En esta finca del Vichada se han realizado varios estudios relacionados con la posibilidad de tener una ganadería con menor impacto ambiental.
Foto: Cortesía
En las sabanas de los Llanos de Colombia, que se extienden por la Orinoquía, hay una especie de contradicción que se conoce como “el enigma del ganado”.
El uso de las tierras del país para la ganadería extensiva es uno de los principales motores de deforestación, especialmente en la Amazonía, según datos el Ministerio de Ambiente. Además, se estima que esta actividad afecta al 44 % de las aves amenazadas que hay en el país.
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