En un comunicado, el Parque Temático Hacienda Nápoles informó que uno de los hipopótamos del lugar murió debido a problemas de salud. Vanessa, como se llamaba el ejemplar, falleció luego de varios días de tratamiento.
Según el Parque, este ejemplar, que había sido asistido por personal médico especializado, había sido expulsado por la manada. Por ese motivo, debió ser criada de manera individual. En sus últimos días, señala el comunicado, Vanessa fue atendida con rigor científico y técnico.
Aunque este es un caso muy particular, en el que este individuo permaneció en el Parque, no hay que olvidar que esta es una especie que ha causado serios problemas en los ecosistemas colombianos e, incluso, está poniendo en riesgo la vida de pescadores y habitantes del Magdalena Medio.
Como lo hemos contado en este diario en múltiples ocasiones, se trata de animales sumamente peligrosos, que pueden desplazar de los ecosistemas a animales nativos y que constituyen un gran peligro para los humanos, pues son sumamente territoriales.
De hecho, tras varios años de espera, la semana pasada el Ministerio de Ambiente publicó la resolución que define el plan de manejo para enfrentar la problemática de invasión biológica de los hipopótamos (Hippopotamus amphibius) en Colombia.
En la resolución 0774 de 2024 se establecen las medidas con las cuales el Estado buscará controlar el crecimiento poblacional de este animal, para evitar las afectaciones ambientales que implica su presencia en los ecosistemas de Antioquia y el Magdalena Medio.
El plan de manejo de la especie invasora está basado en un estudio realizado en conjunto entre el Instituto Humboldt, el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional y la Corporación Autónoma Regional de los ríos Negro y Nare (Cornare), que fue contratado por el Ministerio de Ambiente.
En ese documento se estableció que en el país hay registro de 169 hipopótamos, pero que se estima que su población ya habría aumentado a entre 181 y 215 individuos para octubre de 2022, fecha en la que fue entregado al Ministerio. De estos, 37 % serían crías y juveniles, 35 % subadultos y 28 % adultos, que se encuentran distribuidos desde la Hacienda Napolés, en Doradal, Antioquia, a donde el narcotraficante Pablo Escobar llevó los primeros cuatro.
La resolución contempla entonces cinco acciones de manejo: caza de control, que puede ser física, a través de disparos o conmoción cerebral, o química, con la inyección de medicamentos; translocación, que se refiere al traslado de individuos libres hacia zoológicos o poblaciones silvestres en área de distribución nativa (como África, por ejemplo); confinamiento, que es el aislamiento físico de un área del territorio para contener a un grupo de hipopótamos y mantenerlos ahí hasta su muerte; alertas tempranas e intervención social, que contemplan la instalación de señales en sitios susceptibles de conflicto humano-hipopótamos, así como el establecimiento de una red de vigías ribereños para monitoreo de la especie.
Según la resolución, en las regiones que se encuentran en una fase más grave, se priorizarán las acciones más efectivas en el corto plazo, como la caza de control.
La idea es que el Ministerio de Ambiente publique un informe cada tres años en el que se reporte el avance en la implementación de estas estrategias. Para saber más sobre este proceso, puede leer este artículo donde detallamos cómo será.
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