La vía que se le atravesará a la única escuela en una reserva de la sociedad civil
La construcción de una nueva calzada en el Cauca tiene preocupados a los integrantes de la única institución educativa ubicada en una reserva natural de la sociedad civil en el país. Para quienes se oponen, el proyecto afectaría una franja que se ha conservado y es clave para los estudiantes. La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) sostiene, por su parte, que no la planta física del colegio no sufrirá perjuicios.
María Camila Bonilla
A 40 minutos en carro de Popayán (Cauca) se encuentra una escuela muy particular. Es una Institución Educativa Agroambiental y es la única del país que está al interior de una Reserva Natural de la Sociedad Civil (RNSC).
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
A 40 minutos en carro de Popayán (Cauca) se encuentra una escuela muy particular. Es una Institución Educativa Agroambiental y es la única del país que está al interior de una Reserva Natural de la Sociedad Civil (RNSC).
Amalaka, como se llama esta área protegida que fue creada hace 26 años, es, en palabras de su directora, Anamaría Fankhauser, “un laboratorio de investigación y aprendizaje para los estudiantes”. La institución trabaja con una pedagogía en torno al cuidado del medio ambiente, la conservación y la agroecología.
Los estudiantes de la “escuela-granja”, como la llaman, se gradúan como técnicos agroambientales, diciendo las siguientes palabras: “Prometo tomarle el curso a nuestro planeta para cuidarlo”. Por medio de actividades como plantar y monitorear el crecimiento de árboles, los estudiantes aprenden también principios de otras disciplinas como las matemáticas. (También puede leer: ¿Funcionó el cuestionable experimento de lanzar semillas desde un helicóptero?)
Pero, los últimos meses, quienes hacen parte de Amalaka han estado un poco preocupados. La construcción de un tramo de la vía de doble calzado Santander de Quilichao-Popayán requiere un área de la franja de conservación de la reserva. Específicamente, 8.843 m² de los 125.100 m².
“Desde 2015 llegaron desde la concesionaria Nuevo Cauca a socializar la vía. Nosotros nunca hemos estado en contra de la calzada; lo que hemos pedido es que se haga del otro lado, a 30 metros de donde está planeada”, indica Fankhauser. La intervención se haría en el kilómetro 8 de los 75 kilómetros totales del proyecto.
Como se ve en Google Earth, la nueva vía tomaría una franja a la derecha de Amalaka.
La primera preocupación tiene que ver con los nacimientos de agua y árboles que plantados, así como las especies que están en la reserva. Según la plataforma eBird, este lugar es el territorio con más aves registradas en el valle interandino de la meseta de Popayán (185 especies). Además, allí se encuentra una especie de rana de cristal endémica, la Centrolene quindianum, que está en estado de vulnerabilidad, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). (Le puede interesar: Estiman, por primera vez, la cantidad de dióxido de carbono que captura el planeta)
Fankhauser manifiesta que la existencia de esas especies, de mamíferos como zarigüeyas o armadillos, y de otras 18 especies de reptiles que han registrado, se debe al proceso de restauración que han realizado en esa zona. Según cuenta, cuando adquirió el predio, en 1991, era una finca ganadera. “Era muy pelado, lleno de potreros, con muchas quiebras, que mostraban la erosión por el sobrepastoreo”, recuerda.
Después de más de 20 años, con la siembra de árboles nativos, entre otras acciones, el paisaje es diferente y la muestra de eso “es el refugio que hemos generado para múltiples animales”, sostiene la directora de Amalaka.
Además de la afectación a algunos de estos árboles, como robles o palmas de cera, en la franja intervenida también está un nacimiento de agua, que les permite adquirir agua potable. “El ruido y contaminación nos perjudicarían”, agrega Fankhauser.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) respondió que el alcance de la obra en el sector corresponde a la construcción de una segunda calzada, así como al mejoramiento de la vía que ya existe, por lo que no se generarían afectaciones o ruidos mayores a los que ya se presentan. (Puede leer: Los problemas de fondo detrás de las inundaciones en Medellín)
Agregó que, al realizar un análisis sobre los efectos de la obra, encontró que “no existe afectación sobre la planta física del colegio (…) y que la franja que se verá afectada corresponde a un 7 % del predio e involucra áreas en donde no se evidencia intervención antrópica más allá de la deforestación presente”.
Para Frankhauser, la discusión no debe girar, exclusivamente, en torno al tamaño, pues por pequeña que sea es un punto en el que ocurren muchas actividades pedagógicas. “Es un terreno donde niños, niñas y jóvenes están formándose y aprendiendo cómo cuidar el ambiente, cómo sembrar árboles”.
La directora tiene otra preocupación: que la nueva estructura que planean construir esté sobre un talud que ya fue intervenido. Amalaka se encuentra sobre una superficie de terreno inclinado. La construcción de la nueva vía implicaría también construir un puente de 150 metros de largo, para que la calzada pase sobre el río Cofre. A Fankhauser le preocupa que esta estructura esté recostada sobre el talud.
Pero, para la ANI “el trazado está diseñado para causar el menor impacto posible”, al ir de la mano del interés de la Agencia de preservar el equilibrio entre lo social, ambiental, cultural y económico. La prueba de esto, agrega, es “el otorgamiento de la licencia ambiental por la Autoridad de Licencias Ambientales (ANLA), la cual ha sido ratificada en varias oportunidades”.
La alternativa de construcción
Víctor Renán, ingeniero civil de la Universidad de Cauca, con magíster en Ingeniería de Vías Terrestres y consultor e interventor de proyectos viales, se enteró de este caso, pues su hijo empezó a estudiar en Amalaka en octubre del 2022. Al acudir a una reunión de socialización del proyecto con la comunidad educativa a mediados de noviembre del año pasado, se ofreció a generar una propuesta alternativa para la construcción de la vía, con base en la información del diseño de la ANI.
“No es una ampliación, sino que se construye una vía nueva que puede estar al margen izquierdo o derecho de la calzada que ya existe”, explica Renán. “Cualquier ingeniero de vías puede plantear el diseño de la manera más técnica posible, pero uno tiene que priorizar ciertos factores. Uno de los que está sonando muchísimo es el factor de riesgo geotécnico, es decir, la probabilidad de que haya deslizamientos”, agrega.
Para este ingeniero, como el diseño actual de la calzada está en una zona de un talud ya intervenido, “va a generar un riesgo geotécnico a la calzada antigua, así como el puente de 150 metros sobre el río Cofre, es muy grande”. Una buena alternativa para él es construir la vía sobre el margen derecho. (Le puede interesar: El plan para que más de 1,5 millones de hogares colombianos dejen de cocinar con leña)
De ese costado, “el riesgo geotécnico es mucho menor, porque las dos calzadas están al mismo nivel, paralelas. Además, tienen las mismas pendientes, y el puente que se tendría que construir es solo de 80 metros, igual al que ya existe”, señala Renán. Este último punto implicaría un ahorro en el presupuesto, agrega. El diseño de los otros 74 kilómetros de la carretera quedaría igual.
Esta alternativa fue presentada a funcionarios de la ANI el pasado 5 de diciembre, pero, hasta el momento, la reserva Amalaka no ha recibido una respuesta de la agencia. A través de un comunicado, sin embargo, dijeron que el concesionario y la ANLA han determinado la inviabilidad de las “alternativas de la propietaria del predio por factores como el incremento de impactos técnicos, económicos, ambientales, sociales y contractuales, todas ellas en detrimento de los recursos públicos”.
La ANI indicó que el concesionario Nuevo Cauca diseñó un trazado alternativo, donde la calzada también está en el lado opuesto a Amalaka.
Sin embargo, la ANI aseguró que este diseño causa un mayor impacto ambiental porque pasa sobre una zona boscosa, ocupa el cauce del río Cofre, requiere la construcción de un viaducto de más de 400 metros y “ocupa longitudinalmente el cauce de la quebrada La Victoria”.
En la propuesta de Renán, en cambio, la nueva calzada está contigua a la vía que ya existe, es decir, “podría estar desde 50 centímetros a la derecha”. Este diseño lo hizo así para que la obra no pase sobre la quebrada, justamente.
Fankhauser dice que no entiende el argumento de la ANI del todo, pues “del otro lado ya hay mucha afectación antrópica; ya está muy intervenido”.
Para entender mejor su argumento basta con darle una mirada a la siguiente imagen:
El pasado 6 de diciembre se iba a realizar la entrega anticipada del predio a la ANI, pero más de 60 personas, incluyendo alumnos, padres de familia, egresados y profesores de la Universidad del Cauca, se reunieron para impedir la entrada de la Policía. Ahora, la entrega está programada para el próximo 27 de enero. “Nosotros vamos a actuar de manera pacífica cuando vengan de nuevo, pero insistimos en que deben evaluar nuestra propuesta”, reitera Fankhauser.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜