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Este sábado, 1 de junio, inicia oficialmente la temporada de huracanes 2024 en el Caribe, una situación con gran probabilidad (85 %) de estar por encima de los niveles normales, de acuerdo con las estimaciones de Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
“Esta temporada se está dando bajo un contexto bastante inusual, llevamos tres meses consecutivos con los océanos calientes. Eso supone un exceso a la energía térmica, y por tanto un exceso de energía ciclónica”, explicó la directora del Ideam, Ghisliane Echeverry Prieto.
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Esta situación, agrega, provocará que estos eventos “sean más fuertes de lo que hemos tenido en la historia”. A esto se suma que, lo más probable es que los ciclones estén más cerca de las costas colombianas, por lo que el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y La Guajira son los departamentos más expuestos.
“Independiente de la distancia que tengan, sí o sí van a causar lluvias en la costa Caribe, y pueden ocasionar eventos extremos. Estos eventos inician como ondas tropicales, se pueden convertir en depresiones, tormentas o huracanes, dependiendo de la velocidad que adquieran”, agregó Echeverry.
De acuerdo con las estimaciones que entregó el Ideam, la temporada iría hasta el 30 de noviembre, siendo septiembre y octubre los meses de mayor intensidad. Se prevé que en total habrá 25 tormentas, y que 13 de ellas podrían convertirse en huracanes.
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¿Cómo se está preparando Colombia para la temporada de huracanes?
El coronel Andrés Felipe Vargas, subdirector general de la Aeronáutica Civil, aseguró que tienen todas las capacidades dispuestas, (equipos meteorológicos, sistema de comunicaciones y vigilancia), en ayuda a la prevención de los efectos de la temporada.
También informó que se han articulado con las aerolíneas y los actores del sistema de transporte, para tomar las medidas y anticiparse a “cualquier hecho importante que impida o ponga en riesgo el transporte nacional”.
Por su parte, el director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, entregó un balance, no tan positivo, sobre las condiciones del archipiélago de San Andrés, para enfrentar la temporada de huracanes.
Primero, aseguró que “los refugios parecen no estar en las condiciones óptimas”, por lo que harán estudios estructurales para saber si van a resistir o no a los vientos que se presentarán durante los eventos, y asimismo buscarán refugios temporales.
La segunda dificultad que mencionó es la basura que se ha acumulado en las islas por las obras de reconstrucción, después del pasó del huracán Iota en 2020. Según Carillo, hay aproximadamente 60.000 toneladas de escombros que, en caso de un posible ciclón, actuarían como “proyectiles que le podrían hacer un enorme daño a la isla”, de acuerdo con el director.
Estas basuras ya están generando lixiviados y vectores, por lo que sacarlas del archipiélago “es un tema complejo, porque la extracción ya no se puede hacer de la manera tan simple como se hacía, que era contratar planchones que se enviaban a Cartagena”, dice Carrillo. Ahora esta basura requiere de un tratamiento especial para no contaminar el puerto de Providencia, ni que los lixiviados se derramen en el mar.
Por el momento el director no dio ninguna fecha de cuándo se van a sacar estos residuos, pero aseguró que están trabajando en el control de vectores y en retirarla lo antes posible.