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Frecuentemente, al imaginar una extinción masiva vienen a nuestra cabeza imágenes de la extinción de los dinosaurios. Además de ese evento, la ciencia ha indicado que la Tierra ha experimentado otros cuatro eventos de extinciones masivas, es decir, períodos de tiempo relativamente cortos en una escala geológica donde una buena cantidad de especies se pierde en un espacio geográfico amplio.
Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences apunta que, hace 550 millones de años, ocurrió otra extinción masiva, que no se había reportado por la ciencia, hasta el momento. La razón de esto es que se había argumentado que, pese a que sí había habido un descenso en el número de organismos ediacáricos (organismos que habitaron durante el periodo Ediacárico) esto se podía explicar por la llegada de un depredador, por ejemplo.
Sin embargo, el nuevo estudio establece que sí se cumplieron ciertas condiciones para sostener que lo que sucedió fue una extinción masiva. Por una parte, durante ese período se perdieron aproximadamente el 80% de todos los organismos ediacáricos, que fueron las primeras formas de vida multicelular compleja del planeta. (También puede leer: Un informe prende alarmas en Australia por el grave impacto del cambio climático)
Los investigadores creen que los cambios ambientales fueron los culpables de esta pérdida. “Los registros geológicos muestran que los océanos del mundo perdieron una gran cantidad de oxígeno durante ese tiempo, y las pocas especies que sobrevivieron tenían cuerpos adaptados para ambientes con menos oxígeno”, indicó a través de un comunicado Chenyi Tu, paleoecóloga de la UCR y coautora del estudio.
En el estudio, el equipo de investigación documentó el entorno, el tamaño corporal, la dieta, la capacidad de movimiento y los hábitos de casi todos los organismos ediacáricos de los que se conoce. Su objetivo era refutar la posición de que la disminución de estos organismos se pudo haber dado por una recolección incorrecta de datos o por un cambio de comportamiento.
“Podemos ver la distribución espacial de los animales a lo largo del tiempo, por lo que sabemos que no solo se mudaron a otro lugar o se los comieron, sino que se extinguieron”, indicó Chenyi. “Hemos mostrado una verdadera disminución en la abundancia de organismos”. (Le puede interesar: El mundo se prepara para negociar un tratado “histórico” sobre el plástico)
La diferencia de este posible evento de extinción masiva y los que se presentaron después es que la documentación fue más complicada. A través de un comunicado, los investigadores explicaron que los organismos que murieron tenían un cuerpo blando y no se conservaron bien en el registro fósil.
Las organismos ediacáricos son peculiares, no solo porque se extinguieron en este evento, sino que también existieron poco en términos evolutivos, unos 10 millones de años. Además de esto, muchos de ellos no podían moverse y no se parecen a otro organismo que esté vivo ahora, indicaron los investigadores.
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