La UICN envió carta al Minambiente sobre riesgos de los hipopótamos en Colombia

La comisión para la supervivencia de especies y el grupo especialista de especies invasivas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) enviaron al gobierno de Colombia y, en particular, al Ministro de Ambiente Carlos Eduardo Correa una “Carta de Intervención” sobre la situación de los hipopótamos en el país el pasado mes de febrero. (Le recomendamos:

En ella aseguran que han seguido de cerca el debate que se ha dado en Colombia sobre la presencia y aumento de la población de hipopótamos en el río Magdalena. “Hemos revisado cuidadosamente la literatura científica sobre este caso, incluyendo el artículo publicado en enero de este año por varios científicos en la revista Biological Conservation”, escriben los representantes de una comunidad científica con más de 10.000 especialistas en la conservación de la biodiversidad y más de 1200 expertos en el manejo y biología de especies invasivas. (Le recomendamos: Científicos sugieren empezar la remoción de hipopótamos antes de un daño irreparable)

“Entendemos completamente que la presencia de especies tan carismáticas va más allá de los aspectos biológicos, pero creemos que es importante resaltar los siguientes aspectos”, se lee en la misiva, en la que insisten que se trata de en un trabajo conjunto con voluntarios expertos de todo el mundo con el fin de reducir la pérdida de diversidad de la vida en la Tierra. (Le puede interesar: Hipopótamos en la sala: ¿qué más se necesita para actuar?)

Entre los aspectos que destacan, afirman que debido a que la población fue introducida por humanos en el pasado, no es un componente natural de los ecosistemas locales, y que los hipopótamos son una especie de “ingenieros ecológicos” que pueden causar cambios dramáticos en los ecosistemas acuáticos, “amenazando la biodiversidad local y la funcionalidad de los ecosistemas”. Le recomendamos: Castración no será suficiente para controlar población de hipopótamos en Colombia)

Asimismo, señalan que los hipopótamos son unos de los mamíferos de tierra más grandes del planeta, que pueden ser muy agresivos y que causan muchas muertes en África cada año (más que cualquier otro mamífero en ese continente). “Los datos existentes indican que la población de hipopótamos crecerá en un futuro cercano, superando potencialmente los 1.000 animales en pocas décadas y expandiendo su rango a un área mucho mayor en Colombia”, explican.

Basados en lo anterior, recomiendan a las autoridades colombianas competentes “empezar urgentemente un programa enfocado en eliminar la población de hipopótamos” a través de técnicas cuidadosamente seleccionadas que aseguren su eficiencia al mismo tiempo que minimizan el estrés o sufrimiento a los animales.

“Cualquier campaña de eliminación debe garantizar tasas de eliminación que superen significativamente el crecimiento de la población para que tenga algún efecto real”, insisten.

Asimismo, se pronunciaron frente al reciente debate que ha tomado fuerza en el país sobre las posibles vías de control, entre esas, la difícil esterilización de los animales. Al respecto, señalan frente a la esterilización que “es muy poco probable que esta alternativa funcione en el largo plazo, especialmente, porque esto no evita los impactos causados por los animales por décadas, considerando que tienen una expectativa de vida de más de 40 años”. (Puede leer: El dilema ético que despiertan los hipopótamos de Escobar)

“Estamos completamente al tanto de que los hipopótamos son unos animales muy carismáticos y fascinantes, y que su eliminación puede generar la oposición de varias partes interesadas y varias partes del mundo. Sin embargo, queremos respetuosamente insistir en que si las acciones de control se demoran o son llevadas a cabo con estrategias de manejo poco efectivas, los impactos en ecosistemas y vidas, así como los riesgos para los humanos aumentarán y la situación puede volverse rápidamente inevitable, con mayores costos y desafíos.

Por último, los expertos de ambas comisiones aseguran que estarían encantados de discutir este tema con las autoridades colombianas a mayor profundidad y que su asistencia y asesoría científica está disponible si es solicitada.

La comisión para la supervivencia de especies y el grupo especialista de especies invasivas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) enviaron al gobierno de Colombia y, en particular, al Ministro de Ambiente Carlos Eduardo Correa una “Carta de Intervención” sobre la situación de los hipopótamos en el país el pasado mes de febrero. (Le recomendamos:

En ella aseguran que han seguido de cerca el debate que se ha dado en Colombia sobre la presencia y aumento de la población de hipopótamos en el río Magdalena. “Hemos revisado cuidadosamente la literatura científica sobre este caso, incluyendo el artículo publicado en enero de este año por varios científicos en la revista Biological Conservation”, escriben los representantes de una comunidad científica con más de 10.000 especialistas en la conservación de la biodiversidad y más de 1200 expertos en el manejo y biología de especies invasivas. (Le recomendamos: Científicos sugieren empezar la remoción de hipopótamos antes de un daño irreparable)

“Entendemos completamente que la presencia de especies tan carismáticas va más allá de los aspectos biológicos, pero creemos que es importante resaltar los siguientes aspectos”, se lee en la misiva, en la que insisten que se trata de en un trabajo conjunto con voluntarios expertos de todo el mundo con el fin de reducir la pérdida de diversidad de la vida en la Tierra. (Le puede interesar: Hipopótamos en la sala: ¿qué más se necesita para actuar?)

Entre los aspectos que destacan, afirman que debido a que la población fue introducida por humanos en el pasado, no es un componente natural de los ecosistemas locales, y que los hipopótamos son una especie de “ingenieros ecológicos” que pueden causar cambios dramáticos en los ecosistemas acuáticos, “amenazando la biodiversidad local y la funcionalidad de los ecosistemas”. Le recomendamos: Castración no será suficiente para controlar población de hipopótamos en Colombia)

Asimismo, señalan que los hipopótamos son unos de los mamíferos de tierra más grandes del planeta, que pueden ser muy agresivos y que causan muchas muertes en África cada año (más que cualquier otro mamífero en ese continente). “Los datos existentes indican que la población de hipopótamos crecerá en un futuro cercano, superando potencialmente los 1.000 animales en pocas décadas y expandiendo su rango a un área mucho mayor en Colombia”, explican.

Basados en lo anterior, recomiendan a las autoridades colombianas competentes “empezar urgentemente un programa enfocado en eliminar la población de hipopótamos” a través de técnicas cuidadosamente seleccionadas que aseguren su eficiencia al mismo tiempo que minimizan el estrés o sufrimiento a los animales.

“Cualquier campaña de eliminación debe garantizar tasas de eliminación que superen significativamente el crecimiento de la población para que tenga algún efecto real”, insisten.

Asimismo, se pronunciaron frente al reciente debate que ha tomado fuerza en el país sobre las posibles vías de control, entre esas, la difícil esterilización de los animales. Al respecto, señalan frente a la esterilización que “es muy poco probable que esta alternativa funcione en el largo plazo, especialmente, porque esto no evita los impactos causados por los animales por décadas, considerando que tienen una expectativa de vida de más de 40 años”. (Puede leer: El dilema ético que despiertan los hipopótamos de Escobar)

“Estamos completamente al tanto de que los hipopótamos son unos animales muy carismáticos y fascinantes, y que su eliminación puede generar la oposición de varias partes interesadas y varias partes del mundo. Sin embargo, queremos respetuosamente insistir en que si las acciones de control se demoran o son llevadas a cabo con estrategias de manejo poco efectivas, los impactos en ecosistemas y vidas, así como los riesgos para los humanos aumentarán y la situación puede volverse rápidamente inevitable, con mayores costos y desafíos.

Por último, los expertos de ambas comisiones aseguran que estarían encantados de discutir este tema con las autoridades colombianas a mayor profundidad y que su asistencia y asesoría científica está disponible si es solicitada.