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Indígenas arhuacos quieren producir energía solar cerca de la Sierra Nevada

Un acuerdo entre el pueblo arhuaco, de la Sierra Nevada de Santa Marta, y una empresa de energías renovables empezará a construir una planta solar en el Cesar. El proyecto no requirió de consulta previa y espera construir una aldea para 45 familias de esa comunidad.

19 de junio de 2024 - 01:00 a. m.
El proyecto contempla la construcción de una aldea arhuaca para 45 familias, como se aprecia en uno de los modelos 3D de Terra Initiative.
El proyecto contempla la construcción de una aldea arhuaca para 45 familias, como se aprecia en uno de los modelos 3D de Terra Initiative.
Foto: Cortesía Greenwood Energy
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Durante el fin de semana pasado se generó preocupación por la posibilidad de que se construyera un parque de producción de energía solar en Nabusimake, un sitio sagrado para los indígenas arhuacos, tras una publicación en un medio de comunicación.

Ese punto de la Sierra Nevada de Santa Marta, que recibe su nombre por representar “el lugar donde nace el sol”, se encuentra 2.200 metros sobre el nivel del mar, y hace parte de Pueblo Nuevo, Cesar. La preocupación surgió porque, como otros lugares sagrados de los arhuacos, es clave para conservar la cordillera costera tropical más alta del mundo.

Sin embargo, aunque se trata de un sitio abierto en el que los arhuacos suelen recibir visitantes, hasta el momento no se ha propuesto construir una central solar allí, como explica Noel Torres, líder arhuaco y politólogo de la Universidad Nacional. Terra Initiative, el proyecto al que se refería la publicación, sí existe y está por empezar su construcción, pero lejos de este lugar, en El Copey, Cesar.

Se trata de un parque solar que se construirá fuera del área de protección ambiental de la Sierra Nevada de Santa Marta y que, dice Torres, “no tiene una muestra parecida en Colombia ni en América Latina”. Lo que lo hace único es que, aunque está involucrada una empresa privada, no necesitó de consulta previa, construirá una aldea para el pueblo arhuaco y entregará tierras para la protección de los lugares sagrados de la comunidad indígena.

La unión de dos visiones

La Confederación Indígena Tayrona (CIT), una organización que hace parte del pueblo arhuaco, pasó varios años buscando unir dos visiones: “la ancestralidad y la modernidad”, afirma Torres. Desde 2018, han buscado propuestas de empresas para construir un proyecto que genere ganancias para el privado y que les permita ampliar la cantidad de tierras que tienen para conservar la Sierra.

En este caso, apunta Torres, la modernidad es la transición energética, y la ancestralidad es la protección de los lugares sagrados para los arhuacos. Desde el principio, tenían claro que el sol iba a ser la fuente para ese propósito, una decisión respaldada por el conocimiento de su territorio y por el Atlas de radiación solar en Colombia, que destaca al Cesar como uno de los puntos con mayor potencial para la producción de este tipo de energía.

“Recibimos propuestas de tres empresas, pero ninguna se alineaba con nuestra visión”, relata Torres. En los procesos de diálogo, les manifestaban que solo estaban interesados en alquilar una parte de su territorio para poner en funcionamiento un parque solar y que harían las compensaciones ambientales a las que estarían obligados por ley, pero no coincidían en involucrar el componente ancestral.

Para 2019 apareció otra empresa interesada. Torres, quien estaba a cargo de iniciar los diálogos, recuerda que el proceso empezó con desconfianza, por su experiencia del año anterior. Esto ocurre, en parte, por la forma en la que se acercan las empresas a las comunidades. “Cuando estamos en el sector privado, queremos estructurar los proyectos con un cronograma, un presupuesto por ejecutar y se empieza a mover todo. Aquí no funciona de la misma forma. Cualquier privado que intente llegar bajo esa estructura y rigidez no lo va a lograr”, explica Marco Páez, director de Greenwood Energy en Colombia, la empresa con la que se asoció la CIT.

“Pero yo veía que estos eran más curiosos, querían saber más”, recuerda Torres. En el proceso, el primer paso fue que los representantes de la empresa se sentaran a hablar con los mamos, líderes espirituales del pueblo arhuaco, para establecer un lazo con las autoridades indígenas. A partir de allí, se empezó a estructurar la iniciativa, que empezará a construirse en la segunda mitad de 2024.

En términos técnicos, el parque generará 39.9 megavatios (MW) de energía que serán vendidos a la red eléctrica nacional, para distribuirse al resto del país. Instalarán 89.000 paneles solares y dos plantas de generación eléctrica en 40 hectáreas cerca del municipio de El Copey, en donde funcionarán durante 35 años.

Pero, a diferencia de otros proyectos de energías renovables en la región, su construcción y funcionamiento estará alineada con las peticiones del pueblo arhuaco. “A nosotros, por ejemplo, nos toca coordinar actividades de acuerdo con el calendario lunar y establecer horarios de acuerdo a los momentos del día en los que se trabaja”, cuenta Páez.

Un proyecto sin consulta previa

Normalmente, cuando una empresa quiere instalar una planta de energía renovable en un territorio indígena, según las leyes colombianas, debe surtir un proceso de consulta previa. Allí se definen los beneficios que recibirán las comunidades por el uso de su territorio, las condiciones de operación y las compensaciones que debe hacer la empresa en las comunidades. Sin cumplir este requisito, no pueden obtener la licencia ambiental.

Cuando Greenwood llegó a la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) para tramitar la licencia de Terra Initiative, ese fue el primer requisito. Pero, para Torres no tenía sentido hacer un proceso de consulta previa porque “este proyecto es concertado, lo estábamos construyendo entre ambas partes. No podía ser una consulta previa con nosotros mismos”.

Luego de explicar esto ante la Dirección de la Autoridad Nacional de Consulta Previa del Ministerio del Interior, se expidió una resolución en agosto de 2023, “estableciendo que no procede la consulta previa”, según se lee en la licencia ambiental otorgada a inicios de 2024 por Corpocesar.

El lugar en el que se construirá el proyecto hace parte de la “Línea Negra” de la Sierra Nevada de Santa Marta, una serie de lugares sagrados que se encuentran en el “territorio ancestral de los pueblos arhuaco, kogui, wiwa y kankuamo”, definidos por el decreto 1500 de 2018 para conservarla. Sin embargo, como consta en la licencia ambiental, este terreno no se sobrepone con el área protegida de la cordillera.

Aunque cuenta con 236 hectáreas, parte de la sociedad entre la empresa y la comunidad consiste en que esa tierra sea propiedad de los arhuacos. “El predio ya está a nombre de la CIT y nosotros le prestamos a Greenwood las 40 hectáreas que necesitan para el parque solar”, apunta Torres.

Otro de los acuerdos es que durante los primeros 25 años de operación, el 5 % de las ganancias que se generen con la venta de energía sea para el pueblo arhuaco. La idea es que “esos recursos sirvan para seguir comprando tierras en los límites de la Sierra, que destinaríamos para su conservación”. Los 10 años restantes, Greenwood donará la planta solar a la CIT, y la organización decidirá si continúa con la generación de energía solar.

De las más de 190 hectáreas restantes, se utilizarán cinco para la construcción de una aldea para 45 familias arhuacas. “En las demás destinaremos una parte para la producción agrícola y pecuaria, y el resto para la regeneración natural de la Sierra”, explica Torres.

Esta será la primera fase de Terra Initiative, según Páez, pues el objetivo es que se construyan dos parques más para la producción de energía solar con características similares a este. Cada uno también tendría una aldea, tierras para la conservación de la Sierra y participación en las ganancias por parte del pueblo arhuaco.

“Quisiéramos que el Estado nos diera alguno de los dos predios restantes, para poder ser mejores socios en el proyecto, con una participación del 49 % en las ganancias”, dice Torres, quien asegura que ha conversado con el presidente Gustavo Petro sobre esta posibilidad.

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