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En el 2022, las emisiones de dióxido de carbono alcanzaron un récord, informó en un documento la Agencia Internacional de Energía (AIE) este jueves 2 de marzo. Sin embargo, el incremento en comparación a la cifra del 2021 fue menor de lo esperado.
La AIE pronosticaba que la crisis energética mundial, provocada por la invasión rusa a Ucrania, haría que las emisiones crecieran mucho más del 0.9 % de incremento que se registró. Entre 2020 y 2021, por ejemplo, las emisiones aumentaron un 6 %, después de que el mundo se ‘reabriera’ tras la pandemia.
The global energy crisis fueled fears of runaway growth in the world’s CO2 emissions – but new @IEA analysis shows emissions rose by less than 1% in 2022 as a surge in clean energy offset most of the increase in emissions from coal & oil
— Fatih Birol (@fbirol) March 2, 2023
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Sin embargo, “el riesgo de un crecimiento desenfrenado de las emisiones por un mayor recurso al carbón en un contexto de crisis energética no se materializó”, señala el informe de este año. La razón, indica la AIE, es el auge de energías renovables, como la solar y eólica, de vehículos eléctrica y de eficiencia energética.(También puede leer: Un camino para salvar los manglares y corales que dañó el huracán Iota)
Sin embargo, para alcanzar la meta de reducir a la mitad las emisiones mundiales para finales de esta década, se debería presentar una reducción del 7 % cada año. El año pasado, se emitieron 36.800 millones de toneladas. El mayor aumento en emisiones vino del sector de generación de electricidad y calor, cuyas emisiones aumentaron un 1.8 %.
En ese sector se sintió el golpe de la crisis energética mundial, pues sus emisiones asociadas con el carbón crecieron un 2.1 %, especialmente en las economías emergentes de Asia. En un panorama más general, las emisiones de CO2 procedentes del carbón aumentaron “superando con creces la tasa media de crecimiento de la última década y alcanzando un nuevo máximo histórico de casi”, resalta el informe.
La invasión rusa a ucrania hizo que los países europeos tuvieran un acceso restringido al gas natural. Por eso, el informe de la AIE encontró que las emisiones asociadas a ese combustible cayeron, tanto en Europa (-13.5 %) como en la región de Asia y el Pacífico (-1.8 %). (Le puede interesar: Trasladar diez hipopótamos de Colombia a México, toda una película)
Sin embargo, eso también influyó directamente en el aumento de consumo de carbón y, por ende, las emisiones asociadas a ese combustible. El sector que presentó más disminuciones en sus emisiones fue el de procesos industriales.
“Seguimos viendo cómo aumentan las emisiones procedentes de los combustibles fósiles, lo que obstaculiza los esfuerzos por cumplir los objetivos climáticos mundiales. Las empresas internacionales y nacionales de combustibles fósiles están obteniendo ingresos récord y deben asumir su parte de responsabilidad, en consonancia con sus promesas públicas de cumplir los objetivos climáticos”, subrayó Fatih Birol, director de la AIE en la presentación del informe.
Los hallazgos de este documento probablemente serán discutidos durante la COP28 a finales de este año. Allí, los países deberán elaborar un “inventario mundial” desde que se firmó el Acuerdo de París, una especie de termómetro para evaluar qué tanto se ha logrado desde que se alcanzó el pacto climático más grande, hasta el momento, en 2015.
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