La matemática que ayudó a reducir en un 83% la deforestación en la Amazonia brasileña
Thelma Krug, la vicepresidenta del grupo de científicos más importante del mundo que estudia el cambio climático, estará hasta este viernes en Bogotá. En entrevista con El Espectador habla sobre la importancia de que los países de la región encuentren puntos comunes en la lucha contra el calentamiento global y los retos para frenar la deforestación.
César Giraldo Zuluaga
Thelma Krug quería ser psicóloga, pero terminó estudiando matemáticas y desde 1982, cuando ingresó al Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE), ha estado vinculada a los temas ambientales que, en su natal Brasil, pasan muchas veces por controlar la deforestación en la selva amazónica, un tema que “lleva en el corazón”, según cuenta. (Puede leer: La reducción gradual de los combustibles fósiles es inevitable: presidente de COP28)
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Thelma Krug quería ser psicóloga, pero terminó estudiando matemáticas y desde 1982, cuando ingresó al Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE), ha estado vinculada a los temas ambientales que, en su natal Brasil, pasan muchas veces por controlar la deforestación en la selva amazónica, un tema que “lleva en el corazón”, según cuenta. (Puede leer: La reducción gradual de los combustibles fósiles es inevitable: presidente de COP28)
En sus más de cuatro décadas de experiencia ha ocupado altos cargos en el Estado brasileño, entre esos, haber sido la directora del Departamento de Políticas de Lucha contra la Deforestación en el Ministerio de Ambiente de ese país. Durante su gestión, comenta, la deforestación en la selva amazónica de Brasil se redujo en un 83 %. Por más de 15 años representó a su país en las negociaciones que se llevan a cabo en las conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Krug, quien también es doctora en estadística espacial por la Universidad de Sheffield (Reino Unido), lleva ocho años como vicepresidenta del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), el panel de científicos más importante del mundo que, desde 1988, investiga las causas y los impactos que el calentamiento global tiene sobre el planeta.
Hasta este viernes, Krug, junto a un grupo de científicos latinoamericanos que hicieron parte del último informe del IPCC, estará en Bogotá participando en la Quinta Conferencia Regional sobre IPCC y cambio climático. Este evento, organizado por el Grupo, en colaboración con la fundación chilena Filantropía Cortes Solari y el Ministerio de Ambiente de Colombia, reunió desde el miércoles 12 de julio a científicos, tomadores de decisiones y organizaciones de la sociedad civil para difundir los hallazgos del panel e intentar llegar a acuerdos comunes. (Le puede interesar: Los primates macacos rheus machos tienen más sexo entre ellos que con las hembras)
Durante su discurso inaugural, la vicepresidenta del IPCC recordó algunos de los hallazgos más relevantes del último informe. Destacó que las actividades humanas han sido la principal causa del calentamiento global que, entre 2011 y 2020, llevó a que la temperatura de la superficie fuera 1,1 °C más alta en comparación con los niveles preindustriales.
Este aumento, mencionó Krug, está generando extremos de temperatura más frecuentes e intensos en casi toda Sudamérica. Otro impacto que podría tener el cambio climático en la región, tiene que ver con las precipitaciones extremas. Sin embargo, lamentó la vicepresidenta, ante la ausencia de evidencia científica, la mayoría de los países de América del Sur no saben qué esperar frente a las lluvias en un planeta cada vez más caliente.
El Espectador habló con Krug sobre la importancia de estos eventos, la necesidad de que los países sudamericanos lleguen más unificados a las negociaciones internacionales y qué hacer para que cada vez más científicos y científicas de la región participen en la elaboración de los informes del panel. (También puede leer: Hasta los arrecifes de coral que los científicos creían vírgenes tienen plástico)
En Bogotá está reunido parte del grupo que se encarga de proporcionar la mejor evidencia sobre el cambio climático. ¿Por qué es importante que se lleven a cabo estos encuentros?
Este es un espacio importante porque es la quinta conferencia regional donde el IPCC participa trayendo la ciencia más actualizada, una ciencia robusta basada en el análisis y evaluación de toda la literatura sobre el tema del cambio climático de todo el mundo.
Es una oportunidad de traer esta ciencia, pero tenemos que considerar que la ciencia por la ciencia no ayuda, nosotros tenemos que entender la ciencia como un alimento para la construcción de políticas públicas domésticas y de cara a las mesas de negociaciones internacionales como la conferencia de cambio climático de la ONU.
Justamente uno de los propósitos de la reunión es que los países de la región lleguen a una visión compartida de los problemas y las soluciones con miras, por ejemplo a la próxima cumbre de cambio climático de la ONU
La región tiene muchos aspectos comunes. Voy a hablar, por ejemplo, del bosque amazónico, que es lo más próximo de mi corazón porque estuve al frente del plan de acción para prevenir y combatir la deforestación en la Amazonia brasileña.
El bosque no tiene límites geográficos, el bosque es un continuo. Entonces vemos que muchos de los motores de la deforestación son comunes. Particularmente, en el caso de Brasil, pero creo que también lo es en los otros países, está la conversión de los bosques para la agricultura, pero también vemos la toma de tierras pública de forma ilegal. (Puede interesarle: ¡Ahora sí, llegó el fenómeno de El Niño! ¿Por qué el susto?)
Si tenemos algunos motores comunes, ¿cómo estamos trabajando con estos motores? ¿Qué podemos hacer? Creo que hay que compartir esa experiencia, compartir las historias de éxito y las de fracaso. Estos puntos son importantes porque no podemos imaginar cada país aislado.
Entonces es una contribución extremadamente valiosa cuando estamos definiendo esta agenda mínima de la que hablamos acá. No es forzar a ningún gobierno a adoptar medidas comunes, pero identificar lo que podemos armonizar mejor. Se trata de construir puentes.
¿Qué tipo de resultados concretos esperan alcanzar al finalizar esta conferencia?
Un ejemplo de resultado que yo veo posiblemente concreto es avanzar en la parte de la protección terrestre y en la parte de la protección oceánica. Es importante, todos lo reconocemos, ¿pero qué van a hacer? ¿Por dónde empezamos? Podemos construir algo que sea armónico entre todos nosotros sin imponer, pero identificando que nosotros tenemos este problema.
También será una oportunidad para ver dónde va la región en términos de cambio climático. El IPCC dividió a América del Sur en siete regiones, cada una de las cuales tiene sus características propias, pero ya hay elementos comunes observados, como por ejemplo el aumento de la temperatura media global y el aumento en los extremos en intensidad y frecuencia de calor.
Estas son discusiones que van a permitir que nosotros entendamos mejor las condiciones que son comunes a todos y cómo nos podemos unir para buscar soluciones, inversiones y fondos que nos permitan implementar las acciones necesarias. (Puede leer: Por primera vez en 10 años disminuye la deforestación: 29 % en 2022 frente al año anterior)
Yo veo esta conferencia con mucho optimismo para la región, que no es una región muy armoniosa en sus decisiones. Cuando buscamos empezarnos a entender en cuanto a una unidad, que está toda siendo impactada por el cambio climático y lo será más en el futuro, ¿cómo podemos avanzar como una unidad sin necesariamente tomar las mismas medidas, las mismas acciones, ni tener los mismos pensamientos?
Durante su discurso inicial habló de las barreras que tienen los países del Sur Global para implementar las acciones de mitigación y adaptación que el cambio climático obliga, ¿cuáles son?
Para los países en desarrollo, la mayor barrera es la financiera. Voy a retomar el ejemplo de la selva amazónica. [En Brasil] fuimos capaces de reducir enormemente la deforestación de 2004 a 2012, en más del 83 %. Después, por falta de financiamiento, ha sido más difícil de controlar.
Una de las formas que creo son similares en todos los países, es la parte de la fiscalización y el control, es decir, saber dónde está ocurriendo y tomar una acción. Esto es costoso, muy costoso.
Pero también dijo que había otro tipo de barreras más allá de las financieras, ¿a cuáles se refería?
Sí, otras barreras son las sociales. Muchas veces, por ejemplo, hay pueblos indígenas que están utilizando esas áreas para un desarrollo histórico. No podemos impactar a aquellos que están haciendo de la deforestación su medio de vida de una manera legal.
(En Brasil, según Thelma, existe la deforestación legal que no puede superar el 20 % del territorio de la Amazonia)
También están las barreras tecnológicas. Puede existir la tecnología para monitorear un fenómeno, pero no tenemos acceso a ella.
También se espera que esta conferencia sirva para aumentar la participación de científicos y científicas de Sudamérica en la elaboración de los informes del IPCC, ¿cómo esperan hacerlo?
Definitivamente, el IPCC reconoce que existe la necesidad de aumentar la representación regional, no solo de América Central y del Sur, sino del Sur Global. Una de las formas es con estos eventos, porque vamos a transmitir el mensaje a un conjunto de personas que no son los puntos focales que cada país tiene y que postula a los científicos que considera.
También creemos que los puntos focales tienen que ser un poco más dinámicos en buscar e identificar mucho más a los autores y expertos en las distintas áreas del conocimiento que el IPCC abarca.
Justo a finales de julio, el IPCC tendrá la elección de los cuatro representantes de la región que integrarán un consejo de 34 miembros. Ellos también tienen que ser activos y tienen la responsabilidad de apoyar los puntos focales de la región a identificar a los expertos. (También puede leer:
Acá se ha hablado de la necesidad de que los expertos entiendan temprano que el IPCC se basa en lo que está publicado. Si no tenemos publicaciones, no va a estar en el panel. Tenemos que estimular la publicación temprana de los científicos. No necesariamente tienen que ser publicaciones en revistas académicas revisadas por pares o de alto impacto. Los procedimientos del IPCC permiten que los autores tengan publicaciones de tesis de doctorado, informes de gobierno, y otro tipo de documentos.
Usted ha señalado la importancia de la unidad para la región y ese fue precisamente uno de los llamados principales que se hizo hace unos días en la Cumbre de Leticia, ¿cómo ve este proceso alentado por los presidentes de Brasil y Colombia?
Como vicepresidenta del IPCC no discuto las discusiones políticas. Discutimos los aspectos relacionados con los puntos comunes que pueden ser acordados y creo que allí hay mucho espacio para esto.
Cuando tenemos una unidad regional, no se piensa solamente en uno o dos países recibiendo inversiones porque tienen mayor capacidad de tener estrategias preparadas. Teniendo unidad también aumentan las oportunidades de financiamiento, porque van a tener estrategias que vana ser entidades y resultados concretos si hay financiamiento.
Este es el punto: buscamos una unidad no solamente para construir mayor identidad, sino también como una forma de buscar financiamiento de una manera más amplia de lo que estamos observando hoy.