La Tierra sobrepasa sus límites planetarios
Ya fueron cruzadas cuatro de nueve fronteras. Cambio climático y pérdida de biodiversidad, las más preocupantes.
El Espectador
En septiembre de 2009, la revista científica Nature publicó un especial en el que trataba de establecer los límites planetarios que la humanidad no podría sobrepasar pues de lo contrario enfrentaría una situación irreversible. Los artículos fueron elaborados por un grupo de 28 reconocidos investigadores liderados por Johan Rockström, un científico sueco especializado en temas de sostenibilidad mundial, director del Centro de Resiliencia de Estocolmo y participante en varias ocasiones en las conferencias TED.
“Se trata de un intento meritorio de cuantificar las limitaciones de nuestra existencia en la Tierra y proporcionar una buena base para la discusión y el futuro. La definición de los límites para nuestro crecimiento y existencia en este planeta no sólo es un gran desafío intelectual; también es una fuente potencial de información necesaria para los políticos”, dijo entonces Nature en su editorial.
Ahora, cinco años y medio después de haber dado a conocer esos nueve desafíos que en su momento le dieron la vuelta al mundo, un par de nuevas investigaciones advierten sobre una realidad que la ciencia había vaticinado desde hace tiempo: cuatro de esos límites planetarios, entre los que también se encuentran el uso de agua dulce, la acidificación de los océanos y la modificación de organismos, ya fueron superados. Se trata del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el cambio en el uso de la tierra y los altos niveles de nitrógeno y oxígeno generados por el excesivo uso de fertilizantes.
Esa fue la conclusión a la que llegaron dos estudios publicados en la revista Science y coordinados por Will Steffen, director del Instituto del Cambio Climático de la Universidad Nacional de Australia (ANU) e investigador del Centro de Resiliencia de Estocolmo.
De acuerdo con Steffen, el auge económico que vive la humanidad desde 1950 ha acelerado la trasgresión de esos límites. “La población urbana se ha multiplicado por siete, el uso de energía se ha quintuplicado y la cantidad de fertilizantes es ocho veces mayor. La pérdida de biodiversidad es cien veces más rápida de lo experimentado hasta mediados del siglo XX. Nos estamos acercando a unos puntos críticos que será mejor no atravesar”, dice.
Entre las amenazas más graves que hoy enfrenta el mundo están la expansión de zonas urbanas, la sobrepoblación, las altas emisiones de CO2 (hasta el momento hemos lanzado 1.900 gigatoneladas (gt), cuando el máximo posible es 2.900 gt) y la excesiva deforestación de zonas tropicales como los bosques de Indonesia o del Amazonas. En esta región, el área de selva destruida en los últimos 40 años fue equivalente a dos veces la superficie de Alemania: 763.000 km².
Sin embargo, como le dijo a The Washington Post Ray Pierrehumbert, experto en sistemas de la Tierra de la Universidad de Chicago, estar al límite no implica estar al borde del precipicio, pero sí es una gran advertencia, a la que debería sumarse otro factor que ratificaron el pasado viernes la Nasa y la Administración para el Océano y la Atmósfera de Estados Unidos: 2014 fue el año más caluroso de toda la historia.
Tal y como afirman los autores del artículo en Science, todo esto indica que en un futuro no muy lejano el mundo va a ser menos hospitalario para las sociedades. “Estos cambios están llevando a la Tierra a un estado más hostil para los humanos”.
En septiembre de 2009, la revista científica Nature publicó un especial en el que trataba de establecer los límites planetarios que la humanidad no podría sobrepasar pues de lo contrario enfrentaría una situación irreversible. Los artículos fueron elaborados por un grupo de 28 reconocidos investigadores liderados por Johan Rockström, un científico sueco especializado en temas de sostenibilidad mundial, director del Centro de Resiliencia de Estocolmo y participante en varias ocasiones en las conferencias TED.
“Se trata de un intento meritorio de cuantificar las limitaciones de nuestra existencia en la Tierra y proporcionar una buena base para la discusión y el futuro. La definición de los límites para nuestro crecimiento y existencia en este planeta no sólo es un gran desafío intelectual; también es una fuente potencial de información necesaria para los políticos”, dijo entonces Nature en su editorial.
Ahora, cinco años y medio después de haber dado a conocer esos nueve desafíos que en su momento le dieron la vuelta al mundo, un par de nuevas investigaciones advierten sobre una realidad que la ciencia había vaticinado desde hace tiempo: cuatro de esos límites planetarios, entre los que también se encuentran el uso de agua dulce, la acidificación de los océanos y la modificación de organismos, ya fueron superados. Se trata del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el cambio en el uso de la tierra y los altos niveles de nitrógeno y oxígeno generados por el excesivo uso de fertilizantes.
Esa fue la conclusión a la que llegaron dos estudios publicados en la revista Science y coordinados por Will Steffen, director del Instituto del Cambio Climático de la Universidad Nacional de Australia (ANU) e investigador del Centro de Resiliencia de Estocolmo.
De acuerdo con Steffen, el auge económico que vive la humanidad desde 1950 ha acelerado la trasgresión de esos límites. “La población urbana se ha multiplicado por siete, el uso de energía se ha quintuplicado y la cantidad de fertilizantes es ocho veces mayor. La pérdida de biodiversidad es cien veces más rápida de lo experimentado hasta mediados del siglo XX. Nos estamos acercando a unos puntos críticos que será mejor no atravesar”, dice.
Entre las amenazas más graves que hoy enfrenta el mundo están la expansión de zonas urbanas, la sobrepoblación, las altas emisiones de CO2 (hasta el momento hemos lanzado 1.900 gigatoneladas (gt), cuando el máximo posible es 2.900 gt) y la excesiva deforestación de zonas tropicales como los bosques de Indonesia o del Amazonas. En esta región, el área de selva destruida en los últimos 40 años fue equivalente a dos veces la superficie de Alemania: 763.000 km².
Sin embargo, como le dijo a The Washington Post Ray Pierrehumbert, experto en sistemas de la Tierra de la Universidad de Chicago, estar al límite no implica estar al borde del precipicio, pero sí es una gran advertencia, a la que debería sumarse otro factor que ratificaron el pasado viernes la Nasa y la Administración para el Océano y la Atmósfera de Estados Unidos: 2014 fue el año más caluroso de toda la historia.
Tal y como afirman los autores del artículo en Science, todo esto indica que en un futuro no muy lejano el mundo va a ser menos hospitalario para las sociedades. “Estos cambios están llevando a la Tierra a un estado más hostil para los humanos”.