La contaminación del aire en China está disminuyendo, pero todavía falta mucho
Los satélites de la NASA capturaron imágenes que muestran mejoría. Sin embargo, investigadores advierten que hace falta para mejorar la calidad del aire en las principales ciudades de ese país.
Imágenes de algunas de las principales ciudades de China con sus calles llenas de esmog han sido divulgadas durante años. La NASA ha monitoreado su atmósfera durante dos décadas, y aunque puede verse una notable mejoría, los investigadores afirman que falta mucho para que la calidad del aire sea sana para sus ciudadanos.
Así lo afirma un reciente estudio publicado en la revista Nature, en el que además se recuerda que la polución es responsable de más de cuatro millones de muertes prematuras anualmente en todo el mundo, “incluido un millón estimado en China”, dice la investigación, con motivo de enfermedades cardíacas, respiratorias y cáncer de pulmón (Lea también: Esto dice el último reporte sobre nivel de actividad del volcán Nevado del Ruiz).
¿Cuál es la principal preocupación? El PM 2,5, más conocido como el material particulado fino que tiene un diámetro de 2,5 micrómetros (o menos), según uno de los autores principales, Chi Li, científico atmosférico de la Universidad Washington de St. Louis en Missouri.
La contaminación en China viene desde años atrás. Ya para la década de 1990 podía verse que la exposición anual promedio de PM 2,5 en ese país aumentó de 35 a más de 50 microgramos por metro cúbico.
Hubo estabilidad alrededor de 2006, cuando los niveles bajaron entre 50 y 60, y a partir de 2013 comenzaron los cambios drásticos. Nada más en 2021, esa cifra fue de 33,3 microgramos por metro cúbico.
Aunque el estándar nacional de calidad de aire en China es de 35, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice otra cosa: esta entidad recomienda que los niveles de PM 2,5 no superen el número 5, pero incluso países como Estados Unidos y Reino Unido no cumplen con esa medida.
¿Qué ha hecho China para disminuir la contaminación?
En 2013, se lanzó el plan de prevención y control de la contaminación del aire, que implicó más reglas para las compañías que emiten gases a la atmósfera.
El Estado también otorgó mejoras a las centrales eléctricas de carbón, mediante la implementación de filtros y otros equipos en sus chimeneas para eliminar el dióxido de azufre, una molécula altamente contaminante (Lea también: Las prioridades de la nueva ministra de Ciencia del Gobierno de Petro).
Nada más estas medidas, según los investigadores, representaron una reducción del 81% de las emisiones de PM entre 2013 y 2017.
Es por eso que el Gobierno chino ha reiterado en varias ocasiones su intención de implementar más medidas para que, en 2025, se reduzcan los días de contaminación fuerte, en los que el PM 2.5 puede superar los 200 microgramos por metro cúbico.
El objetivo de China de convertirse en carbono neutral para 2060 ayudará a lograr esa transición y mantendrá la tendencia a la baja de la contaminación del aire, dice Li. “En última instancia, será cada vez más limpio en el futuro si la fuente de electricidad también se vuelve más limpia”, afirma.
Imágenes de algunas de las principales ciudades de China con sus calles llenas de esmog han sido divulgadas durante años. La NASA ha monitoreado su atmósfera durante dos décadas, y aunque puede verse una notable mejoría, los investigadores afirman que falta mucho para que la calidad del aire sea sana para sus ciudadanos.
Así lo afirma un reciente estudio publicado en la revista Nature, en el que además se recuerda que la polución es responsable de más de cuatro millones de muertes prematuras anualmente en todo el mundo, “incluido un millón estimado en China”, dice la investigación, con motivo de enfermedades cardíacas, respiratorias y cáncer de pulmón (Lea también: Esto dice el último reporte sobre nivel de actividad del volcán Nevado del Ruiz).
¿Cuál es la principal preocupación? El PM 2,5, más conocido como el material particulado fino que tiene un diámetro de 2,5 micrómetros (o menos), según uno de los autores principales, Chi Li, científico atmosférico de la Universidad Washington de St. Louis en Missouri.
La contaminación en China viene desde años atrás. Ya para la década de 1990 podía verse que la exposición anual promedio de PM 2,5 en ese país aumentó de 35 a más de 50 microgramos por metro cúbico.
Hubo estabilidad alrededor de 2006, cuando los niveles bajaron entre 50 y 60, y a partir de 2013 comenzaron los cambios drásticos. Nada más en 2021, esa cifra fue de 33,3 microgramos por metro cúbico.
Aunque el estándar nacional de calidad de aire en China es de 35, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice otra cosa: esta entidad recomienda que los niveles de PM 2,5 no superen el número 5, pero incluso países como Estados Unidos y Reino Unido no cumplen con esa medida.
¿Qué ha hecho China para disminuir la contaminación?
En 2013, se lanzó el plan de prevención y control de la contaminación del aire, que implicó más reglas para las compañías que emiten gases a la atmósfera.
El Estado también otorgó mejoras a las centrales eléctricas de carbón, mediante la implementación de filtros y otros equipos en sus chimeneas para eliminar el dióxido de azufre, una molécula altamente contaminante (Lea también: Las prioridades de la nueva ministra de Ciencia del Gobierno de Petro).
Nada más estas medidas, según los investigadores, representaron una reducción del 81% de las emisiones de PM entre 2013 y 2017.
Es por eso que el Gobierno chino ha reiterado en varias ocasiones su intención de implementar más medidas para que, en 2025, se reduzcan los días de contaminación fuerte, en los que el PM 2.5 puede superar los 200 microgramos por metro cúbico.
El objetivo de China de convertirse en carbono neutral para 2060 ayudará a lograr esa transición y mantendrá la tendencia a la baja de la contaminación del aire, dice Li. “En última instancia, será cada vez más limpio en el futuro si la fuente de electricidad también se vuelve más limpia”, afirma.