La propuesta para que el Nobel de Paz sea para los protectores de la biodiversidad
Según los ponentes, entre los que se encuentran el expresidente Juan Manuel Santos y cinco ministros de Ambiente europeos, la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas brinda seguridad frente a una amplia gama de amenazas, incluso, conflictos violentos impulsados por la escasez de recursos.
Esta semana fue presentada una propuesta para que el Nobel de Paz 2021 reconozca a los defensores de la naturaleza y la biodiversidad.
A través de una carta pública, el expresidente colombiano Juan Manuel Santos, junto a cinco ministros de Ambiente de la Unión Europea, anunciaron que habían nominado a la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (mejor conocida como IPBES) para el Premio Nobel de la Paz 2021, cuyo ganador se anunciará el próximo 8 de octubre. (Le recomendamos: Nueva especie de rana descrita en Colombia, hallada a solo 37 km de Bogotá)
Según indicaron, la biodiversidad y las contribuciones que brinda la naturaleza a las personas en todo el mundo está disminuyendo a un ritmo sin precedentes, lo que puede tener graves implicaciones para la salud humana, la seguridad alimentaria, el acceso al agua y la reducción de la pobreza. La preservación de la biodiversidad y los ecosistemas -escribieron- brinda seguridad frente a una amplia gama de amenazas, incluso, conflictos violentos impulsados por la escasez de recursos.
“La naturaleza es una póliza de seguro de vida para los 7.800 millones de personas en el mundo. Al protegerla, también estaremos defendiendo un recurso económico insustituible”, señalaron en la misiva, en la que pidieron solidaridad con el millón de especies de animales y plantas que ahora están en peligro de extinción. “Al protegerla también estaremos defendiendo un recurso económico insustituible”, agregaron. (Le puede interesar: Premio Nobel a la física detrás del clima de la Tierra y el calentamiento global)
Hace unos años, en el 2007, el Premio Nobel de la Paz fue entregado al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) por su trabajo para impulsar el calentamiento global en la vanguardia de la agenda política global. Después de eso, aseguran los firmantes, se volvió cada vez más difícil para los negacionistas ganar credibilidad, tanto en debates públicos, como en la formulación de políticas. “Ahora deberíamos apuntar a crear el mismo impulso para la biodiversidad”, insisten.
“Desafortunadamente, todavía existe una profunda falta de conciencia y comprensión del público sobre la degradación de la naturaleza, sus terribles consecuencias para las personas de todo el mundo y los riesgos que representa para la paz y la seguridad. Si bien el cambio climático se ha presentado con razón como un desafío definitorio de nuestro tiempo, la pérdida de biodiversidad sigue siendo relativamente subestimada, aunque también representa una amenaza urgente y existencial para la sociedad humana”, afirmaron. “Esta es nuestra mejor oportunidad para abordar ambos problemas como parte de una crisis interconectada”.
La IPBES, que durante años ha intentado investigar y comprender cómo la conservación, la restauración, el uso sostenible de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas, ha desempeñado también un papel de liderazgo al reunir las mejores investigaciones y pruebas disponibles sobre la pérdida de biodiversidad y sus implicaciones en la humanidad.
Además, se ha establecido como una autoridad mundial, brindando a los encargados de formular políticas en todo el mundo la información que necesitan para tomar mejores decisiones y establecer ambiciones más altas para la preservación de la naturaleza. (Le puede interesar: Una hora para salvar los corales del caribe colombiano)
“Al igual que el IPCC, el trabajo de IPBES ha cubierto una amplia gama de cuestiones que afectan directamente a la vida y los medios de subsistencia de miles de millones de personas. Entre otras cosas, ha destacado las amenazas a los polinizadores y la seguridad alimentaria, ha documentado las tendencias en la degradación de la tierra y ha evaluado el estado de la diversidad biológica de todas las regiones del mundo, contribuyendo así a reducir el riesgo de extinción de especies”, aseguran los políticos. “Otorgar el Premio Nobel de la Paz 2021 a IPBES enviaría una señal clara sobre el valor de la naturaleza, nuestra confianza en la ciencia y la necesidad de diversos sistemas de conocimiento. Además, impulsaría los esfuerzos para abordar la pérdida de diversidad biológica y la degradación de los ecosistemas en un momento crítico”, concluyen.
Aunque el año pasado también fue nominada al Nobel de la Paz, la plataforma no recibió el premio. Sin embargo, su recurrente nominación indica la importancia de su participación en la ciencia y en la política, así como en el bienestar de los seres humanos y la paz.
Entre los firmantes se encuentra Juan Manuel Santos, premio Nobel de la Paz y ex presidente de Colombia; Svenja Schulze, ministra de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania; Carole Dieschbourg, Ministra de Medio Ambiente, Clima y Desarrollo Sostenible de Luxemburgo; Teresa Ribera, viceprimera ministra española para la Transición Ecológica; Zac Goldsmith, Ministro de Estado británico para el Medio Ambiente; y Pascal Canfin, miembro del Parlamento Europeo y presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria.
Esta semana fue presentada una propuesta para que el Nobel de Paz 2021 reconozca a los defensores de la naturaleza y la biodiversidad.
A través de una carta pública, el expresidente colombiano Juan Manuel Santos, junto a cinco ministros de Ambiente de la Unión Europea, anunciaron que habían nominado a la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (mejor conocida como IPBES) para el Premio Nobel de la Paz 2021, cuyo ganador se anunciará el próximo 8 de octubre. (Le recomendamos: Nueva especie de rana descrita en Colombia, hallada a solo 37 km de Bogotá)
Según indicaron, la biodiversidad y las contribuciones que brinda la naturaleza a las personas en todo el mundo está disminuyendo a un ritmo sin precedentes, lo que puede tener graves implicaciones para la salud humana, la seguridad alimentaria, el acceso al agua y la reducción de la pobreza. La preservación de la biodiversidad y los ecosistemas -escribieron- brinda seguridad frente a una amplia gama de amenazas, incluso, conflictos violentos impulsados por la escasez de recursos.
“La naturaleza es una póliza de seguro de vida para los 7.800 millones de personas en el mundo. Al protegerla, también estaremos defendiendo un recurso económico insustituible”, señalaron en la misiva, en la que pidieron solidaridad con el millón de especies de animales y plantas que ahora están en peligro de extinción. “Al protegerla también estaremos defendiendo un recurso económico insustituible”, agregaron. (Le puede interesar: Premio Nobel a la física detrás del clima de la Tierra y el calentamiento global)
Hace unos años, en el 2007, el Premio Nobel de la Paz fue entregado al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) por su trabajo para impulsar el calentamiento global en la vanguardia de la agenda política global. Después de eso, aseguran los firmantes, se volvió cada vez más difícil para los negacionistas ganar credibilidad, tanto en debates públicos, como en la formulación de políticas. “Ahora deberíamos apuntar a crear el mismo impulso para la biodiversidad”, insisten.
“Desafortunadamente, todavía existe una profunda falta de conciencia y comprensión del público sobre la degradación de la naturaleza, sus terribles consecuencias para las personas de todo el mundo y los riesgos que representa para la paz y la seguridad. Si bien el cambio climático se ha presentado con razón como un desafío definitorio de nuestro tiempo, la pérdida de biodiversidad sigue siendo relativamente subestimada, aunque también representa una amenaza urgente y existencial para la sociedad humana”, afirmaron. “Esta es nuestra mejor oportunidad para abordar ambos problemas como parte de una crisis interconectada”.
La IPBES, que durante años ha intentado investigar y comprender cómo la conservación, la restauración, el uso sostenible de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas, ha desempeñado también un papel de liderazgo al reunir las mejores investigaciones y pruebas disponibles sobre la pérdida de biodiversidad y sus implicaciones en la humanidad.
Además, se ha establecido como una autoridad mundial, brindando a los encargados de formular políticas en todo el mundo la información que necesitan para tomar mejores decisiones y establecer ambiciones más altas para la preservación de la naturaleza. (Le puede interesar: Una hora para salvar los corales del caribe colombiano)
“Al igual que el IPCC, el trabajo de IPBES ha cubierto una amplia gama de cuestiones que afectan directamente a la vida y los medios de subsistencia de miles de millones de personas. Entre otras cosas, ha destacado las amenazas a los polinizadores y la seguridad alimentaria, ha documentado las tendencias en la degradación de la tierra y ha evaluado el estado de la diversidad biológica de todas las regiones del mundo, contribuyendo así a reducir el riesgo de extinción de especies”, aseguran los políticos. “Otorgar el Premio Nobel de la Paz 2021 a IPBES enviaría una señal clara sobre el valor de la naturaleza, nuestra confianza en la ciencia y la necesidad de diversos sistemas de conocimiento. Además, impulsaría los esfuerzos para abordar la pérdida de diversidad biológica y la degradación de los ecosistemas en un momento crítico”, concluyen.
Aunque el año pasado también fue nominada al Nobel de la Paz, la plataforma no recibió el premio. Sin embargo, su recurrente nominación indica la importancia de su participación en la ciencia y en la política, así como en el bienestar de los seres humanos y la paz.
Entre los firmantes se encuentra Juan Manuel Santos, premio Nobel de la Paz y ex presidente de Colombia; Svenja Schulze, ministra de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania; Carole Dieschbourg, Ministra de Medio Ambiente, Clima y Desarrollo Sostenible de Luxemburgo; Teresa Ribera, viceprimera ministra española para la Transición Ecológica; Zac Goldsmith, Ministro de Estado británico para el Medio Ambiente; y Pascal Canfin, miembro del Parlamento Europeo y presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria.