Lanzan estrategia para proteger al jaguar en 14 países (incluido Colombia)
WWF lanzó una estrategia de 10 años con la que busca que América Latina se una en torno a la protección de esta especie que se encuentra amenazada. Su importancia es vital: al conservarlo, se protegen grandes extensiones de hábitats, claves para la captura de CO2.
“El jaguar puede convertirse en un símbolo de desarrollo sostenible en Latinoamérica, y los esfuerzos dirigidos a su conservación podrían ayudar a los países a cumplir sus metas de desarrollo sostenible”. (Lea de Cazadores a protectores del caimán aguja)
Con esas palabras María José Villanueva, líder regional de la iniciativa de conservación de jaguar del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), explicó este jueves la importancia del proyecto que esa organización acaba de lanzar en América Latina.
Se trata de la Estrategia de Conservación del Jaguar 2020-2030, que incluye a 14 países de la región, y con los cuales busca salvar al icónico felino.
Como lo cuenta en un comunicado, “se trata de una estrategia de 10 años que guía las acciones de WWF en favor del felino más grande del continente y las zonas que habita. Busca asegurar Unidades de Conservación del Jaguar (JCU, por sus siglas en inglés) que son áreas de prioridad para la protección de la especie”.
De estos 15 paisajes, que han sido identificados por científicos a lo largo de 20 años, 7 son transfronterizos, explica WWF. Entre ellos se encuentra el corredor Napo-Putumayo-Meta-Caquetá, que está entre Colombia, Perú y Ecuador.
También hay pasajes que están en Belice, México, Guatemala, Honduras, Guyana, Surinam, Guyana Francesa, Bolivia, Brasil, Ecuador, Argentina y Paraguay.
“El plan considera el rescate de los hábitats que ocupa el jaguar así como la preservación de los servicios ecosistémicos que estos lugares proveen en beneficio de las comunidades humanas que coexisten con esta especie. Además, promueve entre esas poblaciones actividades económicas sustentables, como la agroforestería y la reforestación comunitaria”, se lee en el comunicado de WWF.
De acuerdo con Roberto Troya, director regional de WWF en Latinoamérica y el Caribe, “la Estrategia delinea las dos metas que WWF planea alcanzar para el año 2030: estabilizar o incrementar las poblaciones de jaguar e incrementar o estabilizar la distribución del felino, las poblaciones de sus presas y la conectividad de sus hábitats dentro de los 15 paisajes prioritarios”.
En términos un poco más técnicos, esta estrategia parte de un concepto llamado “especie paraguas”, el cual “considera que la conservación de una especie y su hábitat podría beneficiar a otras especies”.
Según WWF, “al proteger al jaguar se conservan grandes extensiones de hábitat, con lo cual se aseguran servicios ecosistémicos importantes. Se estima que el rango del felino proporciona globalmente 12% de la captura de CO2, 10.5% de la producción de madera y 9.8% de la pesca comercial”.
Y eso es importante si se tiene en cuenta que el jaguar ha perdido el 50% de su distribución histórica debido a la expansión de la agricultura y de la ganadería industrial, las ciudades, la tala ilegal y los proyectos de infraestructura.
De hecho, este felino se encuentra en la categoría de especie “casi amenazada” de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
“La estrategia estará usando herramientas de conservación que ya han sido exitosas en la protección de otras especies, como el tigre asiático”, señaló Maria José Villanueva.
“El jaguar puede convertirse en un símbolo de desarrollo sostenible en Latinoamérica, y los esfuerzos dirigidos a su conservación podrían ayudar a los países a cumplir sus metas de desarrollo sostenible”. (Lea de Cazadores a protectores del caimán aguja)
Con esas palabras María José Villanueva, líder regional de la iniciativa de conservación de jaguar del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), explicó este jueves la importancia del proyecto que esa organización acaba de lanzar en América Latina.
Se trata de la Estrategia de Conservación del Jaguar 2020-2030, que incluye a 14 países de la región, y con los cuales busca salvar al icónico felino.
Como lo cuenta en un comunicado, “se trata de una estrategia de 10 años que guía las acciones de WWF en favor del felino más grande del continente y las zonas que habita. Busca asegurar Unidades de Conservación del Jaguar (JCU, por sus siglas en inglés) que son áreas de prioridad para la protección de la especie”.
De estos 15 paisajes, que han sido identificados por científicos a lo largo de 20 años, 7 son transfronterizos, explica WWF. Entre ellos se encuentra el corredor Napo-Putumayo-Meta-Caquetá, que está entre Colombia, Perú y Ecuador.
También hay pasajes que están en Belice, México, Guatemala, Honduras, Guyana, Surinam, Guyana Francesa, Bolivia, Brasil, Ecuador, Argentina y Paraguay.
“El plan considera el rescate de los hábitats que ocupa el jaguar así como la preservación de los servicios ecosistémicos que estos lugares proveen en beneficio de las comunidades humanas que coexisten con esta especie. Además, promueve entre esas poblaciones actividades económicas sustentables, como la agroforestería y la reforestación comunitaria”, se lee en el comunicado de WWF.
De acuerdo con Roberto Troya, director regional de WWF en Latinoamérica y el Caribe, “la Estrategia delinea las dos metas que WWF planea alcanzar para el año 2030: estabilizar o incrementar las poblaciones de jaguar e incrementar o estabilizar la distribución del felino, las poblaciones de sus presas y la conectividad de sus hábitats dentro de los 15 paisajes prioritarios”.
En términos un poco más técnicos, esta estrategia parte de un concepto llamado “especie paraguas”, el cual “considera que la conservación de una especie y su hábitat podría beneficiar a otras especies”.
Según WWF, “al proteger al jaguar se conservan grandes extensiones de hábitat, con lo cual se aseguran servicios ecosistémicos importantes. Se estima que el rango del felino proporciona globalmente 12% de la captura de CO2, 10.5% de la producción de madera y 9.8% de la pesca comercial”.
Y eso es importante si se tiene en cuenta que el jaguar ha perdido el 50% de su distribución histórica debido a la expansión de la agricultura y de la ganadería industrial, las ciudades, la tala ilegal y los proyectos de infraestructura.
De hecho, este felino se encuentra en la categoría de especie “casi amenazada” de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
“La estrategia estará usando herramientas de conservación que ya han sido exitosas en la protección de otras especies, como el tigre asiático”, señaló Maria José Villanueva.