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En los últimos años, se ha reportado la presencia del polvo del Sahara en varias partes del mundo. Recientemente, en Europa se reportó la presencia de este polvo, por lo que un grupo de científicos lanzó una campaña de ciencia ciudadana para que las personas ubicadas en cadenas montañosas cubiertas de nieve tomaran muestras y así poder analizarlas. (Lea: Así es el teatro del emperador Nerón que acaban de encontrar debajo de Roma)
Estas muestras recopiladas fueron después analizadas por Marie Dumont, doctora del Centro Nacional de Meteorological Research (Francia), y sus colegas. Entre el material recopilado por voluntarios y científicos había unas muestras de nieve de 10 x 10 cm² de superficie a través de toda la capa de polvo en los Pirineos y los Alpes europeos.
Las muestras después se filtraron y se secaron para obtener las partículas de polvo. En total, se recolectaron 152 muestras de nieve de 70 lugares diferentes durante cuatro semanas. Los resultados, publicados en la revista Earth System Science Data, muestran que el volumen de polvo en las muestras osciló entre 0,2 y 58,6 g/m 2.
“La cantidad dependía de la ubicación”, aseguran los científicos y, en cuanto al tamaño de las partículas, señalaron que había disminuido “a medida que aumentaba la distancia desde el desierto del Sáhara. Primero se depositaban las partículas más pesadas y más grandes, mientras que el viento transportaba el material más pequeño y liviano”. (Puede leer: Este gusano microscópico sobrevivió en el permafrost siberiano durante 46.000 años)
La composición del polvo también cambió con la distancia. De acuerdo con los investigadores, “las partículas que contenían hierro se depositaron más cerca de la fuente, donde las partículas tenían un 11 % de hierro en masa en los Pirineos, pero esto se redujo al 2 % en los Alpes suizos”.
Este hallazgo de polvo en entornos cubiertos de hielo y nieve no podría ser una buena noticia. Según dicen los científicos, podría provocar un oscurecimiento del entorno “blanco”, dando como resultado una retroalimentación de albedo negativa.
Este punto lo explican los científicos con esta analogía: “es como si usaras ropa negra en verano que te mantiene más abrigado, en comparación con la ropa blanca que ayuda a reflejar el calor y te mantiene más fresco”. (Lea también: ¿Qué tan bueno es lavarse el cabello todos los días? Esto dice la ciencia)
Cabe recordar que este polvo tiene diversas implicaciones. Por ejemplo, incide en la visibilidad de los vuelos; puede generar problemas respiratorios; o aumenta la formación de nubes.
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