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En la tarde de este domingo 15 de septiembre, las autoridades continuaban luchando contra los voraces incendios que están consumiendo cientos de hectáreas de bosques nativos y zonas de reserva en el departamento del Huila. El punto más crítico de las conflagraciones está en el municipio de Palermo, a donde llegó el Avión AT802 de la Policía Nacional de Colombia, que ha realizado 23 descargas de líquido retardante y nueve descargas de 15.200 galones de agua.
La situación llevó a que, este domingo, el gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, declarara calamidad pública en el departamento por un periodo de seis meses, tras una sesión extraordinaria del Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres.
Las afectaciones que han dejado los incendios
En el balance que entregó el gobernador, a la fecha se presentan 10 incendios de cobertura vegetal activos en cinco municipios del departamento. El saldo, hasta el momento, es de 12.569 hectáreas arrasadas y 30 municipios afectados.
Según comentó Villalba, la declaración de calamidad pública en el departamento permitirá adelantar las acciones necesarias para la rehabilitación y reconstrucción de las áreas afectadas.
“La medida permite mayor atención entre las entidades que integran el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, activa la colaboración para el envío de equipos humanos y materiales, permite la implementación de un plan de acción específico para la rehabilitación y también disponer de los recursos necesarios para tener la emergencia”, indicó el gobernador del Huila.
Desde el 11 de septiembre, en Palermo, Huila, hace presencia una Brigada Forestal de Bomberos Bogotá. Cientos de integrantes del Ejército, la Policía Nacional, Bomberos y la Defensa Civil adelantan operaciones terrestres para mitigar la contingencia. Por su parte, la Oficina de Gestión del Riesgo de Huila coordina acciones desde el Puesto de Mando Unificado (PMU).
El sábado, en horas de la madrugada, por lo menos diez familias que viven en la vereda Villa Juncal de Palermo fueron evacuadas por el rápido avance de las llamas que, de acuerdo con los habitantes, han consumido cultivos y montañas enteras. Según la UNGRD, el municipio comprende alrededor de 1.985 de las hectáreas afectadas en el departamento y, junto a Aipe, son las zonas priorizadas para las operaciones, “teniendo en cuenta la cercanía de las llamas a la infraestructura y las viviendas”.
Cifras oficiales indican que en Aipe las llamas han consumido 1.430 hectáreas de bosque seco tropical, dentro de las cuales se encuentran las reservas naturales de San Rafael y Los Claveles.
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