Género, una deuda pendiente en las negociaciones climáticas
Aunque la actual cumbre de cambio climático prometió ser más incluyente, las discusiones y decisiones continúan dominadas por hombres. En las delegaciones, además, el porcentaje de mujeres continúa siendo menor.
María Mónica Monsalve
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En el 2004, en el océano Índico se registró el segundo terremoto más fuerte desde que existe el sismógrafo. Con una magnitud de 9,1, los tsunamis que generó llegaron hasta las costas de varios países de Asia, incluidos Indonesia, Malasia, Sri Lanka, India y Tailandia. Pero no toda la población vivió igual el histórico desastre. Un año después, la organización Oxfam encontró que alrededor del 75 % de las personas que habían muerto eran mujeres. Esa cifra se convirtió en una señal que aún se cita para entender por qué, aunque los tsunamis no guardan relación con el cambio climático, hay muchos movimientos que exigen que se hable de género a la hora de tratar estos asuntos. (Le puede interesar: COP26: buenas promesas, ahora faltan las “reglas de juego”)
Hay varios ejemplos que ayudan a entenderlo mejor. En algunos países, como cuenta la alemana Goteling Alber, fundadora de Gender CC - Mujeres por la Justicia Climática, las mujeres nunca aprenden a nadar porque deben limitarse al hogar. En lugares como Bangladesh, según encontró en sus estudios la investigadora sueca Sonja Ayeb-Karlsson, las mujeres prefieren no ir a refugios tras desastres climáticos, por miedo a ser acosadas y violentadas.
En Colombia, por mencionar un caso cercano, “el cambio climático afecta gravemente a las mujeres rurales, provocando pérdidas de ingreso y, en los peores escenarios, migraciones en busca de un mejor futuro”, explica Liliana Ávila, colombiana y abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA). (Lea todas las noticias sobre la cumbre de cambio climático)
Por esta y otras razones que abarcan desde impactos en la salud hasta seguridad alimentaria, es que la presidencia de la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26) decidió darle hoy la agenda al tema de género. “Hacer progreso en la igualdad de género y la participación plena y significativa de mujeres y niñas en la acción climática”, es el lema que han promovido en la COP26.
Según cuenta Carlos Andrés Casas, director de la iniciativa, identificaron varios puntos en los que el cambio climático afectará a las mujeres. Uno de los más inquietantes hace referencia a su seguridad alimentaria. Además, ellas siguen sin poder acceder a créditos y asistencia técnica por no ser dueñas de la tierra. ico: quienes siguen tomando las decisiones son los hombres. (Le puede interesar: )
Como lo muestran los datos analizados por Carbon Brief, en las conferencias sobre cambio climático suele haber únicamente una mujer por cada tres hombres que participan. Y aunque el panorama ha mejorado a diferencia de la primera COP, cuando el porcentaje de mujeres en las delegaciones apenas era del 12 %, la cifra aún es desalentadora: ahora representan el 38%.
Las delegaciones que se han caracterizado por estar más dominadas por hombres históricamente son Libia, cuyo grupo está conformado 99 % por hombres; la isla Mauricio y Eritrea (ambas con 98 %).
En la otra cara de la moneda, las que han incluido a más mujeres son las Islas Cook (el 62 % de su delegación está compuesto por mujeres) y San Cristóbal y Nieves, que tienen un equipo en el que el 61 % son delegadas.
Pero, más allá de esos porcentajes, ¿de qué manera están incluyendo los asuntos de género en las discusiones sobre cambio climático?
En el caso colombiano, durante dos meses, el Punto Focal Nacional de Género y Cambio Climático, liderado por el GIZ y el Ministerio de Ambiente, organizó 18 diálogos con organizaciones de mujeres colombianas para evaluar sus iniciativas de adaptación y los impactos de este fenómeno.
Según cuenta Carlos Andrés Casas, director de la iniciativa, identificaron varios puntos en los que el cambio climático afectará a las mujeres. Uno de los más inquietantes hace referencia a su seguridad alimentaria. Además, ellas siguen sin poder acceder a créditos y asistencia técnica por no ser dueñas de la tierra. (Puede leer: La científica que traduce la ciencia sobre la Antártida para salvarla)
De hecho, desde el 2019, comenta Casas, Colombia ha buscado integrar el enfoque de género en los planes y políticas de adaptación al cambio climático. También lo está haciendo en la actualización de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (o NDC en sigla inglesa), que son la guía que tiene el país para, entre otras cosas, lograr disminuir el 51 % de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.
“Así mismo, la estrategia carbono neutro a 2050 –que fue presentada oficialmente durante la primera semana de la COP26– ha integrado como principio orientador el enfoque de género”, asegura. “Colombia está formulando una mesa de género y cambio climático que debe empezar a sesionar a partir del primer trimestre de 2022”.