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Según el reciente informe de la confederación internacional Oxfam, la financiación para atender desastres climáticos ha aumentado en un ‘800%’ en los últimos 20 años y más de la mitad de los recursos disponibles están en poder de los países más ricos.
“Los países ricos no solo no brindan suficiente ayuda humanitaria cuando ocurren desastres relacionados con el clima. Tampoco cumplen su promesa de proporcionar 100.000 millones de dólares al año para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático y bloquean las solicitudes de financiamiento para ayudarlos a recuperarse de impactos como tierras que se han vuelto no cultivables e infraestructura dañada”, señaló Danny Sriskandarajah, director ejecutivo de Oxfam GB. (Lea: Indigenista brasileño y periodista británico, desaparecidos tras amenazas)
Durante los últimos cinco años, los países más pobres solicitaron para ayuda humanitaria de emergencia entre 63.000 y 75.000 millones de dólares, sin embargo, les concedieron entre 35.000 y 42.000 millones, algo que el informe señala como “dolorosamente inadecuado”. En el caso del Reino Unido, por ejemplo, antes de la cumbre de Glasgow, el país cortó su ayuda internacional para la atención de desastres climáticos. Sobre esto, Sriskandarajah manifestó que “los países ricos como el Reino Unido deben asumir toda la responsabilidad por el daño que causan sus emisiones y proporcionar nuevos fondos para las pérdidas y los daños causados por el cambio climático en los países más pobres”.
Esta semana se está llevando a cabo una cumbre climática de la ONU en Bonn (Alemania), previa a la Cop27 que se celebrará en noviembre en Egipto. Este foro es importante porque, tras la Cop26 de Glasgow, los países vuelven a reunirse para evaluar cómo van sus compromisos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, resolver detalles que quedaron inconclusos en Glasgow y establecer prioridades para noviembre. Patricia Espinosa, directora climática de la ONU, afirmó en Bonn que es tiempo de hablar de atención a desastres climáticos de “manera abierta, constructiva y respetuosa”. (Lea: Polémica tras intervención de Rusia en cumbre climática de la ONU)
Por su parte, Madeleine Diouf Sarr, presidenta del bloque de Países Menos Adelantados en las negociaciones climáticas de la ONU, dijo en Bonn que “nosotros no emitimos casi nada, pero en nuestro grupo de países hay islas que se hunden, derrumbes que entierran casas, hospitales que son arrasados por fenómenos meteorológicos catastróficos. Los países ricos tienen una responsabilidad histórica por esta crisis, ¿por qué no deberían contribuir a limpiar el desastre?”.
Solo hasta 2017, el clima extremo se describió por primera vez como un “factor importante” en la ONU. Mientras que en 2021 se describió como “factor principal” en los llamamientos de la Organización, teniendo en cuenta que fue el tercer año más costoso en atención a desastres climáticos como sequías, inundaciones e incendios forestales, con costos de alrededor de 329 mil millones de dólares. (Lea: El estado de Los Nevados, PNN por el que emitieron una orden de desacato contra Duque)
Para 2030, la ONU espera aumentar en un 40% su presupuesto para la atención de desastres climáticos. Aunque en diferentes ocasiones, ha hecho un llamado a privilegiar la prevención de estos desastres sobre su atención.
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