La “harina” de roca de Groenlandia puede absorber importantes cantidades de CO2
Una investigación encontró que al regar sobre suelos de cultivos “harina” de roca producida bajo los glaciares de Groenlandia se absorbe una cantidad significativa de CO2 de la atmósfera.
Un estudio publicado en el International Journal of Greenhouse gas control encontró que la “harina” de roca producida bajo los glaciares de Groenlandia puede absorber una cantidad significativa de dióxido de carbono de la atmósfera. Esta capa de hielo produce 1.000 millones de toneladas por año de harina de roca, que fluye por los glaciales como una suerte de lodo.
La investigación estimó que se pueden captar 250 kg de CO2 por una tonelada de esta harina de roca. Para esto, los científicos esparcieron la harina en suelos de cultivos de Dinamarca y después de tres años calcularon, admeás, que si se esparciera por todos los terrenos de cultivos del país podrían absorberse 27 millones de toneladas de CO2 anuales.
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Según los investigadores, a través del proceso de “meteorización mejorada de rocas” (ERW, por sus siglas en inglés), el polvo de las rocas se descompone y hace que el CO2 del aire se fije en estos nuevos minerales, por lo que tienen un gran potencial para eliminar toneladas dióxido de carbono de la atmósfera.
Minik Rosing, profesor de la Universidad de Copenhague y uno de los autores de la investigación, explicó para The Guardian que “esta es una solución escalable. La harina de roca se ha estado acumulando en Groenlandia durante los últimos 8.000 años más o menos. Todas las áreas agrícolas de la Tierra podrían cubrirse con esto”.
(Lea: Este es el estado del volcán Nevado del Ruiz el martes 30 de mayo)
Por su parte, la profesora Christiana Dietzen, de la misma universidad, añadió que “a diferencia de otras fuentes, la harina de roca glacial no necesita ningún procesamiento”.
Además de esta investigación, un estudio publicado en marzo de este año en Nutrient Cycling in Agroecosystems, encontró que hubo un aumento en los rendimientos de los cultivos de maíz y de papa en los que se regó harina de roca en Dinamarca, en un 24 % y 19 %, respectivamente.
(Lea: Las preguntas que aún quedan sobre la emergencia climática declarada en Medellín)
Según la profesora Dietzen, los investigadores actualmente adelantan experimentos en terrenos menos fértiles de Ghana, en donde también ya se ha evidenciado un mayor rendimiento de los cultivos de maíz, y señaló que “en entornos como Ghana, el beneficio de los fertilizantes por sí solo puede ser motivo suficiente para importar harina de roca glacial”.
Rosing, nacido en Groenlandia, también resaltó que esta investigación muestra que el país puede “ser parte de la solución [climática], en lugar de ser solo un síntoma del problema”.
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Un estudio publicado en el International Journal of Greenhouse gas control encontró que la “harina” de roca producida bajo los glaciares de Groenlandia puede absorber una cantidad significativa de dióxido de carbono de la atmósfera. Esta capa de hielo produce 1.000 millones de toneladas por año de harina de roca, que fluye por los glaciales como una suerte de lodo.
La investigación estimó que se pueden captar 250 kg de CO2 por una tonelada de esta harina de roca. Para esto, los científicos esparcieron la harina en suelos de cultivos de Dinamarca y después de tres años calcularon, admeás, que si se esparciera por todos los terrenos de cultivos del país podrían absorberse 27 millones de toneladas de CO2 anuales.
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Según los investigadores, a través del proceso de “meteorización mejorada de rocas” (ERW, por sus siglas en inglés), el polvo de las rocas se descompone y hace que el CO2 del aire se fije en estos nuevos minerales, por lo que tienen un gran potencial para eliminar toneladas dióxido de carbono de la atmósfera.
Minik Rosing, profesor de la Universidad de Copenhague y uno de los autores de la investigación, explicó para The Guardian que “esta es una solución escalable. La harina de roca se ha estado acumulando en Groenlandia durante los últimos 8.000 años más o menos. Todas las áreas agrícolas de la Tierra podrían cubrirse con esto”.
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Por su parte, la profesora Christiana Dietzen, de la misma universidad, añadió que “a diferencia de otras fuentes, la harina de roca glacial no necesita ningún procesamiento”.
Además de esta investigación, un estudio publicado en marzo de este año en Nutrient Cycling in Agroecosystems, encontró que hubo un aumento en los rendimientos de los cultivos de maíz y de papa en los que se regó harina de roca en Dinamarca, en un 24 % y 19 %, respectivamente.
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Según la profesora Dietzen, los investigadores actualmente adelantan experimentos en terrenos menos fértiles de Ghana, en donde también ya se ha evidenciado un mayor rendimiento de los cultivos de maíz, y señaló que “en entornos como Ghana, el beneficio de los fertilizantes por sí solo puede ser motivo suficiente para importar harina de roca glacial”.
Rosing, nacido en Groenlandia, también resaltó que esta investigación muestra que el país puede “ser parte de la solución [climática], en lugar de ser solo un síntoma del problema”.
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