Inundaciones sin precedentes en Australia traen cocodrilos a las calles
Australia desplegó militares en el nordeste del país para combatir unas inundaciones sin precedentes que anegaron casas, escuelas y aeropuertos y llevaron a cocodrilos a las calles.
Redacción vivir y AFP
Australia está viviendo escenarios climáticos sin precedentes. Apenas hace una semana, los termómetros de la isla registraba una ola de calor tan intensa que había provocado incendios, sequías y la mortandad de cientos de peces.
De acuerdo con news.au, las temperaturas alcanzaron niveles récord, sobre todo en el sur, donde se registraron más de 46,6° C. En Port August, a unos 300 kilómetros de Adelaida, los termómetros marcaron la mínima más alta de la historia del país, con 24,6° y más al norte, en Nueva Zelanda la temperatura rozó los 35° C durante varios días.
Ahora, el país se enfrenta a inundaciones que han aumentado los niveles de las aguas a alturas nunca antes vistas. En la región de Townsville, una ciudad costera en el estado de Queensland, desde el 26 de enero han caído cerca de dos pies de lluvia.
Lluvias bíblicas
“Nunca vimos tanta agua en toda nuestra vida”, declaró Gabi Elgood, periodista de una radio local. “Creíamos que no podía haber más, pero la lluvia no cesa”.
“En siete días, hemos recibido nuestra precipitación total anual”, dijo Jenny Hill, la alcaldesa de Townsville a The New York Times. “Nunca hemos visto un clima como este”.
De acuerdo con algunas estaciones meteorológicas, los registros actuales duplicaron lo ocurrido en 1998, cuando hubo una inundación conocida como “La Noche de Noé”.
El norte tropical de Australia experimenta fuertes lluvias durante la temporada del monzón, pero el reciente aguacero superó con creces los niveles normales, sobre todo en la ciudad costera de Townsville.
Los militares, que distribuyeron 70.000 sacos de arena, utilizaron el lunes vehículos de carga anfibios para rescatar a vecinos de sus tejados, mientras las lluvias del monzón inundaban el estado de Queensland.
Las autoridades se vieron obligadas el domingo a abrir las compuertas contra las inundaciones, provocando lo que llamaron corrientes de agua “peligrosas y de alta velocidad”.
Los residentes desesperados tuvieron que lidiar no solo con las inundaciones repentinas, los derrumbes de tierra y los apagones, sino también con los reptiles.
El Boletín de Townsville dijo que había recibido avisos de la presencia de cocodrilos de agua salada en el área devastada por las inundaciones.
“Si la idea de encontrarse cara a cara con un cocodrilo no basta para disuadirles, antes de ir a jugar en el agua, tengan siempre en la mente que podrían encontrarse chapoteando en medio de los excrementos de su vecino”, advirtió la policía de Queensland en un comunicado.
Semejantes lluvias constituyen "un acontecimiento que ocurre cada 100 años", dijo la jefa del gobierno del Estado, Annastacia Palaszczuk.
“Distribuir ayuda”
El servicio australiano de meteorología advirtió el domingo sobre nuevas lluvias y el riesgo de tornados y vientos violentos en los próximos días. Más de 20.000 viviendas podrían verse inundadas si las precipitaciones persisten, alertó.
El lunes, escuelas y tribunales permanecieron cerrados. Más de 16.000 personas no tenían electricidad, según Emma Oliveri, portavoz del grupo de distribución eléctrica Ergon Energy.
La principal arteria que une el norte de Australia con el resto de la costa este también estaba cortada, lo que hizo temer problemas en la distribución de alimentos.
Los supermercados Woolworths "enviaron aviones chárter para distribuir 3.000 toneladas de productos frescos y bienes de primera necesidad" en Cairns, ciudad del norte, indicó Tina Anandji, una responsable del grupo.
“Seguiremos haciendo lo que podemos para llevar reservas al extremo norte de Queensland aunque las carreteras están cortadas”, agregó.
Según los meteorólogos, un sistema monzónico que se desplaza muy lentamente se situaba por encima del norte de Queensland, y ciertas zonas podrían recibir el equivalente de más de una año de pluviometría, antes de que llegue una mejora.
La región recibe en promedio 2.000 milímetros de lluvia por año, pero algunas ciudades podrían superar ese umbral en sólo unos días.
Australia tuvo el mes de enero más caluroso desde que tiene registros, lo que agravó la sequía en el interior del este y sur del país, y favoreció los incendios forestales.
Según los expertos el cambio climático provocó un alza de las temperaturas, en tierra como en mar, lo que aumentó la cantidad de días muy calurosos y los riesgos de incendios.
Australia está viviendo escenarios climáticos sin precedentes. Apenas hace una semana, los termómetros de la isla registraba una ola de calor tan intensa que había provocado incendios, sequías y la mortandad de cientos de peces.
De acuerdo con news.au, las temperaturas alcanzaron niveles récord, sobre todo en el sur, donde se registraron más de 46,6° C. En Port August, a unos 300 kilómetros de Adelaida, los termómetros marcaron la mínima más alta de la historia del país, con 24,6° y más al norte, en Nueva Zelanda la temperatura rozó los 35° C durante varios días.
Ahora, el país se enfrenta a inundaciones que han aumentado los niveles de las aguas a alturas nunca antes vistas. En la región de Townsville, una ciudad costera en el estado de Queensland, desde el 26 de enero han caído cerca de dos pies de lluvia.
Lluvias bíblicas
“Nunca vimos tanta agua en toda nuestra vida”, declaró Gabi Elgood, periodista de una radio local. “Creíamos que no podía haber más, pero la lluvia no cesa”.
“En siete días, hemos recibido nuestra precipitación total anual”, dijo Jenny Hill, la alcaldesa de Townsville a The New York Times. “Nunca hemos visto un clima como este”.
De acuerdo con algunas estaciones meteorológicas, los registros actuales duplicaron lo ocurrido en 1998, cuando hubo una inundación conocida como “La Noche de Noé”.
El norte tropical de Australia experimenta fuertes lluvias durante la temporada del monzón, pero el reciente aguacero superó con creces los niveles normales, sobre todo en la ciudad costera de Townsville.
Los militares, que distribuyeron 70.000 sacos de arena, utilizaron el lunes vehículos de carga anfibios para rescatar a vecinos de sus tejados, mientras las lluvias del monzón inundaban el estado de Queensland.
Las autoridades se vieron obligadas el domingo a abrir las compuertas contra las inundaciones, provocando lo que llamaron corrientes de agua “peligrosas y de alta velocidad”.
Los residentes desesperados tuvieron que lidiar no solo con las inundaciones repentinas, los derrumbes de tierra y los apagones, sino también con los reptiles.
El Boletín de Townsville dijo que había recibido avisos de la presencia de cocodrilos de agua salada en el área devastada por las inundaciones.
“Si la idea de encontrarse cara a cara con un cocodrilo no basta para disuadirles, antes de ir a jugar en el agua, tengan siempre en la mente que podrían encontrarse chapoteando en medio de los excrementos de su vecino”, advirtió la policía de Queensland en un comunicado.
Semejantes lluvias constituyen "un acontecimiento que ocurre cada 100 años", dijo la jefa del gobierno del Estado, Annastacia Palaszczuk.
“Distribuir ayuda”
El servicio australiano de meteorología advirtió el domingo sobre nuevas lluvias y el riesgo de tornados y vientos violentos en los próximos días. Más de 20.000 viviendas podrían verse inundadas si las precipitaciones persisten, alertó.
El lunes, escuelas y tribunales permanecieron cerrados. Más de 16.000 personas no tenían electricidad, según Emma Oliveri, portavoz del grupo de distribución eléctrica Ergon Energy.
La principal arteria que une el norte de Australia con el resto de la costa este también estaba cortada, lo que hizo temer problemas en la distribución de alimentos.
Los supermercados Woolworths "enviaron aviones chárter para distribuir 3.000 toneladas de productos frescos y bienes de primera necesidad" en Cairns, ciudad del norte, indicó Tina Anandji, una responsable del grupo.
“Seguiremos haciendo lo que podemos para llevar reservas al extremo norte de Queensland aunque las carreteras están cortadas”, agregó.
Según los meteorólogos, un sistema monzónico que se desplaza muy lentamente se situaba por encima del norte de Queensland, y ciertas zonas podrían recibir el equivalente de más de una año de pluviometría, antes de que llegue una mejora.
La región recibe en promedio 2.000 milímetros de lluvia por año, pero algunas ciudades podrían superar ese umbral en sólo unos días.
Australia tuvo el mes de enero más caluroso desde que tiene registros, lo que agravó la sequía en el interior del este y sur del país, y favoreció los incendios forestales.
Según los expertos el cambio climático provocó un alza de las temperaturas, en tierra como en mar, lo que aumentó la cantidad de días muy calurosos y los riesgos de incendios.