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Desde hace un tiempo ya, varios organismos científicos como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) han advertido que el consumo de carne roja, en particular, está asociado al cambio climático. El ganado, a grandes rasgos, emite dos tipos de gases asociados al cambio climático, el metano y el óxido nitroso.
Si estos datos ya son bien conocidos, ¿cómo incentivar que las personas disminuyan el consumo de productos como la carne roja? Esa es una de las preguntas que se han hecho tanto activistas, como los encargados de política pública. Ahora, un nuevo estudio, publicado en la revista Jama Network Open indica que las etiquetas de impacto climático para la comida pueden ser una buena opción.
Más de 5000 adultos en Estados Unidos participaron en un ensayo clínico autorizado, en donde se les pedía imaginar que estaban en un restaurante de comida rápida, a punto de pedir la comida. Después, se les mostró un menú con 14 platos principales, y se les pidió que seleccionaran un plato para ellos. (También puede leer: Estas señales demuestran que la Tierra se está acercando a un desastre climático)
Entre la comida había sándwiches de pollo y pescado, nuggets de pollo, hamburguesas de ternera y sustitutos de la carne, ensaladas y hamburguesas de carne. A cada participante se le mostró una opción de menú con una de tres opciones de etiqueta diferente. El grupo de control vio etiquetas con un código QR en cada uno de los artículos.
Otros participantes vieron platos con etiquetas verdes, que indicaban que la comida tenía bajo impacto climático, en los artículos de pollo, pescado o vegetarianos. Por último, un tercer grupo vio platos con etiquetas rojas, indicativas de comida como la carne roja, de alto impacto climático.
Las etiquetas verdes decían: “Este artículo es sostenible desde el punto de vista medioambiental. Tiene bajas emisiones de gases de efecto invernadero y una baja contribución al cambio climático”, mientras que las etiquetas rojas decían: “Este artículo no es sostenible desde el punto de vista medioambiental. Tiene altas emisiones de gases de efecto invernadero y una alta contribución al cambio climático”. (Le puede interesar: Denuncian fuerte sequía y mortandad de peces en la cuenca baja del río Sogamoso)
En comparación al grupo de control, un 23,5% más de participantes escogieron un menú sostenible cuando los artículos tenían etiquetas de alto impacto climático y un 9,9% más de participantes seleccionaron un menú sostenible cuando las comidas mostraban etiquetas de bajo impacto climático.
Estos resultados muestran que las etiquetas en menús sobre el impacto climático de la comida son efectivas para reducir la selección de carne roja y fomentar “elecciones más sostenibles”, indicaron los autores del estudio. Específicamente, concluyeron que informar que una comida tienen impactos ambientales negativos es una estrategia más efectiva que señalar los alimentos que son sostenibles.
“Descubrimos que etiquetar los productos cárnicos rojos con etiquetas rojas de alto impacto sobre el clima, enmarcadas negativamente, era más eficaz para aumentar las selecciones sostenibles que etiquetar los productos cárnicos no rojos con etiquetas verdes de bajo impacto sobre el clima, enmarcadas positivamente.”, dice el estudio.
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