La demanda de hidrógeno mundial se incrementa, pero sigue costando demasiado
Un informe publicado recientemente reveló buenas cifras sobre el incremento de proyectos para la producción de hidrógeno, pero alerta sobre la falta de apoyo y estructuración de los Estados para dar soporte a las inversiones.
El Informe Global de Energía de la Agencia Internacional de Energía dio a conocer algunos datos importantes sobre el futuro de la producción de hidrógeno como fuente de energía limpia. (Le puede interesar: Llamado global para salvar de la extinción la flor más grande del mundo)
En términos generales, la demanda de producción de hidrógeno está creciendo a nivel mundial. De hecho, con respecto al informe publicado en 2022, hubo un incremento del 50 % en la cantidad de proyectos anunciados para trabajar con hidrógeno.
Sin embargo, el panorama sobre el crecimiento de esta industria aún no es claro. Se estima que para 2030 la capacidad de producción se ubicaría en los 35 millones de toneladas. El problema es que los proyectos anunciados para generarla aún no cuentan con la inversión necesaria.
Hay dos formas de producir hidrógeno. Una de ellas es a partir de fuentes de energía renovable, como turbinas de energía eólica o paneles de energía solar. La segunda es a partir de la captura de carbono, con la utilización de combustibles fósiles. (También puede leer: ¿Por qué está haciendo tanto frío en Bogotá?)
La primera técnica es mucho más costosa que la segunda y aún se encuentran en desarrollo las tecnologías que prometen disminuirlos. La segunda, a pesar de que tiene un impacto menor con respecto a otras fuentes de energía, usa combustibles fósiles, algo que para 2030 debería ser drásticamente reducido.
De acuerdo con el informe, la capacidad de producción para 2030 de los proyectos anunciados corresponde a 27 millones de toneladas basadas en electrólisis (la primera técnica) y 10 millones de toneladas con captura de carbono basada en combustibles fósiles.
De esas toneladas, apenas el 4 % corresponde a proyectos que ya cuentan con una inversión asegurada. Mientras tanto, 17 millones de toneladas hacen parte de proyectos que apenas se encuentran en etapas tempranas y necesitan del apoyo por parte de los Estados para llevarse a cabo. (Le recomendamos: Esta es la cantidad de basura que generamos en un año)
La Agencia Internacional de Energía sostiene que la demanda puede seguir creciendo y que algunos países, como China, están tomando decisiones para apoyar la inversión en estos proyectos. Sin embargo, las demoras en la implementación y la falta de estructuración de las políticas públicas necesarias estarían retrasando su avance.
En Colombia hay varios proyectos en etapas tempranas, con estudios de factibilidad y algunos ya operando, con los que se espera atender la demanda de países como Alemania.
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El Informe Global de Energía de la Agencia Internacional de Energía dio a conocer algunos datos importantes sobre el futuro de la producción de hidrógeno como fuente de energía limpia. (Le puede interesar: Llamado global para salvar de la extinción la flor más grande del mundo)
En términos generales, la demanda de producción de hidrógeno está creciendo a nivel mundial. De hecho, con respecto al informe publicado en 2022, hubo un incremento del 50 % en la cantidad de proyectos anunciados para trabajar con hidrógeno.
Sin embargo, el panorama sobre el crecimiento de esta industria aún no es claro. Se estima que para 2030 la capacidad de producción se ubicaría en los 35 millones de toneladas. El problema es que los proyectos anunciados para generarla aún no cuentan con la inversión necesaria.
Hay dos formas de producir hidrógeno. Una de ellas es a partir de fuentes de energía renovable, como turbinas de energía eólica o paneles de energía solar. La segunda es a partir de la captura de carbono, con la utilización de combustibles fósiles. (También puede leer: ¿Por qué está haciendo tanto frío en Bogotá?)
La primera técnica es mucho más costosa que la segunda y aún se encuentran en desarrollo las tecnologías que prometen disminuirlos. La segunda, a pesar de que tiene un impacto menor con respecto a otras fuentes de energía, usa combustibles fósiles, algo que para 2030 debería ser drásticamente reducido.
De acuerdo con el informe, la capacidad de producción para 2030 de los proyectos anunciados corresponde a 27 millones de toneladas basadas en electrólisis (la primera técnica) y 10 millones de toneladas con captura de carbono basada en combustibles fósiles.
De esas toneladas, apenas el 4 % corresponde a proyectos que ya cuentan con una inversión asegurada. Mientras tanto, 17 millones de toneladas hacen parte de proyectos que apenas se encuentran en etapas tempranas y necesitan del apoyo por parte de los Estados para llevarse a cabo. (Le recomendamos: Esta es la cantidad de basura que generamos en un año)
La Agencia Internacional de Energía sostiene que la demanda puede seguir creciendo y que algunos países, como China, están tomando decisiones para apoyar la inversión en estos proyectos. Sin embargo, las demoras en la implementación y la falta de estructuración de las políticas públicas necesarias estarían retrasando su avance.
En Colombia hay varios proyectos en etapas tempranas, con estudios de factibilidad y algunos ya operando, con los que se espera atender la demanda de países como Alemania.
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