosperar a largo plazo”, concluyeron las organizaciones.
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