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El pasado 2 de agosto se publicó oficialmente el decreto 0977 de 2024, con el cual se reglamentan los “distritos mineros para la vida y la paz” y los “distritos mineros para la transición energética y la reindustrialización” en el país. Estos son territorios que tienen como actividad económica principal la explotación de algún mineral y que tienen algún tipo de conflicto ambiental, social o económico.
El objetivo de esta política es ordenar la actividad minera en aquellos lugares en los que hay altos índices de informalidad, promover la explotación regulada de minerales estratégicos para la transición energética, resolver conflictos entre la explotación minera y la protección ambiental, y ofrecer alternativas económicas a las poblaciones en las que se explotaba carbón térmico, mineral para el que el Gobierno busca suspender la entrega de nuevos títulos de explotación.
Durante una rueda de prensa, la viceministra de Minas, Johana Rocha, anunció los primeros 16 territorios que serían priorizados como distritos mineros en el país, dentro de los que se encuentran seis para la transición energética y la reindustrialización, y 10 para la vida y la paz.
Distritos mineros para la transición energética y la reindustrialización
El primer distrito minero que será priorizado dentro de esta estrategia es en el departamento de Cesar, en donde el abandono de tres minas de carbón en 2021 dejó alrededor de 7.000 personas sin empleo. Se llama “Corredor de la vida” y allí se incluye a los municipios de La Jagua de Ibirico, El Paso, Becerril, Agustín Codazzi y Chiriguaná. Este territorio ya había sido nombrado como “el piloto de la transición energética”.
En este territorio se buscará impulsar actividades económicas alternativas para reemplazar los ingresos que ha generado el carbón durante más de 30 años. Dentro de estas se encuentran la agricultura, el turismo, la promoción de energías renovables y la creación de pequeñas industrias a partir de productos propios de la región, como el café.
El segundo es en La Guajira, que comprende a los municipios Barrancas, Hatonuevo y Maicao. En esta zona se encuentra Cerrejón, la mina de carbón a cielo abierto más grande de Latinoamérica. En los límites entre Cundinamarca y Boyacá habrá otro distrito que agrupa a Ráquira, Samacá, Guachetá, Lenguazaque, Cucunubá, Sutatausa, Tausa.
En Boyacá habrá otros tres distritos mineros. Distrito Norte, en el que están Boavita, San Mateo y La Uvita; Distrito Valderrama-Norte, en donde se encuentran Sativanorte, Sativasur, Paz del Rio, Jericó, Beteitiva, Socha, Socotá, Tasco; y Distrito Sugamuxi-Tundama, que agrupa a Corrales, Gámeza, Tópaga, Paipa, Tibasosa, Sogamoso, Mongui, Firavitoba, Nobsa, Mongua.
Estos distritos tienen en común que, aunque se da la explotación de diferentes minerales, en gran parte de estos territorios predomina la explotación de carbón. Sin embargo, tiene características que los diferencian. En el norte del país, en Cesar y La Guajira, hay carbón térmico, y este es el mineral para el que el Gobierno no entregará nuevas concesiones de explotación.
En el centro del país, en Boyacá y Cundinamarca, hay menos carbón térmico y predomina el carbón metalúrgico. Este también es un combustible fósil, pero fue incluido dentro de los minerales estratégicos para la transición energética, pues su uso en la industria del acero es fundamental para la producción de insumos que requiere la infraestructura de energías renovables. En estos departamentos se buscará fortalecer la minería formal para explotar controladamente el mineral.
Distritos mineros para la Vida y la Paz
En los 10 distritos restantes, existe explotación de otro tipo de minerales, como oro, cobre, platinos, entre otros. Sin embargo, son regiones en las que hay conflictos ambientales, presencia de actores armados y una amplia informalidad en la actividad minera, según informó el Minminas.
El primer distrito será el del Bajo Cauca Antioqueño, en donde está Caucasia, Cáceres, Zaragoza, Tarazá, El Bagre y Nechí. En Nariño habrá tres más: Piedemonte y la Cordillera nariñense, Abades, que agrupa a los municipios Los Andes, Santacruz, Samaniego, La Llanada y Mallama; Noroccidente Nariñense, en donde están Iscuandé y El Charco; y el Triángulo de Telembí, territorio en el que están Barbacoas, Magüí Payan y Roberto Payán.
En Cauca habrá dos distritos: Litoral Pacífico Caucano, con los municipios Guapi, Timbiquí y López de Micay; y el Norte del Cauca, en donde están Suárez y Buenos Aires. Chocó también tendrá dos distritos: Atrato, agrupando a los municipios Quibdó, Bagadó, Lloró, Atrato (Yuto), Cértegui, Medio Atrato, Río Quito, Cantón de San Pablo y Unión Panamericana; y San Juan, incluyendo a Tadó, Río Iró, Condoto, Novita, Sipí, Istmina, Medio San Juan.
Finalmente, hará un distrito en Valle del Cauca, en el que serán priorizados los municipios Buenaventura, Dagua, Jamundí y Cali; y uno más en Caldas, en donde está Marmato, Supia, Riosucio.
De acuerdo con la viceministra Rocha, en los diferentes distritos se han dado reuniones con las comunidades, las empresas mineras que tienen títulos activos allí y con otros ministerios, como los de Trabajo y Ambiente. La funcionaria, además, aseguró que para cada municipio se desarrollará una estrategia de acuerdo a las necesidades que tenga la región.
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