Inundaciones en Chocó: ¿Tuvo algo que ver el cambio climático?
Por primera vez para el país, un grupo de científicos de un centro de investigación en Francia intentó estimar el impacto que pudo tener el cambio climático en un evento particular: las lluvias de noviembre en Chocó. Aunque reconocen que el origen de las precipitaciones se da por una confluencia de varios fenómenos meteorológicos, su estudio concluyó que el cambio climático sí influyó.
Fernan Fortich
Desde hace más de un mes, el país se encuentra en medio de una declaratoria de desastre nacional debido a las lluvias e inundaciones que causaron, al menos, más de 100.000 damnificados $1,7 billones en daños en diferentes departamentos, según cifras del Gobierno Nacional. Uno de los epicentros más críticos de estas emergencias ha sido el departamento de Chocó, en el que más del 80 % del territorio se vio afectado y dejando a más de 30.000 familias damnificadas.
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Desde hace más de un mes, el país se encuentra en medio de una declaratoria de desastre nacional debido a las lluvias e inundaciones que causaron, al menos, más de 100.000 damnificados $1,7 billones en daños en diferentes departamentos, según cifras del Gobierno Nacional. Uno de los epicentros más críticos de estas emergencias ha sido el departamento de Chocó, en el que más del 80 % del territorio se vio afectado y dejando a más de 30.000 familias damnificadas.
Para entender el origen de estas lluvias, explicó a mediados de noviembre Ghisliane Echeverry, la directora del Ideam, hay que referirse a varios fenómenos meteorológicos. Además de la temporada de ciclones, la oscilación de Madden-Julian (MJO) y la vaguada monzónica, Echeverry apuntó al cambio climático como uno de los responsables de las recientes lluvias.
Sin embargo, estimar qué tanto influye el cambio climático en un evento particular, como las lluvias del Chocó, puede ser un trabajo difícil de realizar. Pese a esto, investigadores del Instituto Pierre-Simon Laplace (IPSL), la Universidad de Leipzig y EAFIT, revelaron recientemente los hallazgos de una investigación en la que buscaron dar respuesta a esta inquietud.
Se trata del primer estudio en el país que busca estimar el impacto del cambio climático en emergencias en Colombia. De acuerdo con su trabajo, las inundaciones que se presentaron durante esos días representaron un “evento meteorológico excepcional” en la historia de Colombia, y apuntan a que las lluvias fueron exacerbadas, en su mayor parte, por el cambio climático provocado por las actividades humanas.
“Lo que encontramos es que nunca se había presentado un evento tan intenso, ni siquiera cuando estábamos inmersos en fenómenos de La Niña. Esto está muy relacionado con lo que los científicos venimos diciendo de cómo las condiciones húmedas y secas se intensificarán con el cambio climático”, indica la científica colombiana Sara Vallejo-Bernal, coautora del reporte publicado el portal de ClimaMeter e investigadora de la Universidad de Leipzig (Alemania).
Para llegar a estas conclusiones se analizaron diferentes datos del evento a través de un modelo que combina datos de estaciones meteorológicas, observaciones de satélites y otras fuentes de datos que dan un panorama más global de lo que ocurrió en el terreno. Con estos datos, los investigadores lograron comparar este evento y las condiciones climáticas que lo enmarcaron para entender su magnitud.
Davide Faranda, investigador del IPSL, argumenta que “hay varios factores que están siendo el combustible para que se desencadenen lluvias extremas en las costas colombianas. En estos influyen océanos más calientes y un sistema de baja presión que provoca más nubes que transportan esa humedad con mayor facilidad”.
Estos sistemas, a los que se refiere Faranda, son zonas en las que la radiación solar hace que el aire se expanda, se vuelva más ligero y promueva la creación de nubes que significan, a su vez, más lluvias. Este fenómeno se presenta con mayor intensidad en la conocida Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), que se registra en la línea de Ecuador y que causa la presencia de temporadas secas y húmedas.
A lo anterior, hay que agregar el hecho de que, por su ubicación geográfica, el Chocó es particularmente vulnerable a estos cambios, pues se trata de una las regiones más húmedas del mundo, con zonas que reciben más de 13 metros de lluvias al año. Esto se debe a su ubicación entre el océano Pacífico oriental y la cordillera de Los Andes, que interactúan de manera especial para la generación de lluvias.
Faranda dice que los cambios en los patrones climáticos están haciendo más fuertes las lluvias enmarcadas del fenómeno de La Niña, que en este momento se encuentra aún en fase de desarrollo. En el evento de las inundaciones de noviembre, se encontró que las lluvias aumentaron hasta en un 40 % en las costas de Colombia y los vientos fueron hasta un 20 % más fuertes en comparación con los registros históricos.
“Estas señales son las más fuertes que detectamos en nuestro análisis. Estas están causadas por el calentamiento de los océanos, de los cuales hay estimaciones que aseguran que por cada grado que aumenta su temperatura, hay un 7 % más de lluvias. A esto se le suman cambios en los sistemas de baja presión, que explican el aumento máximo de lluvias en algunas zonas sea bastante importante”, precisa Faranda.
Los retos para el análisis
Como explica la investigadora Vallejo-Bernal, los resultados del estudio son “datos que nos arrojan diferentes análisis para estimar el clima, y este proceso presenta algunos retos como la falta de estaciones de monitoreo y deficiencias, por ejemplo en los satélites para observar lo que pasa en el océano Pacífico, en particular lo que está ocurriendo con las nubes. La información es limitada, lo que constituye un gran reto para Colombia”.
Esta discusión es importante, según los investigadores del reporte, pues pone sobre la mesa el hecho de que los países se tienen que preparar para eventos climáticos cada vez más extremos con impactos cada vez mayores.
“Un elemento de esta situación que no conocemos bien es cómo atribuir el impacto de estos eventos, es decir, cómo cuantificar en dólares o pesos los daños causados por el cambio climático antropogénico. Lo que buscamos con estas investigaciones es ayudar a elaborar, por ejemplo, estrategias de adaptación o mejores seguros para las personas que viven en la zona de riesgo ante fenómenos climáticos extremos”, explica Faranda, uno de los autores del estudio.
Entre las recomendaciones del estudio están que los gobiernos nacionales y locales aseguren que las cuencas hidrográficas estén limpias y sin obstáculos para que el aumento de los caudales, producto de las precipitaciones, no genere inundaciones como las vistas recientemente. Otro punto clave es concientizar a las comunidades del aumento de los riesgos en los próximos años.
Las recientes inundaciones en el Chocó son solo una muestra de lo que ya había advertido el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, hace algunos años. De acuerdo con este grupo, se prevé que las inundaciones que antes se presentaban una vez cada 100 años, podrían aumentar en frecuencia, pasando potencialmente a ocurrir cada 50 años en escenarios de altas emisiones de efecto invernadero. Sus efectos, en el estado actual, ya son significativos, pues las inundaciones cuestan anualmente más de 500 millones de dólares, lo que podría duplicarse si no se toman las medidas suficientes.
De acuerdo los investigadores del IPSL, se espera que de ahora en adelante este tipo de estudio se realice dos veces al año en el país para mejorar la compresión del clima y los eventos extremos que impactan las regiones. “Estaremos pendientes de lo que pase en el país y Latinoamérica para estudiarlo y mejorar la compresión del cambio climático y que se puedan tomar mejores decisiones”, concluye Vallejo-Bernal.
Balance de la declaratoria de desastre
Según un informe de la Subdirección de Manejo de Desastres de la UNGRD del 11 de noviembre de 2024 conocido por El Espectador, en lo corrido del año Colombia ha enfrentado 8.396 eventos climáticos, afectando a cerca de 2 millones de personas en 952 municipios. Esto ha generado 244.553 familias damnificadas, 92 fallecidos, 171 heridos, 101.639 viviendas averiadas y más de 280 mil hectáreas afectadas.
“En 10 departamentos y 58 municipios, con una inversión en asistencia humanitaria alimentaria y no alimentaria de $42.684.484.631″, se lee en el reporte.
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