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El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo una contundente advertencia este miércoles 20 de septiembre a los líderes del mundo: “Hemos abierto las puertas del infierno”, dijo, refiriéndose a las pobres medidas que se han tomado en torno al cambio climático. (Lea ¿Por qué el cambio climático afectará en mayor medida a mujeres y niñas?)
Las palabras las pronunció en la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra en Nueva York, donde también ha participado el presidente Gustavo Petro.
“El fuego tiene efectos terribles. Los agricultores ven con horror cómo las inundaciones se llevan sus cultivos. Las temperaturas sofocantes dan luz a enfermedades. Y miles huyen con miedo a medida que se extienden los incendios históricos”, aseguró en su discurso de apertura de la Cumbre de Ambición Climática. (Lea Los pandas también podrían sufrir “jet lag” y esta sería la razón)
Sin embargo, Guterres, de origen portugués, abrió una pequeña puerta de esperanza. Según él, confía en que todavía hay tiempo para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados por encima de los límites preindustriales, pero advirtió de que para hacerlo hay que acabar con las subvenciones millonarias a las energías fósiles y gravar el carbono, entre otras medidas.
Guterres fue especialmente crítico con las compañías que, en sus palabras, han “tratado de bloquear” la transición energética a una economía de cero emisiones, “utilizando su riqueza y su influencia para aplazar, distraer y engañar”.
También mostró simpatía hacia los países menos industrializados, que sufren los impactos más devastadores de una crisis climática a la que no han contribuido, y que se ven estancados en una situación de deuda insostenible con las naciones más ricas.
Guterres repitió su demanda de que los países reformen los bancos de desarrollo multilaterales para que ofrezcan más oportunidades de financiación privada a los países en desarrollo a costes razonables.
Así mismo, pidió que las naciones ricas cumplan con su compromiso de dedicar 100.000 millones de dólares anuales a mitigar los efectos del cambio climático en los países pobres, que se acordó en 2009 y hasta ahora no se ha llevado a cabo.
“Una cumbre no cambiará el mundo”, reconoció Guterres, aunque confió en que su iniciativa pueda generar un nuevo impulso para avanzar en los objetivos climáticos internacionales.
La Cumbre de Ambición Climática de la ONU se desarrollará a lo largo del día de hoy, en el marco de la Semana de Alto Nivel de la Asamblea de Naciones Unidas, que tiene lugar durante estos días en Nueva York.
Durante esta cita, la organización espera poner el foco sobre los países que mayor progreso están haciendo en la cuestión climática y proponer ejemplos para acelerar la transición energética en el mundo.
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