Las toxinas de las colillas de cigarrillo son un peligro mortal para el ambiente
Un estudio de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, concluyó que las toxinas son peligrosas para las larvas acuáticas, los peces, y el medio ambiente en general.
Es probable usted encuentre todos los días colillas de cigarrillo en diversos lugares: parques, vías peatonales y jardines. Un reciente estudio de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, analizó el impacto que estas tienen en el medio ambiente (Lea también: Es hora de replantear nuestra relación con la naturaleza).
Cada que se enciende un cigarrillo, este desprende más de 4 mil componentes, de los cuales 40 pueden resultan cancerígenos. De hecho, la Unión Europea señala que son cientos de aditivos los que se le añaden para enganchar aún más al consumidor. Entre otras de sus partes, los cigarrillos tienen un filtro que fue desarrollado hace décadas por la industria tabaquera con el propósito de proteger a los fumadores.
Los investigadores de la Universidad de Gotemburgo analizaron lo que sucedía con las colillas antes y después de fumar, y los resultados arrojaron una mortalidad del 20% mayor para larvas de mosquitos acuáticos (Lea también: Los riesgos de tratar a los animales como “uno más de la familia”).
Estudios anteriores ya habían probado que esta no es la única especie afectada: los peces pueden morir si se exponen a concentraciones correspondientes a las toxinas que exudan apenas dos colillas en un litro de agua durante cuatro días.
“Los filtros de cigarrillos también son una fuente importante de microplásticos que llegan a nuestro medio ambiente, algo que sabemos que tiene un gran impacto negativo en la vida biológica. La UE ya ha clasificado los filtros de cigarrillos como residuos peligrosos”, dice Bethanie Carney Almroth, profesora de ecotoxicología en la Universidad de Gotemburgo, una de las autoras de la investigación que se publicó en la revista académica Microplastics and Nanoplastics.
Los investigadores también observaron cómo se comportan los fumadores en Gotemburgo: cuando llega el momento de apagar los cigarrillos, y a pesar de que haya ceniceros cerca, muchas personas continúan arrojando la colilla al suelo.
Es por eso que, contrario a lo que la industria tabaquera afirmó cuando se introdujeron los filtros en el mercado, la profesora Carney Almroth sugiere que estos elementos sean removidos por completo, pues corresponden, según ella, a una estrategia de marketing que hace poco para proteger al medio ambiente y a los mismos fumadores.
Además, Carney Almroth recuerda que, en Suecia, son millones de dinero los que le cuesta al Estado remover los restos de cigarrillo del suelo. “Ahora estamos realizando una encuesta sobre la basura plástica en toda Suecia”, explica ella. “De esa manera, podemos obtener mejores cifras sobre dónde y cuántas colillas de cigarrillos con filtros se encuentran en el medio ambiente, además de otros productos plásticos problemáticos”.
Es probable usted encuentre todos los días colillas de cigarrillo en diversos lugares: parques, vías peatonales y jardines. Un reciente estudio de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, analizó el impacto que estas tienen en el medio ambiente (Lea también: Es hora de replantear nuestra relación con la naturaleza).
Cada que se enciende un cigarrillo, este desprende más de 4 mil componentes, de los cuales 40 pueden resultan cancerígenos. De hecho, la Unión Europea señala que son cientos de aditivos los que se le añaden para enganchar aún más al consumidor. Entre otras de sus partes, los cigarrillos tienen un filtro que fue desarrollado hace décadas por la industria tabaquera con el propósito de proteger a los fumadores.
Los investigadores de la Universidad de Gotemburgo analizaron lo que sucedía con las colillas antes y después de fumar, y los resultados arrojaron una mortalidad del 20% mayor para larvas de mosquitos acuáticos (Lea también: Los riesgos de tratar a los animales como “uno más de la familia”).
Estudios anteriores ya habían probado que esta no es la única especie afectada: los peces pueden morir si se exponen a concentraciones correspondientes a las toxinas que exudan apenas dos colillas en un litro de agua durante cuatro días.
“Los filtros de cigarrillos también son una fuente importante de microplásticos que llegan a nuestro medio ambiente, algo que sabemos que tiene un gran impacto negativo en la vida biológica. La UE ya ha clasificado los filtros de cigarrillos como residuos peligrosos”, dice Bethanie Carney Almroth, profesora de ecotoxicología en la Universidad de Gotemburgo, una de las autoras de la investigación que se publicó en la revista académica Microplastics and Nanoplastics.
Los investigadores también observaron cómo se comportan los fumadores en Gotemburgo: cuando llega el momento de apagar los cigarrillos, y a pesar de que haya ceniceros cerca, muchas personas continúan arrojando la colilla al suelo.
Es por eso que, contrario a lo que la industria tabaquera afirmó cuando se introdujeron los filtros en el mercado, la profesora Carney Almroth sugiere que estos elementos sean removidos por completo, pues corresponden, según ella, a una estrategia de marketing que hace poco para proteger al medio ambiente y a los mismos fumadores.
Además, Carney Almroth recuerda que, en Suecia, son millones de dinero los que le cuesta al Estado remover los restos de cigarrillo del suelo. “Ahora estamos realizando una encuesta sobre la basura plástica en toda Suecia”, explica ella. “De esa manera, podemos obtener mejores cifras sobre dónde y cuántas colillas de cigarrillos con filtros se encuentran en el medio ambiente, además de otros productos plásticos problemáticos”.