Si una hormiga se angustia o se excita, todo el hormiguero experimentará la misma sensación de manera simultánea.
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Como tantos, también sucumbí a la fascinación que despiertan las hormigas. Les he seguido la pista por años en libros y bosques, y he descubierto muchas cosas. Descubrí, por ejemplo, que hay un momento en que las hembras saben, de alguna manera, que deben abandonar el hormiguero y salen por primera vez en su vida al mundo exterior. Dos fuertes estímulos las sorprenden entonces: una cosa cálida y brillante, el Sol, y una brisa afrodisiaca, las ráfagas de feromonas que están lanzando en ese momento miles de machos ansiosos. Son los efluvios de...