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Tras toda la polémica que surgió después de que Celsia reconociera que está considerando la venta de sus proyectos eólicos en La Guajira por algunos problemas respecto a las licencias ambientales, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) respondió a la compañía a través de un comunicado.
Celsia tiene dos proyectos llamados Acacia y Camelias, que suman ambos 330 MW. En su respuesta, la Anla recuerda que en lo que tiene que ver con Camelias, ubicado en Uribia, Celsia presentó en enero de 2024 una solicitud de modificación de tres licencias ambientales otorgadas por la Corporación Autónoma Regional de la Guajira (Corpoguajira) con el fin de tener un único instrumento de manejo y control.
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La Anla dice que después de esa solicitud realizó un total de 61 requerimientos a la compañía. “En consecuencia, el solicitante tendrá un término de un mes, prorrogable un mes adicional, para allegar a la autoridad la información requerida”, dice el comunicado. La entidad menciona que por su parte “no existe retraso en el procedimiento” y justifica que respecto a los términos del trámite, han transcurrido 26 días hábiles de los 60 que tiene para dar respuesta a la solicitud.
En cuanto al otro proyecto, llamado Acacias, la Anla señala que la licencia ambiental fue otorgada por Corpoguajira y no hace parte del trámite que se adelanta ahora ante la autoridad. Y finaliza: “La Anla hace un llamado a las empresas para que efectúen las solicitudes de licencia ambiental ante esta autoridad, abarcando los proyectos de manera integral, evitando segmentarlos para que se presenten estudios ambientales completos y en cumplimiento de lo establecido en los manuales y términos de referencia”.
Durante la mañana de este jueves, Celsia oficializó que está considerando vender estos proyectos en La Guajira. Mencionó en específico tres: dificultades con las comunidades para el cierre de las consultas previas; demoras en obtener o modificar las licencias ambientales; e imposibilidades técnicas para entrar en operación en las fechas comprometidas por el atraso en la entrega de las líneas de refuerzo de transmisión.
Esos problemas, dice la compañía, la ha obligado a considerar la continuación de los proyectos Acacia y Camelias, que suman ambos 330 MW. Lo cierto es que los problemas alrededor de los proyectos de energía eólica en Colombia no son nuevos. A mediados de enero pasado, El Espectador reportaba en este artículo que varios proyectos estaban detenidos o habían sido suspendidos debido a las barreras institucionales, la complejidad de negociar con las comunidades y la poca claridad en el marco normativo.
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La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, se refirió al caso, señalando que si bien no conoce los detalles, “lo que nos ha pasado en el pasado es que las empresas a veces presentan estudios muy deficientes para el licenciamiento ambiental. La Anla ha abierto un proceso desde junio del año pasado de diálogo permanente con las empresas, y precisamente utilizan un poco el golpe mediático para decir que la licencia no ha funcionado, pero lo que estamos haciendo en este país es que ese desarrollo se haga con responsabilidad”.
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