La historia del carbón en La Guajira

Las palabras “transición energética” ha estado en el centro de muchas discusiones, debates y polémicas desde que Gustavo Petro se posesionó como presidente en agosto del año pasado. Y es que la transición energética ha sido, desde su campaña, una de sus banderas políticas.

Mientras era candidato presidencial, invitó a otros líderes de Latinoamérica a conformar un “bloque anti-petróleo”, para alejar la economía de los combustibles fósiles y en su discurso de posesión dijo que “nosotros estamos dispuestos a transitar a una economía sin carbón y sin petróleo”.

Aunque, en repetidas ocasiones, una de las críticas más grandes al gobierno es que aún no existe un documento oficial que explique, detalladamente, cuál es su propuesta para la transición energética en Colombia, ya hay algunas pistas en textos como el Plan Nacional de Desarrollo (PND). (Aquí puede encontrar la primera entrega: Transición energética en La Guajira: de las guerras del gas a las disputas por el viento)

Hace unas semanas, se presentó su versión final, que será debatida por el Congreso en los próximos meses. Allí quedó consignado el artículo 186, que dice: “Con el fin de avanzar en la trayectoria de descarbonización de los sectores, a partir de la vigencia de la presente ley se prohíbe el desarrollo de nuevos proyectos mineros para la extracción de carbón térmico a cielo abierto clasificados como de gran escala”. Es decir, no se adjudicarán nuevos títulos para grandes proyectos de minería de carbón térmico.

Según la Agencia Internacional de Energía, este es “carbón quemado, principalmente en calderas, para generar vapor destinado a la producción de electricidad o al calentamiento de procesos, o utilizado como fuente directa de calor de proceso”. (Lea aquí la segunda entrega: Lo que viene para La Guajira después de 40 años de depender del carbón

En Colombia, este mineral es extraído y exportado por empresas como Cerrejón, en La Guajira. De hecho, esa es la mina de carbón a cielo abierto más grande de Latinoamérica. Además de dar contribuciones a la economía nacional, la operación de Cerrejón es importante dentro del departamento de La Guajira.

Este lugar, ha dicho en varias ocasiones el gobierno de Petro, será uno de los epicentros de la transición energética. Frecuentemente, se ha relacionado esto a que el departamento tendrá una gran parte de parques eólicos y solares del país. Pero la salida del carbón será, probablemente, la primera gran transición que el departamento vivirá.

La fecha de cierre de operaciones de Cerrejón le da al departamento un horizonte de aproximadamente unos 10 años para hacer una reconversión productiva. Ígor Díaz, del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Carbón (Sintracarbón), indica que fue justamente la discusión sobre el cierre del Cerrejón lo que impulsó que el sindicato empezara a hablar sobre la transición energética. “Tenemos que prepararnos ya. La Guajira tiene potencial agrícola y ganadero, pero debemos empezarlo a trabajar”, dice. ¿Es fácil imaginarse el departamento sin carbón? Díaz dice que sí, y es algo que todos los habitantes del departamento pueden hacer, siempre y cuando “se presente un plan de qué vamos a vivir después del extractivismo”.

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Las palabras “transición energética” ha estado en el centro de muchas discusiones, debates y polémicas desde que Gustavo Petro se posesionó como presidente en agosto del año pasado. Y es que la transición energética ha sido, desde su campaña, una de sus banderas políticas.

Mientras era candidato presidencial, invitó a otros líderes de Latinoamérica a conformar un “bloque anti-petróleo”, para alejar la economía de los combustibles fósiles y en su discurso de posesión dijo que “nosotros estamos dispuestos a transitar a una economía sin carbón y sin petróleo”.

Aunque, en repetidas ocasiones, una de las críticas más grandes al gobierno es que aún no existe un documento oficial que explique, detalladamente, cuál es su propuesta para la transición energética en Colombia, ya hay algunas pistas en textos como el Plan Nacional de Desarrollo (PND). (Aquí puede encontrar la primera entrega: Transición energética en La Guajira: de las guerras del gas a las disputas por el viento)

Hace unas semanas, se presentó su versión final, que será debatida por el Congreso en los próximos meses. Allí quedó consignado el artículo 186, que dice: “Con el fin de avanzar en la trayectoria de descarbonización de los sectores, a partir de la vigencia de la presente ley se prohíbe el desarrollo de nuevos proyectos mineros para la extracción de carbón térmico a cielo abierto clasificados como de gran escala”. Es decir, no se adjudicarán nuevos títulos para grandes proyectos de minería de carbón térmico.

Según la Agencia Internacional de Energía, este es “carbón quemado, principalmente en calderas, para generar vapor destinado a la producción de electricidad o al calentamiento de procesos, o utilizado como fuente directa de calor de proceso”. (Lea aquí la segunda entrega: Lo que viene para La Guajira después de 40 años de depender del carbón

En Colombia, este mineral es extraído y exportado por empresas como Cerrejón, en La Guajira. De hecho, esa es la mina de carbón a cielo abierto más grande de Latinoamérica. Además de dar contribuciones a la economía nacional, la operación de Cerrejón es importante dentro del departamento de La Guajira.

Este lugar, ha dicho en varias ocasiones el gobierno de Petro, será uno de los epicentros de la transición energética. Frecuentemente, se ha relacionado esto a que el departamento tendrá una gran parte de parques eólicos y solares del país. Pero la salida del carbón será, probablemente, la primera gran transición que el departamento vivirá.

La fecha de cierre de operaciones de Cerrejón le da al departamento un horizonte de aproximadamente unos 10 años para hacer una reconversión productiva. Ígor Díaz, del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Carbón (Sintracarbón), indica que fue justamente la discusión sobre el cierre del Cerrejón lo que impulsó que el sindicato empezara a hablar sobre la transición energética. “Tenemos que prepararnos ya. La Guajira tiene potencial agrícola y ganadero, pero debemos empezarlo a trabajar”, dice. ¿Es fácil imaginarse el departamento sin carbón? Díaz dice que sí, y es algo que todos los habitantes del departamento pueden hacer, siempre y cuando “se presente un plan de qué vamos a vivir después del extractivismo”.

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